Eso es lo que pasa en el cuerpo si se come pollo todos los días

El pollo ocupa un lugar esencial en la lista de compras de numerosos hogares debido a sus numerosas ventajas. Este alimento, asequible y saludable en moderación, es una excelente fuente de proteínas magras, con beneficios adicionales como la inclusión de nutrientes cruciales como la vitamina B6 y el hierro.

Sin embargo, es esencial ser consciente de que el pollo puede también albergar grasas saturadas, especialmente si se consume con la piel. De ahí la importancia de optar por las partes más magras y prepararlas de forma saludable. Para aquellos que hacen del pollo un alimento cotidiano, se presentan beneficios y contrapartidas a considerar.

En términos de beneficios, el pollo proporciona proteína magra esencial para el crecimiento y la reparación del tejido corporal. A su vez, ofrece nutrientes como la vitamina B6 y el hierro. La proteína también puede prolongar la sensación de saciedad y ayudar a controlar el apetito, lo que es crucial para perder peso y prevenir enfermedades relacionadas con la obesidad.

No obstante, la presencia de grasas saturadas, especialmente si se consume la piel, puede aumentar los riesgos de problemas de salud como enfermedades cardíacas y diabetes. Por lo tanto, una dieta equilibrada y diversa es vital, incluyendo diferentes fuentes de proteínas además del pollo.

Para aprovechar los beneficios del pollo de manera saludable, se deben considerar algunas prácticas:

1. Optar por partes magras: El pollo sin piel es más saludable que el pollo con piel, ya que la piel contiene grasas saturadas. Las pechugas de pollo son más magras que partes oscuras como muslos o alas.

2. Cocinar de forma saludable: La preparación juega un papel crucial. Evitar la fritura y preferir métodos saludables como el asado, el horneado o la parrilla es recomendable. Además, es importante evitar salsas con alto contenido graso y calórico.

3. Controlar las porciones: Vigilar las porciones es esencial para evitar un consumo excesivo de calorías y grasas. Una porción de pollo equivale aproximadamente al tamaño de la palma de la mano.

En resumen, incorporar pollo en la dieta diaria en la cantidad adecuada puede ser beneficioso para la salud al elegir partes magras y adoptar métodos de cocción saludables. Mantener la variedad en el consumo de proteínas y controlar las porciones es fundamental para evitar un exceso de calorías y grasas.

¿Es perjudicial la piel?

Muchos se preguntan se su piel, gelatinosa en algunas presentaciones y crocante en otras, puede tener efectos nocivos para la salud y el organismo, sin embargo, en la actualidad no hay ningún tipo de riesgo a la hora de comer esta parte del pollo.

Los procesos productivos de este alimento han tenido que eliminar el uso de hormonas y otros productos en la crianza del animal, que comúnmente se utilizaban para un mayor crecimiento muscular y otras bondades en el pollo, pero que podían resultar dañinos para las personas.

Esto ocurrió hace más de dos décadas, por lo que no existe posibilidad de que las compañías legalmente constituidas en la actualidad tengan incluidos procedimientos de este tipo en la crianza y producción del pollo para el consumo.

Adicionalmente, hay que señalar que esta parte del pollo es la que está en contacto con el exterior durante todo el proceso. Antes de que llegue a la mesa ha pasado por el matadero, la desplumadora, los contenedores de transporte y las tiendas, proceso en el cual entran en juego una serie de máquinas y equipos, así como manos humanas.

Todo esto puede hacer que se acumulen bacterias en esa zona, las cuales sí podrían llegar a afectar la salud. Por lo tanto, en el caso de que no haya opción y se quiera consumir, lo mejor es cocer bien el pollo para eliminar las bacterias que se hayan podido concentrar allí.