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Lo más importante a la hora de luchar contra un complejo sexual es autoconocerse y decidir por uno mismo qué es lo que realmente desea, que lo quieran o deseen “por lo que se espera de mí o por lo que realmente soy”. | Foto: Foto: Pixabay

SEXUALIDAD

Que estos complejos no le arruinen un buen momento de pasión

La inseguridad, una autoestima débil, el temor al qué dirán, el machismo y los mitos pueden convertir un momento de placer en un infierno.

6 de junio de 2021 Por: Redacción de El País

Si le ha pasado que en plena faena sexual pensamientos como “¿será que sí me veo sexy?”, “¿se me notará el gym?”, “¿y si no doy la talla?”, “qué tal que no la satisfaga”, le hacen perder la concentración y lo que iba a ser una noche de placer termina en un “dejémoslo para después”, usted puede estar dando rienda suelta a sus complejos sexuales.

Para la psicóloga y sexóloga Paula Dávila los complejos sexuales “se dividen en tres grupos, uno que tiene que ver con la inseguridad, la autoestima y todas las inseguridades o temores que puedo tener a nivel personal y que en el encuentro con el otro se ven más expuestos. El segundo tiene que ver más con el tema de desempeño, la experticia, los conocimientos, el presentarse como muy conocedor del tema es un tabú que hace presión. Y el tercer grupo tiene que ver con la parte psicológica, las fantasías y los fetiches, ese tipo de cosas que despiertan en algunos inseguridad de manifestarlas, porque no quieren ser etiquetados como pervertidos o personas con problemas mentales a raíz de sus preferencias sexuales”.

De ser este su caso, lo mejor es fortalecer la autoestima, comunicarse mejor con su pareja y mirar la opción de una terapia sexual que pueda ayudar a superar el complejo.

Complejos de ellos

1. El tamaño

El tamaño importa, pero más a ellos que a ellas. “Para los hombres el complejo número uno es que su órgano sexual masculino no responda a un supuesto estándar de tamaño o tenerlo demasiado pequeño y no satisfacer a su pareja”, dice el sexólogo Ezequiel López Peralta. Padecer problemas de erección o el gatillazo (incapacidad de mantener una erección), los vuelve inseguros, pero aparte de causas vasculares, neurológicas, hormonales o farmacológicas, puede darse por la ansiedad de no conseguir una erección, la depresión, conflictos con la pareja o estrés. Se puede solucionar.

2. Parecer inexperto

Este complejo va muy ligado al anterior y se basa en la creencia popular y machista de que un hombre tiene que sabérselas todas en la cama. Él puede conocer todas las técnicas del kamasutra al derecho y al revés, pero al momento de ponerlo en práctica con su pareja, lo invade una sensación de inseguridad que lleva a que a veces no se arriesgue o pruebe hacer cosas diferentes. Dicho complejo se da también en las mujeres, dice la psicóloga y sexóloga Paula Dávila, “y va ligado al temor de que el otro piense mal de mí o que tenga una concepción de que yo no doy la talla en la cama”.

3. El rendimiento

Los complejos de los hombres tienen que ver más con el rendimiento, dice Ezequiel López Peralta, “no durar el tiempo que el hombre cree que debe durar para complacer a su pareja, no lograr una erección apropiada o que si la mujer no tiene un orgasmo o más, hay hombres que se sienten acomplejados”. Estar a la altura de la mujer que tienen delante es tan traumático para algunos hombres que es muy normal encontrarse con situaciones en los que ellos pierden la erección por querer impresionar demasiado a una mujer en la cama. La seguridad vuelve a ser por tanto un factor clave para evitar este tipo de situaciones.

4. No ser bueno en la cama

El principal complejo tanto de ellos como de ellas es no ser lo suficientemente bueno en la cama. Este temor se da más por estereotipos externos que se han creado y no por un verdadero problema latente en la pareja”, dice la sexóloga Paula Dávila.
Para ella, hay que recalcar que “la sexualidad es un tema subjetivo y por lo tanto va atravesado por lo que a cada uno le gusta o no le gusta y lo importante es comunicarse, ser honestos, sinceros y manifestar lo que se quiere, para lograr que el encuentro íntimo sea satisfactorio para ambos”. No se trata de una competencia, sino de disfrute.

5. Ven el juguete sexual como una competencia

Muchos hombres sienten el complejo de que el juguete sexual (vibrador, dildo, por ejemplo) los va a reemplazar y eso puede afectar a las parejas. “Esa falsa creencia es nociva para la intimidad, porque los juguetes son para condimentar y para agregar sensaciones, que no son posibles para el cuerpo humano, pero no son algo para rivalizar”, explica el sexólogo Ezequiel López Peralta. Él recomienda hacer de los juguetes y fantasías sexuales unos aliados en el momento de la intimidad y no verlos como intrusos o rivales potenciales.

