Turismo
El pueblo colombiano donde las momias naturales sí existen y asombran al mundo
Este destino es uno de los pocos lugares del mundo donde gran parte de los muertos se momifican naturalmente.

En el departamento de Cundinamarca, hay un pueblo que capta la atención de los turistas por un misterioso hecho que ha sido motivo de investigación durante años. Allí, gran parte de los muertos no suelen descomponerse y se momifican naturalmente,pasando a formar parte de un museo que es frecuentemente visitado por sus familiares, expertos y curiosos.
Este lugar es el municipio de San Bernardo, situado a 3 horas de Bogotá, la capital colombiana, al suroriente del departamento de Cundinamarca, en la Provincia del Sumapaz.
La primera momia que se descubrió en este pueblo fue hace más de 50 años causando gran asombro no solo en el país, sino en el mundo. Por esta razón, varias universidades colombianas han hecho estudios tratando de encontrar una explicación a este fenómeno, pero aún no se ha logrado resolver el enigma.
Todavía, por razones inexplicables, en San Bernardo algunos cadáveres no se descomponen y permanecen intactos años después de ser enterrados, un misterio que parece sacado de una novela de Gabriel García Márquez.

Según los relatos de sus habitantes, hay cadáveres que, incluso, conservan sus rasgos faciales gracias a un particular proceso de momificación que sucede de manera “espontanea” y completamente natural en este destino colombiano.
“Mucha gente viene acá pensando que nosotros las hacemos, piensan que son de barro, que son esculturas fabricadas. No, acá son momias netamente naturales, no les hacemos absolutamente nada, no hay embalsamado, no hay inyectado, nada, nada, nada”, dijo Elisa Romeo, trabajadora del cementerio a HispanoPost.
A pesar de no tener ningún tratamiento químico, ese grupo de momias permanece muy bien preservado en el museo Mausoleo, donde varios de sus familiares, conocidos, expertos y curiosos se acercan a observarlos anonadados.
“Todavía tiene su carita morenita, redondita, sus trencitas, su cabello (...) si Dios la quiso dejar ahí será por algo”, comentó Clovisnerys Bejarano a la AFP en 2024, mientras permanecía frente a la urna de vidrio donde se exhibe el cuerpo de su madre en el museo del municipio, después de haber fallecido en 1993 por un problema cardíaco.

Su cadáver fue depositado en una bóveda del único cementerio de San Bernardo, pero al exhumarlo, en 2001, sus familiares descubrieron que aún con pelo, uñas y la mayoría de sus tejidos intactos.
Sin embargo, esto no fue una sorpresa, ya que la momificación se ha convertido en pan de cada día para sus pobladores, según explica Rocío Vergara, encargada de la muestra donde se exhiben 14 cadáveres que escaparon a la descomposición por razones aún desconocidas.
Allí la Iglesia, en medio del misterio que esconde este proceso de momificación, decidió construir el Mausoleo para guardar las momias en urnas de cristal, siempre y cuando las familias lo permitan, y exhibirlas al público.
De esta manera, esos cuerpos preservados y momificados se han convertido en una “atracción turística”, que ha puesto al pueblo en el radar de los viajeros de diferentes partes del mundo.
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