La enfermedad que puede causar el ingerir carne cruda o mal cocida

Un nuevo artículo publicado por Reuters de Washington, ha puesto en relieve los peligros asociados con el consumo excesivo de carne roja y procesada, y ha revelado una preocupante relación entre la ingesta de carne y el desarrollo de ciertos tipos de cáncer, incluyendo el cáncer pulmonar y colorrectal, según lo informado por investigadores estadounidenses.

Este estudio expuso que las personas que consumen grandes cantidades de carne también enfrentan un mayor riesgo de padecer cáncer de hígado y esófago. Además, los hombres parecen tener un riesgo adicional de desarrollar cáncer pancreático al ingerir carne roja.

El equipo de investigación, dirigido por la doctora Amanda Cross del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, instó a una reducción en el consumo de carne roja y procesada para disminuir la incidencia de cáncer en varios órganos del cuerpo. Sus hallazgos, publicados en la prestigiosa revista PLoS Medicine, resaltan la importancia de una dieta equilibrada y una ingesta moderada de carne.

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores examinaron los datos de 500,000 participantes con edades comprendidas entre los 50 y 71 años que formaron parte de un estudio a largo plazo sobre alimentación y salud. Después de un seguimiento de ocho años, se descubrieron preocupantes 53,396 casos de cáncer en la población estudiada.

Los resultados revelaron que aquellos individuos que tenían una mayor ingesta de carne roja presentaban un riesgo elevado, entre un 20 y un 60 por ciento, de desarrollar cáncer de esófago, colorrectal, hepático y pulmonar. El riesgo se intensificaba aún más en aquellos que también eran fumadores, lo que subraya la importancia de tener en cuenta otros factores de riesgo en conjunto con los hábitos alimentarios.

Por otro lado, los investigadores no encontraron una relación significativa entre el consumo de carne roja y ciertos tipos de cáncer, como el gástrico o de vejiga, la leucemia, el linfoma o el melanoma. Sin embargo, es esencial tener en cuenta que esto no descarta la importancia de reducir el consumo excesivo de carne roja para mantener una buena salud.

El estudio clasificó la carne roja como cualquier tipo de corte vacuno, de cerdo y de cordero, mientras que la carne procesada incluyó productos como panceta, salchichas, chorizos de carne vacuna y porcina, así como el jamón, entre otros.

Los expertos explicaron que las carnes podrían provocar cáncer de diversas formas, debido a que son una fuente tanto de grasas saturadas como de hierro, ambos relacionados independientemente con la carcinogénesis, es decir, el proceso de desarrollo de células cancerígenas. Además, la carne también contiene diversos químicos que pueden generar mutaciones en el ADN, aumentando así el riesgo de cáncer.

Si bien la carne es una fuente importante de nutrientes, es fundamental adoptar hábitos alimentarios más saludables y equilibrados para prevenir enfermedades graves como el cáncer.

La conciencia sobre los factores de riesgo y la promoción de una dieta variada son claves para mantener una buena salud y reducir la incidencia de enfermedades relacionadas con la alimentación. En particular, se recomienda cocinar adecuadamente la carne de cerdo y cualquier tipo de carne para garantizar su consumo seguro y disminuir los riesgos asociados con su ingesta.

¿Qué tan grave es comer carne medio cruda?

El consumo de carne mal cocida puede provocar infecciones y riesgos para la salud, de acuerdo con lo que dicen los expertos. Por ejemplo, al ingerir carne de animales infectados, se corre el riesgo de contraer tenia, según información de MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Aunque la infección por tenia generalmente no presenta síntomas, algunas personas pueden experimentar molestias abdominales y notar la presencia de segmentos de la lombriz en sus deposiciones.

Además, la investigación “Antimicrobials in Agriculture and The Environment: Reducing Unnecessary Use and Waste” advierte que el consumo de carne cruda o poco cocinada puede llevar a la exposición de bacterias resistentes a los antibióticos, lo que podría suponer un riesgo para la salud humana.