La guía para salir rápidamente de la 'tusa'

El poeta Francisco de Quevedo al escribir sus lamentaciones amorosas sintió que su pluma se quedaba corta para expresar su infinita tristeza, por cuenta del desamor de una dama, y encontró la metáfora precisa para plasmar su pena, el corazón desgranado de una mazorca, es decir, la tusa.

La llaman de muchos nombres, despecho, desamor, duelo amoroso, corazón ‘partío’, desengaño, desencanto, en fin, la tusa tiene tantos sinónimos como maneras de ser afrontada.

Para la psicóloga clínica Paula Dávila, “las características del duelo amoroso son diferentes de acuerdo a, si fui yo quien tomó la decisión de romper o fue el otro quien la tomó por mí; o si es una situación que puede tener arreglo a futuro; también depende del momento existencial de la persona, de su edad, de qué tan realizado está en los otros aspectos, no necesariamente emocionales”.

Se ha comprobado que cada persona es un mundo particular y cada una tiene una dinámica y unas estrategias diferentes para asumir una ‘tusa’.
“Tú pierdes a alguien y la gente a tu alrededor quiere que te recuperes muy rápido, que estés de vuelta a la normalidad pronto, y resulta que es necesario tomarse un tiempo para asumir la pérdida y retomar su proyecto de vida individual”, explica la experta.

Precisamente, en terapia de lo que se trata es de hacer que la persona aprenda a manejar la presión del entorno, que se abra un espacio para sí misma, con el fin de afrontar el dolor que está sintiendo, que aprenda de nuevo a estar sin el otro y llegue a resignificar la vida, de tal manera que esta pueda continuar.

“Muchas veces lo que dificulta la tusa es el entorno, la ayuda que tenga o no la persona de la gente a su alrededor, de su familia y de sus amigos. El nivel laboral que se tiene también marca mucho la diferencia, porque quien tiene un trabajo, tiene más posibilidad de terapia a través de sus ocupaciones y retos diarios, mientras que a una persona que no cuente con ese espacio se le va a dificultar más superar la pérdida porque tiene un espacio de tiempo muerto para estar dedicada solo a pensar en su pena y en la persona que se fue”, explica Dávila.

Básicamente es dejarse acompañar, permitirse llorar, sentir y hablar, “porque la única forma en que le quitamos peso emocional a lo que nos ocurre es hablando. Por eso uno, de mujer, le cuenta a la primera amiga y cuando va en la quinceava ya no le duele tanto, ya está más calmada, de su discurso ya ha sacado cantidad de cosas, le ha quitado peso emocional, pero además, al tiempo, reflexiona sobre la situación y la comprende mejor”.

En cuanto a esa tendencia actual de usar las redes sociales como un mecanismo de desahogo entre las parejas que rompen, Dávila considera que no es lo más indicado: “Por cada quien te habla desde su perspectiva, según como le ha ido en el baile. Tú no necesitas que nadie te diga qué debes hacer, por eso el psicólogo ni juzga ni aconseja, la decisión es tuya”.

Todos los duelos tienen etapas y son las mismas, se altera es la forma en que van pasando estas. Es muy diferente un duelo en el que la relación se acabó por traición del otro al de una ruptura causada por la rutina u otro factor. Si usted fue quien tomó la decisión, de acuerdo con los expertos, está a un pasito más adelante en la posibilidad de generar estrategias de cómo darse un espacio.

“Porque el ser humano tiene la tendencia a sanar, lo que pasa es que nosotros nos saboteamos ese proceso. La idea es cuidarse, expresar lo que se tiene que expresar, hacer buenos cierres, darse el tiempo y el espacio”, dice Dávila.

Bloquear al otro en las redes sociales es una opción. “La primera obligación que tiene el ser humano es consigo mismo, buscar lo que para él sea mejor. Si a mí me hace daño estar recibiendo lo que el otro está haciendo, lo que sigue entregando, bloquear es una decisión sabia no de inmadurez, si yo necesito tomar distancia de ese alguien, es lo más sano. Uno no hace el duelo con el cadáver en la sala. Si estoy pretendiendo terminar una relación no puedo jugar a ser amiga del otro ni seguir teniendo las mismas rutinas y actividades todos los días, donde nos vemos y compartimos todo el tiempo, no puedo seguir siendo parte de la cotidianidad del otro, porque va a ser muy complicado que reestructure mi entorno, mi rutina”, agrega la psicóloga clínica.

