Nueva modalidad de robo online: así puede identificar las plataformas fraudulentas de préstamos

Los ‘gota gota’ virtuales se han convertido en la nueva modalidad que los prestamistas encontraron en internet para facilitar dinero a ciudadanos con altas tasas de interés y con vario agravantes más, pues cuando las víctimas no están al día con su deuda hasta reciben amenazas de muerte.

Según datos de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), en 2022 se registraron 330 denuncias por plataformas fraudulentas que acosaban a los usuarios para que pagaran. El modus operandi de estas aplicaciones es ofrecer créditos inmediatos.

En este panorama, es necesario que los ciudadanos que consideren pedir un préstamo por una de estas aplicaciones tome varias medidas para evitar engaños de personas inescrupulosas. Tenga en cuenta estos consejos antes de pactar cualquier préstamo:

1. Ojo con las facilidades de los préstamos. A la hora de conseguir dinero prestado, lo que buscan la mayoría de usuarios es hacer pocos trámites, situación que algunos aprovechan para tener acceso a los datos personales de los ciudadanos.

Desconfíe si una plataforma solo le pide datos como el monto de ingresos y no lo somete a un estudio de crédito o de validación de identidad. Los expertos financieros explican que si obtener el préstamo es, aparentemente, muy sencillo, es más probable que se trate de una estafa.

2. Cuidado con las llamadas. Sospeche si este tipo de plataformas lo presionan para que solicite un préstamo o incluso lo llaman o le escriben para que finalice la solicitud. Es poco probable que una entidad financiera legalmente constituida recurra a estas medidas.

3. Preste atención a los términos y condiciones. La mayoría de personas usualmente no prestan atención a este tipo de cláusulas. Tenga en cuenta que cualquier plataforma de préstamo debería informarle cuáles son los términos y condiciones de adquirir sus servicios.

Este no es un detalle menor, por lo que se sugiere a los usuarios leer con cuidado los documentos sobre las características del producto, la tasa de interés y cobros extra, como también las limitaciones que autorregulan la entidad y el uso que podrían dar a sus datos personales.

4. Es necesario el respaldo de entidades regulatorias. Las plataformas fraudulentas no son vigiladas por entidades regulatorias como la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) o la Superintendencia Financiera (SIF). Por eso, es clave corroborar con estas instituciones si una plataforma de este tipo puede operar en Colombia antes de solicitar un crédito.

Cuidado con sus tarjetas de crédito

En la era digital actual, el uso de tarjetas de crédito se ha vuelto prácticamente imprescindible para realizar compras y transacciones en línea. Sin embargo, esta comodidad también ha aumentado los riesgos asociados con el robo de datos sensibles, como los números de las tarjetas de crédito.

Los ciberdelincuentes han encontrado diversas formas ingeniosas de obtener esta información confidencial, lo que ha llevado a un aumento significativo en el robo de datos de tarjetas de crédito. Estas son algunas de las formas más comunes:

1. Phishing: es la forma más sencilla de ciberataque y, al mismo tiempo, la más peligrosa y efectiva”. Esta sigue siendo una de las formas más comunes de robo de datos de tarjetas de crédito, en la que los delincuentes se hacen pasar por entidades legítimas, como bancos o tiendas en línea, enviando correos electrónicos falsificados que parecen genuinos.

2. Robo de datos por web skimming: es una manera más sofisticada de robo de datos que se ha vuelto cada vez más común. Aquí, los ciberdelincuentes infiltran sitios web legítimos con códigos maliciosos que capturan los datos de las tarjetas de crédito de los usuarios cuando realizan compras en línea.

3. Redes wifi públicas: puede resultar muy conveniente, pero también presenta un riesgo significativo para la seguridad de los datos de la tarjeta de crédito. Los delincuentes pueden aprovechar las redes Wi-Fi abiertas y poco seguras para interceptar la información transmitida entre el dispositivo del usuario y el servidor, lo que permite el robo de datos confidenciales.