Salud
Los efectos que tiene el consumo de miel en el sistema cardiovascular
Uno de los beneficios destacados de la miel es su capacidad para proporcionar un impulso de energía y posiblemente contribuir a mantener niveles de azúcar en sangre estables.
Son múltiples los beneficios que deja el consumo de la miel en el organismo, debido a que entre sus características tiene una gran mezcla de antioxidantes, vitaminas, aminoácidos, minerales, hierro y zinc.
Es importante señalar que el uso de este producto es como un edulcorante natural y, además, las personas a menudo la consumen con el objetivo de que se alivie la tos y se pueda utilizar como un remedio natural para diferentes enfermedades.
“La miel es un alimento nutritivo, saludable y natural producido por las abejas. Sus propiedades benéficas van más allá del uso como dulcificante, ya que es rico en sales minerales, enzimas, vitaminas y proteínas que le donan propiedades nutritivas y organolépticas únicas”, señala la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
Entre los principales beneficios que tiene para la salud es que la miel ayuda al sistema cardiovascular, por ejemplo, los expertos en nutrición, la miel de abejas natural posee un potente efecto relajante en los vasos sanguíneos.
Gracias a sus compuestos antioxidantes, la miel puede disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
La miel puede contribuir a la prevención de trastornos intestinales como la diarrea. Además, también podría ser beneficiosa en la terapia de rehidratación oral.
Uno de los beneficios destacados de la miel es su capacidad para proporcionar un impulso de energía y posiblemente contribuir a mantener niveles de azúcar en sangre estables, lo que es esencial para las actividades cotidianas.
Es fundamental destacar que, en general, el consumo de miel es seguro, pero es crucial estar atento a los posibles efectos que podría tener en cada individuo, ya que pueden variar. Por lo tanto, antes de utilizar este producto como parte de un tratamiento para enfermedades, es importante consultar a un profesional médico.
Desde Maes Honey, indicaron que es importante disfrutar de la miel con moderación y de manera responsable. A pesar de ser un alimento delicioso y completamente natural, sin aditivos ni conservantes, es fundamental no abusar de su consumo, especialmente en una sociedad que tiende al exceso de azúcares.
“Aunque la miel es un edulcorante natural, esto no significa que deba consumirse en exceso. Para una persona sana, sin problemas de peso y que no dependa en exceso de azúcares en su dieta, se recomienda limitar el consumo de miel a aproximadamente una cucharadita pequeña al día, equivalente a unos 10-12 gramos. No obstante, es importante recordar que esta cantidad puede variar según la dieta individual y la ingesta diaria de azúcares”, citan desde Maes Honey.
Numerosos estudios respaldan los efectos beneficiosos de la miel en la salud cardiovascular. Como se mencionó anteriormente, esto se debe a sus propiedades antioxidantes, que contribuyen a la prevención del colesterol y, en consecuencia, al fortalecimiento del corazón.
A pesar de su apariencia paradójica, la miel puede contribuir al equilibrio de los niveles de azúcar en la sangre.
Cuando se consume miel, la fructosa presente en ella facilita la absorción de glucosa por parte del hígado, que la convierte en glucógeno. Luego, el glucógeno se distribuye a órganos vitales como el corazón, el cerebro y las células sanguíneas.
Este proceso de almacenamiento de glucógeno mejora el funcionamiento de los órganos y tejidos esenciales, al tiempo que retira la glucosa del cuerpo, contribuyendo así a la reducción de los niveles de azúcar en sangre.
El control de la presión arterial es crucial para prevenir accidentes cerebrovasculares y derrames cerebrales. En esencia, la presión arterial se refiere a la fuerza ejercida por la sangre contra las paredes de las arterias.
Se considera que una persona padece de presión arterial alta cuando sus niveles de lectura son iguales o superiores a 140/90 mm Hg.