Alguien podrá elaborar su duelo teniendo a la persona al pie, pero no se da en la mayoría de los casos.

Hombres y mujeres afrontan de manera diferente la ‘tusa’. Mientras que ellas afrontan la situación, ellos la evaden. “Hay una conducta evasiva en el hombre, de distracción, cambian su punto de atención y les cuesta más afrontar la pérdida, porque a su mejor amigo no le cuentan todo, solo lo que les conviene, debido a los rezagos de un machismo en donde expresar emociones o mostrarse deprimido o aburrido no es bien visto. Y si cuentan la historia la cuentan una vez”, considera ella.

Y aunque muchos ‘entusados’ se aferren al refrán popular: “Mátame tusa que el amor no pudo”, hay buenas noticias, la tusa adelgaza, deprime, pero no mata.

Dese la oportunidad de expresar, de llorar, de sacar todo lo que siente. Pero cuide a quién se lo dice, no todo el mundo está preparado para escuchar. La escritura es una maravillosa forma de desahogarse (escriba para usted).

Acepte la ruptura. Asuma que la relación se acabó, agradezca el tiempo compartido y la experiencia vivida.

Aléjese de su ex. Aunque se muera por verlo (a), guarde distancia, evite verlo (a) y seguirlo (a) en redes, no se martirice, jamás será su mejor amigo (a). Evite ‘cangrejear’ (tener encuentros sexuales casuales con su ‘ex’).

Consiéntase. Cambie su look. Ámese mucho, disfrute su tiempo a solas para hacer lo que siempre quiso.

Salga, no se encierre, disfrute de su soltería, haga amigos, vuelva a seducir, sea sexy.

Si decide volver con esa persona, parta de la premisa de que es alguien nuevo, porque tras un proceso de ruptura, nadie es el mismo. Y jamás vuelva con el otro con la idea de que este va a cambiar, pregúntese si lo que le ofrece está bien para usted o hay algo con lo que no puede negociar. Y decida.

¿Un clavo saca otro clavo?
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“El tiempo que hay que darse, tras una ruptura, para conseguir a otra persona, varía de una a otra. Si no se siente preparado para empezar otra relación, no se embarque y espere”.

“La explicación de que un clavo saca otro clavo tiene su base en el psicoanálisis, es un proceso que consiste en quitar la atención de una persona para ponerla en otra. Pero esa es una salida fácil, que no genera evolución. Cuando uno se da un tiempo, después de un duelo, para quedarse solo es porque requiere de ese proceso de saber en qué fallé, qué hice bien y qué está pasando conmigo que no permite que mis relaciones de pareja sean sanas”.

“Hay gente que dura mucho tiempo sola pero no se autoanaliza, preguntarse qué dificulta que yo sea buena pareja, qué quiero a la hora de ser pareja, porque el proceso de selección lo hacemos mal, no nos preguntamos si nuestros proyectos de vida coinciden o no”, dice Dávila.

Paula Dávila

Origen: caleña.

Estudios: administradora de empresas, graduada como psicóloga clínica de e la Universidad San Buenaventura.

Trayectoria: Trabajó en la Clínica Amiga. Tiene experiencia en acompañamiento psicológico a pacientes diagnosticados con cáncer terminal y pacientes quemados en el área de cuidados intensivos.

Asesora empresas en el campo psicológico. Hace parte de espacios televisivos como ‘Amaneciendo’ y ‘Tardes del Sol’ de Telepacífico y ‘Guía Magazín’ del Canal 2, y en programas radiales ‘Boom FM’ y en ‘El corrillo de Mao’, entre otros.

El 7 de febrero lanzará su nuevo blog para hablar de diversos temas con sus seguidores.