Una médica caleña es pionera en implantes de corazón a adultos
La cirujana Lorena Montes realizó el primer implante de corazón artificial en adultos mayores en toda Latinoamérica, junto a otra médica de la Fundación Cardiovascular de Colombia. Entrevista.
En algún lugar de Cali, una noche del año 2007, en medio de una riña, un arma blanca penetra el corazón de un hombre. Luchando por su vida, llega al Hospital Universitario del Valle. Las palpitaciones son cada vez más débiles, el aire apenas es suficiente, todo apunta a que su último latido se avecina.
Los médicos llegan corriendo en busca de salvar este corazón, esta vida. Así que, inmediatamente, el paciente es ingresado a sala de cirugía. A partir de ese momento, su corazón cuelga literalmente de las manos de los meticulosos doctores.
Lea también: ¡No es un asunto de moda! Lo que debe saber de la explantación mamaria
A medida que pasan las horas, el pronóstico del último latido es descartado. Y justamente ahí, en el quirófano, en medio del frenesí y la adrenalina que implica operar un corazón, se salva una vida, y la médica interna Lorena Montes Villalobos, confirma su amor por su oficio.
Una pasión que ha llevado a esta caleña a ser la primera cirujana en implantar un HeartMate3 en un adulto mayor en toda Latinoamérica, durante una intervención realizada en Bucaramanga. El HeartMate III (HM3) es un dispositivo que utiliza energía eléctrica para reemplazar la función del ventrículo izquierdo del corazón y bombear sangre al resto del cuerpo, una solución innovadora para atender a pacientes que requieren un trasplante de corazón, pero todavía no han podido conseguirlo.
Lea además: Juan Pablo Herrera, el médico caleño que hace historia en Harvard
El País habló con la cirujana Montes sobre este logro, su formación en medicina en Cali y la labor de las mujeres en este campo profesional.
¿Cómo fue el proceso para llegar a implantar el HeartMate 3?
Inicia con mi pasantía en el hospital San Marcos en España, pero va tomando forma en Berlín donde me capacité en asistencia circulatoria. Luego, al llegar a Colombia, quería aplicar todo lo que había aprendido, pero el campo era cero desarrollado aquí. Después de unos años se dio la oportunidad de trabajar junto a mi esposo en la Clínica Cardiovascular de Colombia. Para ese momento, el campo estaba muy reservado a los hombres y no fue hasta que la doctora Sara Mendoza implantó el primer HM3 en un pediátrico, que se abrieron las puertas para que yo implantará el primer HM3 en un adulto mayor en Latinoamérica.
¿Cuál es la función del HeartMate 3?
El HeartMate 3 es una maquinita que “reemplaza” al corazón por un tiempo o incluso de por vida. Estos pueden ser de gran ayuda para pacientes que necesitan un trasplante y no pueden acceder a ello.
¿Por qué se ha destacado este procedimiento en el que usted participó?
Si bien la implantación de HeartMate3 ya se ha realizado en pacientes menores, este es el primero implantado en un adulto mayor en Latinoamérica, realizado por dos mujeres de la misma institución, la Fundación Cardiovascular de Colombia.
¿Cree usted que se le está dando el reconocimiento a las mujeres en la medicina cardiovascular?
Aún hay un camino largo por recorrer para llegar a una completa equidad. Pero sí hay avances. Por ejemplo, el hecho de que haya un Women’s Comittee en LACES (Latin American Association of Cardiac and Endovascular Surgery), es un gran paso; y es un paso dado por LACES, es decir, un grupo que está totalmente integrado por hombres. Creo en el balance que trae esta equidad, somos complementarios, no es que unos sean mejores que otros, no, complementarios. Y este balance es lo que realmente va a aportar para todos los campos, para los pacientes, para los resultados, para innovar.
Porque si se nos abre un espacio, ya es más fácil posicionarse y asimismo ser reconocidas por nuestra labor.
¿Cómo llegó a ser la líder de las mujeres en cirugía cardiovascular de LACES?
Cuando llegué a Colombia tras mi residencia en España y vivir situaciones desagradables al ser una mujer latina trabajando en un campo casi que solo para hombres, me puse a estudiar sobre la desigualdad en la cirugía cardiovascular para entender más y descubrí que hay muy pocas mujeres reconocidas en el campo, muchos casos de acoso, problemas de contratación por deseo de maternidad y demás. Entonces empecé a trabajar y creé un grupo de WhatsApp con mujeres en el campo de la cirugía cardiovascular y empezamos a hacer reuniones, hablé con la industria en busca de apoyo.
Gracias a toda esta labor fui contactada para hacer un artículo para la revista Seminars in Thoracic and Cardiovascular Surgery, el cual fue un éxito; y finalmente el año pasado llegué a ser Chair en LACES para continuar con esta labor.
Su trabajo trasciende el escenario médico, para impulsar a otras compañeras de profesión a trabajar en pro de que exista una equidad en el campo de las cirugías de corazón.
¿Cómo es su relación con Cali?
Cali representa mi vida, la ciudad que más amo y añoro, mi familia, mis arraigos, mi formación, mi espacio de recargar energías - sin contar que amo el fútbol y soy hincha de la mecha - La ciudad donde nació mi hijo y a donde voy con frecuencia para visitar a mi familia y amigos.
¿Qué opina sobre la formación de médicos en esta ciudad?
Aquí en Cali hay educación de calidad y al ahora haber tantas facultades de medicina, se aumenta la competitividad, se crea una competencia sana y de calidad; eso mismo hace que las cosas mejoren. Pero sí creo que hay que fortalecer la parte de la investigación académica. Hace falta muchísima inversión en investigación para que la gente también quiera dedicarse a este campo.
Lo otro es, y esto si es en toda Colombia, que es difícil acceder a las nuevas tecnologías, entonces todo se retrasa. Para cambiar esto se requieren varias cosas, primero que todo, interés de parte de los que están distribuyendo e importando la tecnología, para que así las cosas lleguen al mismo tiempo y tengamos las mismas oportunidades para capacitar a los médicos y para que las clínicas tengan la infraestructura adecuada. Todo esto necesita de un sistema de salud que esté engranado, que funcione y que lleguen los pagos a las IPS porque o si no, será muy difícil. Si una clínica no recibe pagos de donde tiene que recibir, pues, invertir en tecnologías va a ser imposible.
¿Qué viene ahora en su proyección profesional?
Yo todos los días agradezco por donde estoy y todo lo que hago a diario. Pero creo que en la vida siempre hay que buscar un siguiente paso, para no estancarse, para estar siempre moviéndose y darle más dinamismo y pasión a la vida. De esta forma, se pueden llevar las cosas a mayor impacto para los demás y también para uno mismo. Para mí, uno siempre tiene que ponerse metas. A veces las alcanza, a veces no. Si uno no las alcanza, tampoco es el fin del mundo, busca otra meta, redirige esa. Hacer lo que a uno lo haga sentirse feliz y tranquilo con su consciencia es siempre lo más importante.
Por ahora, esta profesional caleña sigue investigando y poniendo en práctica sus saberes, para ayudar a los pacientes con patologías cardíacas en la ciudad de Bucaramanga, donde reside actualmente. Sin embargo, dice que vivir de nuevo en Cali, sería una situación ideal, pues a pesar de haber nacido en Francia, “es más caleña que el pandebono” y “Cali siempre tendrá un lugar vital en su corazón”.