¿Qué se puede hacer cuando le duele la garganta?

El dolor de garganta puede ser un síntoma común de enfermedades virales y bacterianas, así como de posible irritación ambiental. Aunque hay personas más sensibles que otras a los dolores de garganta, siempre es bueno que antes de usar cualquier medicina se consulte con un médico. Según los expertos, la irritación en la zona se debe a falta de humectación, “¿ha notado que el dolor de garganta parece empeorar por la mañana? Esto es porque la garganta se seca durante la noche. Las pastillas o los caramelos duros, o cualquier cosa que estimule la producción de saliva, servirán para mantener la garganta húmeda. También es importante beber líquidos en abundancia”, dice la Dra. Valerie Riddle, experta en enfermedades infecciosas citada por el portal de salud NIH del gobierno de los Estados Unidos.

Es importante saber que el dolor de garganta también se puede tratar con aerosoles y analgésicos de venta libre como el acetaminofén, el ibuprofeno o la aspirina. Sin embargo, siempre la recomendación es no automedicarse y acudir al médico si existe fiebre o inflamación de los ganglios, pues esto se trata de una manera diferente.

Para apaciguar el dolor, en cambio, existen remedios caseros que pueden contribuir mientras se logra hablar con un médico. El primero son las gárgaras con agua salada que ayudan a reducir la inflamación y aliviar el dolor. La mezcla debe ser media cucharada de sal por medio vaso de agua tibia. Además, es recomendable beber líquidos tibios como tés, caldos y agua con limón. Las bebidas azucaradas, según los expertos, pueden empeorar el dolor. Es importante, también no consumir líquidos fríos ni mucho menos helados, ya que pueden aumentar la inflamación.

Es necesario, por otro lado, consumir caramelos duros o pastillas para la garganta, pero hacerlo siguiendo a plenitud las indicaciones del medicamento de venta libre que están en el empaque. Se recomienda, además, usar un humidificador que contribuye a aliviar la molestia. Por último, es muy importante hablar lo menos posible y dejar descansar la garganta tanto como se pueda.