Complejos de ellas

1. No cumplir con estándares de belleza

“La mujer tiene en principio más complejos relacionados con el cuerpo, que si estoy gordita, muy flaca; que si tengo estrías, celulitis, arrugas. Cree que la mirada del hombre la juzga, cuando en realidad no suele ser así”, dice López Peralta. Para la sexóloga Dávila, “ vivir en una sociedad que le rinde mucho culto al cuerpo bien tonificado, a ciertos tipos de peso, talla o medida, causa más presión a la hora de tener encuentros sexuales porque en un encuentro íntimo se deja todo al descubierto”. El fortalecimiento de la autoestima vencerá dicho temor.

2. No tener orgasmos

No lograr un orgasmo fácilmente o tener uno solo y no llegar al orgasmo múltiple, es algo que suele acomplejar a las mujeres. “Sabemos que la mujer tiene más posibilidades de lograr un orgasmo que el hombre, pero no quiere decir que todas lo logren”, dice López. “Ahora se ha convertido casi en un mandato que la mujer tenga un ‘squirt’, un líquido transparente e inoloro que se expulsa a través de la uretra, resultado de grandes dosis de excitación, pero a la vez de relajación para poder sentir placer. “Pero no es algo común, del 10 al 15 % de mujeres logran esto”, apunta el experto.

3. Temor a lo que piense la pareja

Es un temor muy común entre las mujeres el mostrar cierto desempeño sexual y ser tildadas por su pareja como una “cualquiera”. Este complejo se relaciona con la cultura machista, de pensar que “si como mujer hago determinadas cosas, mi pareja me va a ver como una promiscua”, dice López. Esto hace que muchas mujeres se abstengan de probar una posición nueva o un juego erótico, o a compartir sus fantasías sexuales con su pareja, por miedo a lo que esta pueda pensar. No hay nada como una comunicación fluida entre ambos y darse licencia de experimentar sin juzgar.

4. El tamaño de los senos

A algunas mujeres les acompleja el tamaño de sus senos. En ese sentido, la American Society of Plastic Surgeons asegura que la cirugía plástica más popular es la de aumento de pechos por esa misma razón. Y no son las personas con malformaciones las que se acomplejan más en el momento íntimo, lo son personas (hombres o mujeres) que necesitan sentirse aceptadas, pero no se aceptan a sí mismos. Y pensar en plena faena sexual si van a gustar o no puede causar disfunciones sexuales: la anorgasmia o la disfunción eréctil.

5. Complejo de las 50 sombras de Grey

Ávidas lectoras y seguidoras de la saga literaria y la película ‘50 sombras de Grey’, quedaron tan influenciadas con la historia que están a la caza de un Christian Grey y no disfrutan de un encuentro con un simple mortal. Pero estudios de la Universidad de Columbus consideran el tipo de relación que mantienen los protagonistas como “una perpetuación del problema de la violencia de género debido al mensaje de sumisión y machismo que esconde su trama argumental. Están atrapados en una relación patológica debida a los trastornos psicológicos y emocionales de Grey”.

Consejos de los sexólogos

Lo más importante a la hora de luchar contra un complejo sexual es autoconocerse y decidir por uno mismo qué es lo que realmente desea, que lo quieran o deseen “por lo que se espera de mí o por lo que realmente soy”.

Tratar de disimular determinados aspectos físicos que no nos gustan, es muy humano. Hacer ejercicio físico o arreglarse se basa en esto, pues nuestra autoestima también se ve reforzada cuando nos sacamos partido y nos vemos más atractivos.

Hay que analizar si los complejos físicos llegan al punto de impedirnos relacionarnos con los demás, o a creer que no merecemos el cariño del otro. En ese caso, es sano visitar a un psicólogo e iniciar una terapia para fortalecer la autoestima.

Trabajando la autopercepción, aceptándonos y valorándonos más, conseguiremos dejar atrás nuestros complejos.

Deje de juzgarse y pare con los pensamientos negativos. Cambie las creencias que no le permiten ser usted mismo ni disfrutarse, antes de tener un encuentro íntimo con su pareja. Así disfrutará más del momento sexual.

Recuerde que los complejos están en su cabeza y que no son de ninguna manera los pensamientos del otro. De obedecer dichos complejos a palabras, apreciaciones o acciones negativas por parte del su pareja, evite seguir con la relación, porque lo más importante es sentirse valorado.

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