Estudio revela síntoma común que podría advertir el riesgo de insuficiencia cardíaca

Perder la capacidad de oler bien, un déficit sensorial que aparece con el paso de los años, podría ser un síntoma para detectar la insuficiencia cardíaca. Un estudio publicado el pasado 7 de junio por la Revista de la Asociación Estadounidense del Corazón sugiere que los problemas de olfato tendrían una relación con la salud cardiovascular.

“Sabemos que es un marcador de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson y la demencia”, explicó el autor principal del estudio, el doctor Honglei Chen.

Otros estudios han indicado que no oler puede ser una señal de alerta asociada a la pérdida de la función cognitiva, es decir, existe una relación entre la disfunción olfativa y un menor rendimiento en la memoria y el lenguaje. También puede ser indicador del Parkinson y un síntoma temprano del Alzheimer.

Estos datos llevaron a los investigadores a cuestionar si la disfunción olfativa podría estar relacionada con otros problemas de salud. En el estudio ABC de la Salud del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, los especialistas analizaron datos de 2.537 personas.

Cuando se inscribieron en el estudio en 1997 y 1998, los participantes eran adultos sanos de entre 70 y 79 años que vivían en las áreas que rodean Pittsburgh y Memphis, Tennessee, en Estados Unidos.

Desde ese momento, los investigadores evaluaron el sentido del olfato de esa población durante tres años y hasta por 12 años o, en otros casos, hasta que los pacientes fallecieron.

Toda la investigación, según el artículo de la Asociación, buscaba establecer la relación entre las deficiencias en el olfato y un posible ataque cardíaco, un derrame cerebral, angina, muerte causada por una enfermedad coronaria o insuficiencia cardíaca congestiva.

“Se evaluó el sentido del olfato, haciendo que los participantes olieran e identificaran 12 elementos de una lista de cuatro posibles respuestas. Se otorgó un punto por cada respuesta correcta con una puntuación de 0 a 12. Se definió mal olfato cuando se obtuvo una puntuación de 8 o menos”, detalla el estudio.

En el análisis, los investigadores encontraron que los participantes con pérdida olfativa tenían aproximadamente un 30 % más de riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca congestiva que los participantes con buen sentido del olfato. No obstante, no hubo asociación entre la pérdida olfativa y la enfermedad cardíaca o el accidente cerebrovascular.

Chen dijo que aún no está claro si un mal sentido del olfato puede estar contribuyendo al desarrollo de insuficiencia cardíaca o simplemente lo predijo.

“El olfato deficiente puede estar relacionado con la aceleración de la edad”, explicó el doctor Chen. Sin embargo, los investigadores que participaron en el estudio estiman que es necesario investigar de forma más profunda para obtener resultados más claros.

Esta área de investigación aún se encuentra en las primeras etapas y plantea muchas preguntas interesantes, señaló la doctora Khadijah Breathett, cardióloga especializada en trasplantes de insuficiencia cardíaca avanzada.