Salud
Joven a los 80: los novedosos avances de la ciencia contra el envejecimiento
El boom ahora no es tratar la piel cuando ya se arrugó, si no hacer aplicaciones antes de que eso suceda. Medicina regenerativa, se llama. Desde Cristiano Ronaldo hasta Jennifer Aniston la han probado.
Lo advierte la doctora Lina Triana, cirujana plástica y especialista en medicina para el manejo de la edad: empezamos a envejecer a partir de los 27.
Es en ese momento cuando los niveles de las hormonas en el cuerpo comienzan a descender, mientras que hay dos hormonas, por el contrario, que aumentan exponencialmente con el paso del tiempo: el cortisol y la insulina. Y ambas se relacionan con el envejecimiento y con el estado de la salud en general.
El cortisol aumenta aún más sobre todo cuando padecemos de estrés. La insulina aumenta cuando se tiene una dieta rica en carbohidratos y azúcares. Y con el cortisol y la insulina disparadas se inflama el cuerpo. Si aquello se hace crónico no solo nos envejecemos más rápido, sino que se activan las enfermedades asociadas con la vejez: la diabetes, la artritis, la hipertensión y tantas otras.
De ahí que los médicos insisten: llevar una vida saludable, comer bien, hacer ejercicio regular, dormir las horas adecuadas, ser coherentes entre lo que pensamos y lo que hacemos para evitar el estrés, es una manera no solo de tener buena salud, sino de no hacernos viejos de prisa.
En Colombia, la esperanza de vida es de 74 años, según el Dane. Las mujeres viven 6,8 años más en comparación con los hombres.
España nos lleva una década. La esperanza de vida allá es de 84 años. Pero en Madrid o en Cali sucederá lo mismo: al mirarnos al espejo al final de la vida tendremos arrugas, manchas, flacidez.
Lo que la ciencia intenta ahora es, entonces, además de rejuvenecer por medio de la cirugía plástica las partes del cuerpo que ya se envejecieron, tratar la piel antes de que se arrugue y se manche y se descuelgue. De esta manera se pretende hacer más lento el proceso del envejecimiento, o que cuando pase, sea menos evidente. A aquello se le llama medicina regenerativa.
Uno de los descubrimientos, en donde estaría parte del secreto de la ‘eterna juventud’, son los telómeros. Para explicarlo de manera sencilla, comenta la doctora Lina Triana, son como circuitos que unen a los cromosomas donde se guarda nuestra información genética.
En la medida en que se da el proceso de división celular, los telómeros se encogen poco a poco y, con el tiempo, los años, no les es posible reproducirse. Una especie de muerte programada que se relaciona con el envejecimiento. Se asegura de hecho que los telómeros son nuestro reloj biológico. Si se logran regenerar mediante diferentes intervenciones, es posible retrasar, en parte, las arrugas y todo lo demás.
Una de las alternativas a las que están apelando los cirujanos plásticos son las terapias regenerativas, utilizando plasma rico en plaquetas (PRP).
Consiste en preparar la sangre de cada paciente, separar los glóbulos rojos y el plasma, y obtener las plaquetas. En ellas hay proteínas que se encargan de regenerar tejidos, estimulan la producción de colágeno y elastina por lo que, en las zonas donde se aplica, se busca lograr una piel más tersa y firme y luminosa.
“Los tratamientos con plasma rico en plaquetas son pilares clave en la medicina regenerativa actual. Todavía se necesitan más estudios para asegurar la replicabilidad de los resultados y las limitaciones”, escribió la doctora Triana en un artículo publicado en el libro ‘Plastic and Aesthetic Regenerative Surgery and fat Grafting’, en donde describe otro tratamiento para vernos jóvenes pese al paso inevitable del tiempo: usar células madre derivadas del tejido adiposo del paciente.
“Las células madre se obtienen de la grasa y se utilizan para procesos regenerativos reales en tejidos irradiados y con heridas crónicas que producen más que un simple relleno, una verdadera curación; el tejido adiposo está compuesto por adipocitos más fibras de colágeno y células estromales, estructuras neurovasculares y células madre derivadas de tejido adiposo: ACSC. El 85% de este tejido graso es subcutáneo y solo el 15% es visceral, por eso podemos decir que nuestro tejido subcutáneo es nuestra mayor reserva de células madre, por lo que lo que antes era una fuente de tejido no deseado, acumulación de grasa, ahora es un fuente de medicina regenerativa”.
