¿Qué le pasa a una persona que toma leche y quiere bajar de peso?

Siempre es importante consultar con un nutricionista o profesionales de la salud para recibir una orientación adecuada, de acuerdo a las necesidades de cada persona y los objetivos trazados en alimentación para adelgazar o cualquier otro.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), “la leche proporciona nutrientes esenciales y es una fuente relevante de energía alimentaria, proteínas de alta calidad y grasas. La leche contribuye a consumir la cantidad necesaria de nutrientes -como calcio, magnesio, selenio, riboflavina, vitamina B12 y ácido pantoténico-, que se requieren para una buena salud”.

Además de calcio, la leche es una buena fuente de vitaminas y minerales relevantes, como vitamina D, vitamina B12, fósforo, potasio y magnesio. Estos nutrientes son esenciales para el funcionamiento adecuado del cuerpo y el mantenimiento de una buena salud.

Considerada una de las mejores fuentes de calcio, vitales para el crecimiento, fortalece los huesos y dientes. Las recomendaciones que hacen los expertos es de 3 vasos al día, bajo recomendaciones médicas si se tiene dietas especiales.

En la actualidad hay varias opciones según la tolerancia de cada quien al componente de la lactosa. Hay leche semi-descremada (baja en grasa), descremada (sin grasa), deslactosada (sin lactosa) y entera, elaboradas de acuerdo a las necesidades de cada persona.

¿Aumenta el peso?

De acuerdo a varias evaluaciones sobre el consumo de leche, el calcio que contiene esta y sus derivados ayuda en la degradación de las células grasas conocidas como adipositos, esto favorece en el mantenimiento del peso corporal.

Este mismo elemento ayuda a prevenir la llegada de la osteoporosis, enfermedad que se presenta con el avance de los años y que comienza a hacer más porosos los huesos. La leche es una gran fuente de aminoácidos esenciales, particularmente la leucina, que estimula la síntesis y reparación de proteínas musculares. Por ello, se recomienda tomar un vaso de leche luego de hacer ejercicio, para el aumento de masa muscular.

Se ha demostrado que consumir este rico alimento traen varios beneficios para la salud, uno de ellos es que ayuda a conciliar el sueño, pues contiene sustancias que garantizan un buen descanso, se cree que beber una taza de leche caliente media hora antes de dormir prepara el cuerpo para dormir plácidamente. Esto se da gracias al triptófano, un aminoácido, presente en la leche, que mejora la calidad y cantidad del sueño, gracias a que estimula la creación de la serotonina y la melatonina.

Otros estudios han demostrado que se puede y es bueno consumir este líquido a cualquier hora del día, ya sea en la mañana, la tarde o en la noche, la leche trae varios beneficios al cuerpo sin importar la hora en que sea consumida.

Otros beneficios de la leche

Según expertos, la leche y los productos lácteos pueden tener varios beneficios para la salud del corazón, por lo que recomiendan consumirla diariamente para el cuidado de la salud cardiovascular. A continuación, algunos beneficios:

• Calcio: La leche es una excelente fuente de calcio, y varios estudios han demostrado que una ingesta adecuada de calcio puede ayudar a reducir la presión arterial y el riesgo de enfermedad cardiovascular.
• Vitamina D: Muchas leches fortificadas están enriquecidas con vitamina D, que es esencial para la absorción adecuada de calcio. La vitamina D también puede desempeñar un papel en la salud cardiovascular al ayudar a regular la presión arterial y reducir la inflamación.
• Potasio: La leche es una fuente natural de potasio, un mineral que desempeña un papel importante en la regulación de la presión arterial. Una ingesta adecuada de potasio puede ayudar a mantener la presión arterial bajo control y reducir el riesgo de enfermedad cardíaca.
• Ácidos grasos omega-3: Algunas variedades de leche, como la leche de vacas alimentadas con pasto, pueden contener ácidos grasos omega-3. Estos ácidos grasos saludables han demostrado tener efectos positivos en la salud cardiovascular, como la reducción de la inflamación y el riesgo de enfermedades del corazón.