Una almendra diaria trae al cuerpo muchos beneficios

Las almendras provienen de Asia Occidental, lo que hoy conocemos como Afganistán, Armenia, Chipre, Georgia e irán. Cuentan los historiadores que los primeros almendros debieron crecer hace cerca de 10 mil años. Sin embargo, con la expansión de las civilizaciones, estos frutos comenzaron a ser consumidos por egipcios, fenicios, griegos y romanos, quienes los apreciaban por su gran cantidad de preparaciones posibles. Con los árabes como motor de comercio y también con algunas invasiones, las almendras llegaron a la península ibérica y con el descubrimiento del nuevo mundo, a este nuevo territorio.

Hoy las almendras son consideradas como un alimento saludable y versátil, además que se les conoce como un gran productor de productos derivados como la leche de almendras y los aceites, así como un gran aporte para el buen vivir. Las almendras tienen muchos beneficios para la salud, por ejemplo, dicen los expertos que cuando una persona come almendras, esto permite disminuir los niveles de colesterol dañino en la sangre gracias a su gran contenido ácido oleico. El consumo de estos frutos ayuda a prevenir enfermedades cardiacas como infartos y accidentes cerebrovasculares, Las almendras contienen fibra, lo que ayuda a regular la presión arterial y, adicionalmente, a mejorar la función del sistema digestivo.

Por otro lado, contribuyen a controlar el apetito, y esto, adicionalmente, a perder peso. Las almendras tienen un alto contenido en calorías y un alimento denso en nutrientes, por lo que se convierten en una opción saludable y 100% benéfica para el organismo. Además, al ser ricas en vitamina E son un potente antioxidante que ayudan a proteger las células del cerebro y a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.

Sin contar, además, que son buena fuente, calcio, magnesio y fósforo, minerales necesarios para cuidar la salud de los huesos y prevenir la osteoporosis. Este alimento también contiene vitamina K importante para la coagulación de la sangre y la salud del sistema óseo. Cabe anotar que todo cambio en la dieta es necesario consultarlo con un especialista en nutrición, pues sin importar los beneficios todo cambio en la dieta puede generar efectos adversos.