En otro de los apartes de su artículo, la doctora Triana aclara: “Muchas veces estas terapias de medicina regenerativa para usos estéticos son homologadas a los tratamientos homeopáticos, y aún en el campo de la medicina estética, se están ofreciendo muchos tratamientos sin suficiente evidencia científica revisada por pares. Con el marketing penetrando en los consultorios médicos y el creciente poder de las redes sociales, estas terapias pronto se convierten en un estándar para los tratamientos antienvejecimiento que los pacientes buscan y los médicos brindan. Todavía hay una necesidad de comprender mejor lo que hoy se llama medicina regenerativa, pero podemos ver, muchas veces como hallazgos anecdóticos, cómo realmente puede impactar en la calidad de la piel teniendo un papel activo en el proceso de envejecimiento”. Es decir: las primeras evidencias indican que sí funciona, pero aún se requieren más investigaciones.
Los famosos están apelando a la medicina regenerativa y otras posibilidades para envejecer más lento. Uno de ellos es Cristiano Ronaldo, el futbolista portugués que, pese a que está a poco de llegar a los 40, aún conserva un estado físico que le permite competir en el fútbol con jovencitos de 18.
‘CR7′ no solo se alimenta bien, duerme bien, entrena bien. También acude al quirófano. Para marcar sus abdominales, se realizó una lipoescultura con ultrasonido.
Además, se somete a tratamientos con cámaras hiperbáricas que, entre muchos usos en el deporte, se están utilizando con éxito para detener el proceso de envejecimiento de la piel. La teoría es que el oxígeno hiperbárico permite que se reactive el sistema circulatorio, revitalizando los tejidos y atenuando las arrugas.
La actriz Jennifer Aniston dice que en su caso, para detener el paso del tiempo en su piel (53 años) le ha funcionado un aparato llamado Nuface. Es un dispositivo que sirve para tonificar la piel facial a través de micro corrientes. También se aplica mascarillas de biocelulosa, un ingrediente que se produce a partir de bacterias con propiedades humectantes y antioxidantes que protegen la piel.
El doctor Alfonso Riascos recuerda por cierto que una sustancia muy de moda aún, el botox, utilizada sobre todo para borrar las arrugas del entrecejo, tiene un problema: su efecto dura entre tres y cinco meses, por lo que hay que aplicárselo una y otra vez.
— Y no retarda el envejecimiento, así el marketing diga lo contrario.
Hay otro tratamiento muy famoso ya, llamado Morpheus. Es un dispositivo que trata la acumulación de grasa en la piel. En teoría la rejuvenece y estimula la producción del colágeno. Además de las arrugas, borra la celulitis y las estrías.
Sin embargo, lo que más se sigue utilizando es la cirugía de rejuvenecimiento facial, que ha avanzado al punto de que ya no deja cicatrices a la vista. El doctor Alfonso Riascos de hecho patentó una técnica de cirugía facial a la que le llamó así: Zero Cicatriz.
— Es un procedimiento que ha evolucionado mucho. Antes era una cirugía que consistía en estirar la piel. Los pacientes quedaban como si fueran en una moto a 150 km por hora. Además era una operación que dejaba cicatrices en la frente y en otras zonas. Todo esto se vino mejorando y no solo se redujeron las cicatrices, sino que se cambiaron los objetivos. Ahora no es solo estirar la piel. Es hacer un tratamiento interno en los músculos, los tejidos, la grasa, reposicionar lo que se ha caído y al hacer eso se logra un rejuvenecimiento facial mucho más acorde que no depende solo de estirar la piel, sino de poner de nuevo todo en su lugar para que cuando se ubique la piel de nuevo, no se necesite templarla.
El doctor Riascos ofrece por cierto un consejo muy práctico para no vernos viejos tan rápido: no engordar ni enflaquecer de manera drástica, porque eso hace que sobre demasiada piel y aparece la flacidez.
Tampoco recomienda estar excesivamente delgado a los 60, porque la piel se descuelga. Como siempre, los excesos son malos: “ni muy gordos, ni muy flacos”.
También recomienda informarse sobre tratamientos que están de moda y que en realidad no funcionan, o cuyos efectos son muy pasajeros.
— Hay un tratamiento que llaman ‘hilos rusos’. Le ponen al paciente hilos tensores faciales, para estirar la piel por dentro. El problema es que las personas que se ponen los hilos quedan hinchadas por dos o tres meses por el procedimiento que les hicieron bajo la piel y claro, la hinchazón hace que la piel se vea más templadita, pero entre tres y cinco meses es como si no les hubieran hecho nada.
En la búsqueda de la eterna juventud hay todavía mucho por descubrir. En lo que los especialistas coinciden es que no hay que buscarla antes de tiempo, porque se está haciendo común que jovencitos de 18, 20, acudan a los consultorios de los cirujanos plásticos cuando no lo necesitan.