Salud
Esto le pasa al cuerpo si se deja de ir por una semana al gimnasio
La duración de estos ‘parones’ será determinante en lo que ocurrirá con el organismo.
Ya sea para preparar una competición, para bajar de peso, obtener el cuerpo deseado, tener una buena salud u otros motivos, las personas suelen acudir de forma decidida al gimnasio y ejercitarse.
Lo más comúnmente escuchado es que para alcanzar los resultados esperados se debe ser constante, ir varias veces a la semana o, incluso, integrarlo a la rutina diaria. Sin embargo, por diferentes razones, puede ocurrir que en alguna jornada o semana no se pueda cumplir con ese compromiso, es allí cuando surgen las dudas sobre qué tanto se puede retroceder en el proceso al no pasar por el gimnasio durante varios días.
De acuerdo con el portal especializado en deporte Blog Running, “no pasa absolutamente nada por perder unos días de entrenamiento. Es muy probable que tú le estés dando más importancia de la que realmente tiene para tu cuerpo”.
La página manifiesta que estos “parones”, sea cual sea el motivo que los causó, deben ser utilizados como una motivación, como un impulso psicológico para volver más fuertes y decididos a la práctica del ejercicio o de la actividad deportiva que se esté realizando.
Si bien indica que una semana no significa mucho, sí revela que cuantos más días se pasen sin realizar actividad física, más se perderá en el proceso y tendrá un mayor costo para el cuerpo a la hora de retornar.
“A nivel científico y de entrenamiento puro y duro, hay datos que demuestran que durante las primeras 72 horas de cese de entrenamiento hay una perdida de un 15% aproximadamente en la capacidad de oxigenación de nuestras células. Con el paso de los días el porcentaje disminuye, pero evidentemente seguimos perdiendo forma física. Las consecuencias son un aumento de porcentaje graso, aumento de peso, pérdida de rendimiento en general, y cada vez mayor desmotivación para volver”, explica Blog Running.
El portal añade que lo mejor es tomar el control de estas situaciones y hacer que el cese en la actividad física sea aprovechado y planificado. Esto con dos fines:
- Poder asimilar las cargas realizadas hasta ese momento.
- Borrar las señales de estrés físico al que se somete el organismo con el entrenamiento diario.
“Lo haremos en base a las cargas e intensidades del entrenamiento, al tiempo que podemos dedicar a ello, al tiempo que nos permite nuestro trabajo, nuestra vida familiar, etc. Podemos hacerlo en momentos puntuales del año y siempre y cuando lo tengamos planificado”, señala el portal, explicando que, de esta manera, la situación estará bajo control y no se perderá el progreso obtenido durante los días consecutivos que fueron dedicados al ejercicio.
Incluso aunque no se pueda hacer actividad física a fondo todos los días, la situación no es negativa. Si bien las labores del día a día pueden llegar a ser demasiado abrumadoras y tomar bastantes horas, siempre se debe sacar algún tiempo para que le dedique a su cuerpo y haga alguna actividad que le guste y le permita moverse.
Hay otras actividades que puede hacer cuando no tenga la posibilidad de acudir al gimnasio, ya sea para mover su cuerpo y salir de la rutina, entre ellas se encuentra el yoga, salir a correr al aire libre, caminatas con su mascota, realizar algunos estiramientos en casa, montar en bicicleta o bailar.
Ahora bien, un adulto necesita aproximadamente 150 minutos de actividad física de intensidad moderada a la semana, sin embargo, esto debe ser complementado con dos días en los que lleven a cabo actividades que permitan fortalecer sus músculos.
Recuerde que estos 150 minutos puede dividirlos en cinco y hacer 30 minutos de actividad aeróbica al día. Esta puede ser caminar, trotar o correr, dependiendo de la energía que tenga y las recomendaciones de su doctor.
Regístrate gratis a nuestro boletín de noticias
Recibe todos los días en tu correo electrónico contenido relevante para iniciar la jornada. ¡Hazlo ahora y mantente al día con la mejor información digital!