La fruta que ayuda a combatir el hígado graso de forma natural

La dieta es muy importante para evitar enfermedades en general, una vida de ejercicio y el consumo de alimentos bajos en sodio y azúcares es ideal para no padecer de afecciones del hígado.

Es importante tener en cuenta que este importante órgano se encarga de descomponer las grasas para poder ser absorbidas por el organismo. Por esta razón, los problemas del hígado pueden llevar al sobrepeso.

Es crucial tener en cuenta que el hígado graso puede generarse por la obesidad y la diabetes tipo 2, pero esta condición también se asocia con el consumo excesivo de alcohol.

Por lo general, no muestra ningún síntoma. Cuando aparecen, incluyen dolor abdominal, cansancio y pérdida de peso.

La publicación Mayo Clinic precisa que los expertos no saben exactamente por qué algunas personas acumulan grasa en el hígado, mientras que otras no. “De manera similar, no se termina de entender por qué algunos hígados grasos desarrollan inflamación que avanza hasta la cirrosis. Sin embargo, algunos de los signos del hígado graso no alcohólico son: sobrepeso, resistencia a la insulina, azúcar alta en la sangre y niveles altos de grasas, particularmente triglicéridos, en la sangre”, indica.

Siempre es fundamental tener en cuenta el factor genético, ya que es probable que se desarrolle si algún antepasado sufrió de esta condición.

Las harinas refinadas y alimentos con altos niveles de colesterol, como los fritos y las comidas rápidas, pueden provocar el inicio de problemas del hígado.

Aparte de la alimentación, es muy importante realizar ejercicio de manera constante para estimular el metabolismo y ayudar a la secreción, por parte del hígado, de sustancias para descomponer las grasas.

Es recomendado realizar 150 minutos como mínimo de actividad física, las cuales puede distribuir en periodos de dos horas diarias. Así podrá mantener un mejor estado físico y ayudar a fortalecer sus músculos.

De acuerdo con Mayo Clinic, “la enfermedad del hígado graso no alcohólico es un término general para una variedad de afecciones hepáticas que afectan a las personas que beben poco o nada de alcohol. La característica principal es el exceso de grasa almacenada en las células hepáticas”.

Por lo tanto, los especialistas sugieren cocinar con aceite de oliva virgen. De igual manera, limitar la cantidad de hidratos de carbono con alto índice glucémico, especialmente las bebidas azucaradas con fructosa.

“Para algunas personas, este exceso de grasa actúa como una toxina para las células hepáticas, lo que causa inflamación del hígado y esteatohepatitis no alcohólica, lo que puede llevar a una acumulación de tejido cicatricial en el hígado. Entre el 5 % y el 12 % de las personas con esteatohepatitis no alcohólica desarrollarán cirrosis”, puntualiza Mayo Clinic.

Para tener una mejor salud de este órgano vital, es recomendable reducir o evitar el consumo de las bebidas alcohólicas.

Se tienen que evitar los embutidos, los alimentos altamente procesados y las grasas saturadas y trans. Asimismo, reducir el consumo de sodio, llevando una dieta baja en sal.

La manzana es ideal para la salud del hígado

La manzana verde tiene la capacidad ayudar a reducir el azúcar en sangre. Esta es una fruta que también puede limpiar el hígado. En un estudio de cerdos, se descubrió que los polifenoles de la manzana podrían reducir la acumulación de grasa en el hígado.

El ácido málico presente en la manzana verde es de ayuda para eliminar piedras del hígado y de los riñones.

Nutricionistas recomiendan comer este alimento especialmente en las mañanas, esto para que el organismo absorba de manera correcta los nutrientes que ofrece esta fruta.

Asimismo, se recomienda que si tiene alguna duda o cree que puede padecer problemas del hígado, no dude en visitar a un profesional de la salud para que le dé un diagnóstico certero y se pueda llevar a cabo un tratamiento acorde a cada paciente.