¿Qué pasa si se toma café y no se lava los dientes?

El café es una de las bebidas más características de Colombia y, por ende, una de las más consumidas. Esta preparación tiene una serie de beneficios para la salud, sin embargo se deben tener algunos aspectos en cuenta al beberla.

De hecho, se ha comprobado que el beber café de manera constante puede llegar a causar alguna alteración en la tonalidad de los dientes, haciendo que estos tengan un aspecto amarillento.

Por ello, mucho se escucha que se deben lavar los dientes después de consumir café. Sin embargo, según algunos especialistas, podría resultar más beneficioso hacerlo antes de tomar esta bebida.

“Sí mantienes tus dientes limpios y en buen estado, el café tiene menos restos a los que adherirse”, indicó la dentista Christina Meiners.

Se debe recordar que el café tiene cierto contenido de acidez, por lo que puede atacar directamente a los dientes y aprovecharse de los restos de placa bacteriana que en ellos está presente.

Por lo anterior, cepillar los dientes justo después de consumir café puede llegar a desgastar el esmalte de la dentadura, lo que hace que queden más expuestos a daños externos.

Al respecto, la dentista Sonya Krasilnikov explicó: “No te interesa lavarte los dientes cuando la boca está en un ambiente ácido porque es químicamente abrasivo”. A su turno, la especialistas Meiners complementó: “Si lo haces, estás frotando tus dientes con más ácido, lo que puede provocar que se desgasten antes y sufras más sensibilidad”.

No obstante, si se olvida lavar los dientes antes de tomar café, los especialistas recomiendan una práctica para poder evitar el daño en ellos.

“Tu saliva neutralizará el pH de tu boca, en media hora, tu boca volverá a estar en un pH adecuado y volverá a ser seguro lavarte los dientes”, resaltó Krasilnikov.

Las consecuencias del consumo de café en los niños

El consumo de cafeína en exceso puede tener efectos nocivos para la salud. Por la misma razón, los especialistas advierten los riesgos para niños que ingieren esta bebida.

El portal de salud Mayo Clinic explica que consumir hasta 400 miligramos de cafeína al día es seguro para la mayoría de adultos sanos. Esta cantidad equivale a cuatro tazas de café o dos bebidas energizantes.

Aunque el uso de la cafeína puede ser seguro para los adultos, no es una buena idea para los niños. De hecho, los expertos advierten que los adolescentes y adultos jóvenes también pueden estar en riesgo por ingerir exceso de cafeína o mezclar este componente con alcohol o medicamentos.

También en el caso de las mujeres embarazadas, que buscan quedar embarazadas o están lactando, es importante consultar con un médico, pues la recomendación general es limitar el consumo de cafeína a menos de 200 miligramos al día.

La ingesta de cafeína puede tener efectos secundarios como dolor de cabeza, insomnio, nerviosismo, irritabilidad, aumento de la tensión arterial, micción frecuente o incapacidad para controlar la micción, taquicardia o temblores musculares. “Los niños son más susceptibles a los efectos de la cafeína y, por lo tanto, esta sustancia, causa trastornos que podrían producirse con dosis muy inferiores”, explica el médico Alfonso Pérez, en un artículo de la Fundación Mapfre.

El portal Nemours Children’s Health explica que la cafeína, un estimulante natural presente en el café, el chocolate y otros alimentos y bebidas, puede tener muchos efectos negativos en los niños, incluso si se consume en pequeñas cantidades:

Los niños beben con frecuencia de cafeína presente en refrescos, gaseosas y café, tienen un 60 % más de probabilidades de ser obesos.

Las bebidas con cafeína suelen contener calorías vacías y los niños que se llenan con ellas no obtienen las vitaminas y los minerales que necesitan de fuentes saludables. El exceso de este estimulante puede hacer que no se obtenga el calcio que los niños necesitan para tener huesos y dientes fuertes.

El exceso de bebidas con cafeína endulzadas puede provocar caries por el alto contenido de azúcar y erosionar el esmalte dental por la acidez.

La cafeína es un diurético que hace que el cuerpo elimine agua (por medio de la orina), lo cual puede contribuir a la deshidratación. Es conveniente evitar el exceso de cafeína en clima cálido, cuando los niños necesitan recuperar el líquido que pierden a través de la sudoración.