Salud
Los silenciosos síntomas de las enfermedades urinarias que jamás se deben pasar por alto
Las frecuentes urgencias de ir al baño tanto en el día como en la noche, y el goteo involuntario, son sintomatología de que el tracto urinario no está funcionando bien. Prevenga patologías.
Por: María José Valencia, del Semillero de Periodismo UAO - El País
¿Ha padecido la urgencia de ir al baño constantemente para orinar, levantarse más de dos veces en la noche por la misma sensación o tener un goteo involuntario? Pues debe prestarle atención a esas manifestaciones, ya que son síntomas del tracto urinario que pueden indicar la presencia de alguna patología en ese sistema del cuerpo.
Aunque se suele creer que los problemas relacionados con la pérdida del control de la vejiga o la necesidad constante de ir al baño están relacionados directamente con la vejez, lo cierto es que esto es un estigma que hay que erradicar, ya que estas patologías se pueden desarrollar en cualquier etapa de la vida.
Además, debido a la relación que las personas hacen entre la vejez y las enfermedades urinarias, es que muchas de las sintomatologías suelen ser normalizadas, provocando que el paciente solo acuda con un especialista cuando alguna enfermedad urinaria se encuentra en un estado avanzado.
¿Cuáles son los síntomas del tracto urinario inferior?
De acuerdo con el doctor y especialista en urología, David Álvarez, los síntomas del tracto urinario inferior (STUI), se pueden dividir en dos grandes grupos:
Los síntomas de almacenamiento, que se caracterizan porque interrumpen el llenado de la vejiga, es decir, el aumento en la frecuencia para ir al baño tanto en el día como en la noche y la sensación de urgencia.
Y los síntomas de evacuado, que se caracterizan por tener un chorro débil, lento e intermitente, tener que hacer fuerza para orinar y la sensación de no evacuar completamente cuando se orina.
Con relación a esto y según el estudio CobaltB (un estudio de prevalencia de síntomas del tracto urinario inferior y de vejiga hiperactiva en hombres y mujeres en Colombia), dirigido por el doctor Mauricio Plata, jefe del Departamento de Urología de la Fundación Santa Fe en Bogotá, el 88.5 % de las mujeres y el 79 % de los hombres (mayores de 18 años), presenta al menos un síntoma del tracto urinario nferior (STUI), lo que deja en evidencia que existe una alta prevalencia de estos síntomas en el país.
Es por esto que el doctor Álvarez explica que “cuando los pacientes tienen alguno de estos síntomas, tanto de almacenamiento como de evacuado, que empiezan a preocuparlos, a alterarles la calidad de vida, deben ir a consulta”.
Además, hace énfasis en que “normalizar los síntomas no es una buena estrategia”.
Así como existen diversos síntomas relacionados al tracto urinario, hay diversas patologías asociadas a este. Algunas de ellas son infecciones urinarias, las cuales suelen ser las menos graves, la vejiga hiperactiva, la hiperplasia prostática benigna e incontinencia urinaria.
Cuidado con las enfermedades urinarias
Una vejiga hiperactiva se da cuando los músculos de la vejiga comienzan a contraerse solos, provocando en el paciente la necesidad repentina de orinar todo el tiempo, incluso, si la vejiga no está llena.
Por otro lado, la hiperplasia prostática benigna que solo se da en hombres, se trata del crecimiento excesivo (no maligno) de la próstata, lo que ocasiona dificultad para orinar y necesidad de ir frecuentemente al baño.
En cuanto a la incontinencia urinaria, que se refiere a la pérdida del control de la vejiga o pérdidas involuntarias de orina, se encuentran varios tipos:
- Incontinencia de urgencia: se trata de la fuerte necesidad de orinar, además de goteo involuntario y puede ser confundida con la vejiga hiperactiva.
- Incontinencia de esfuerzo: ocurre cuando el movimiento o la actividad física como por ejemplo, reír, correr, toser, entre otros, genera presión en la vejiga y ocasiona la pérdida involuntaria de orina.
- Incontinencia mixta: tener más de un tipo de incontinencia.
- Enuresis: por lo general se da en niños hasta los 5 años como parte normal del crecimiento y se refiere a la pérdida de control de la vejiga en las noches, lo que ocasiona mojar la cama.
Ya que estas patologías tienen una alta prevalencia en el país, el doctor David Álvarez, menciona que estas enfermedades no solo afectan la calidad de vida de las personas, sino que también generan grandes impactos económicos por la necesidad del paciente de usar pañales, protectores, bolsas de recolección, entre otros.
Los pañales para adultos suelen encontrarse en el mercado por precios promedios entre los $38.000 y $50.000 en paquetes de 10 unidades, lo que podría tener un impacto en la canasta familiar del afectado.
De acuerdo con el urólogo, algunos factores de riesgo que pueden desencadenar una incontinencia urinaria son el sobrepeso, ya que se ejerce una mayor sobrecarga en el suelo pélvico y ocasiona el deterioro de los tejidos; y la acción de fumar, ya que genera una alteración en los tejidos, favoreciendo la hiperlaxitud y ocasionando el escape de orina.
Tratamientos y recomendaciones
¿Qué tratamientos existen para la vejiga hiperactiva? El urólogo David Álvarez explica que el manejo en principio se da de manera escalonada, ya sea con terapia comportamental, donde se le sugiere al paciente eliminar ciertos alimentos que aumentan la sensación de llenado vesical, como el consumo de café, de té, elementos que tienen cafeína o teína, que son estimulantes “y lo que hacen es disminuir el umbral de excitación para que la vejiga tenga la sensación de llenado”.
Hay una línea con medicamentos tomados que bloquean la actividad de la vejiga que se conocen como anticolenigéricos o agonistas beta 3, y una tercera línea que es la colocación de la toxina botulínica adentro de la vejiga para paralizar o restringir la actividad de la misma o la colocación de un aparato llamado neuromodulador que estimula la vejiga frenando la hiperactividad, generando el control del síntoma.
Las intervenciones quirúrgicas están indicadas cuando han fracasado los manejos comportamentales y farmacológicos. Es decir, cuando la dieta, la terapia del piso pélvico y los medicamentos orales han fallado se debe considerar las opciones quirúrgicas, que son dos: la toxina botulínica intravesical o la colocación de un neuromodulador sacro que busca paralizar un poco la vejiga.
El doctor Álvarez recomienda, además, promover la detección temprana, la cual se puede lograr con un tamizaje especializado y también prestando atención a la sintomatología desde que aparece.
La urgencia de ir al baño es una de esas primeras alertas. “Es ese paciente que todo el tiempo está pendiente de dónde hay un baño y empieza a evitar participar en actividades sociales porque tiene miedo a no encontrar uno o porque teme mojarse en la ropa, entonces ese es un síntoma cardinal de la vejiga hiperactiva, que además, tiene prevalencia mayor en las mujeres”, manifestó.
Para recibir tratamiento adecuado y a tiempo, Álvarez enfatiza en estar atento a la aparición de los síntomas. “La idea es buscar ayuda tempranamente para disminuir el impacto de la enfermedad”.
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