Cultura
Viaje al interior del Parque Nacional Natural los Farallones en Cali, la magia del ecoturismo
El ecoturismo como opción de disfrute de la naturaleza es una opción que permite generar consciencia de la conservación de los ecosistemas, y también como propuesta para articular las iniciativas rurales y campesinas de las comunidades. ‘Cali también es loma’.
El ecoturismo se ha ido posicionando en Cali en los últimos años, gracias a la suma de emprendimientos locales, como al interés gubernamental de potenciar la riqueza en flora y fauna que posee la ciudad.
Con la realización de la COP16 en noviembre de 2024, dicha oferta ecoturística fue visible a partir del lema ‘Cali también es loma’, que en últimas reivindica la zona de ladera y el sistema montañoso que circunda la ciudad y en el que existen iniciativas culturales que también son parte de la identidad caleña.
La importancia del ecoturismo o turismo de naturaleza se centra en la observación y disfrute del medio natural, desde una perspectiva responsable, de cuidado y preservación de la biodiversidad, creando con esto consciencia de la necesidad de respetar la naturaleza.
El término ha sido definido por Parques Nacionales Naturales en la Resolución 0531 del 2013 como “una modalidad turística especializada y sostenible, enfocada a crear conciencia sobre el valor de las áreas del Sistema, a través de actividades de esparcimiento, tales como la contemplación, el deporte y la cultura, contribuyendo al cumplimiento de sus objetivos de conservación y a la generación de oportunidades sociales y económicas a las poblaciones locales y regionales”.
Cali también es loma
El Parque Nacional Natural Farallones es el pulmón natural y de biodiversidad de Cali, con un área de 196.429, 90 hectáreas de patrimonio natural distribuida en cuatro ecosistemas de selva húmeda tropical, bosque subandino húmedo, bosque altoandino húmedo y páramo, y que son lugar de nacimiento de los ríos Aguacatal, Cali, Pichindé, Meléndez, Cañaveralejo y Lili.
Entre las iniciativas ecoturísticas que se pueden realizar en el Parque se encuentran la observación de aves, y en general de flora y fauna, senderismo terrestre, fotografía de naturaleza, descanso y esparcimiento, e investigación científica.
Gracias a esta riqueza natural se han fortalecido una diversidad de iniciativas ecoturísticas en las propias comunidades que habitan el cordón de corregimientos enclavados en los Farallones, que se han organizado y constituido la Red de Turismo de Naturaleza Cali que reúne a emprendedoras y emprendedores de la zona rural de Cali con el objetivo de “visibilizar la oferta de turismo de naturaleza en las montañas de Cali”.
De esta manera, se promueve un turismo responsable y sostenible, que les brinda sostenimiento para sus familias, articulación con las experiencias comunitarias, resaltando como principios la economía colaborativa y la vida digna.
En total, son 70 emprendimientos vinculados de los corregimientos de montaña que promueven: el turismo regenerativo, el alojamiento rural, el avistamiento de aves y mariposas, el bienestar holístico, el agroturismo, la alimentación saludable y la educación ambiental.
Los servicios de la Red de Turismo de Naturaleza se pueden consultar tanto en su página web como en su propio perfil en Instagram.
Pichindé es de los corregimientos enclavados en los Farallones, en donde es posible encontrar variadas propuestas ecoturísticas, compuesto por tres veredas: Pichindé, Peñas Blancas y Lomas de la Cajita.
Este se ha convertido en uno de los lugares predilectos para el turismo de naturaleza, tanto por la belleza del paisaje en el que predominan el río Pichindé, como por el sitio de Peñas Blancas, y la diversidad de aves que lo ha convertido en lugar para quienes desean un paseo dominical de río e igualmente, para quienes desean pajarear o realizar senderismo.
Entre las especies de aves que se observan en el corregimiento están: zorzal de pico negro, barranquero, cucarachero común y montés, diversas especies de tangara, guacharacas, barbudo cabecirrojos, golondrinas, canarios, pavas, gallitos de roca, reinita pechinaranja, gavilanes, chamones, distintos tipos de colibríes, bichofués, periquitos de anteojos, entre otros. También es posible observar una riqueza de insectos, mariposas y guatines.
La consciencia biodiversa
La semana pasada el Cuerpo de Bomberos de Cali, junto con personal de la Defensa Civil, la Fuerza Aeroespacial Colombiana y la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo de Desastres lograron apagar un incendio forestal que duró más de 40 horas activo en el corregimiento de Pichindé, el cual fue, al parecer, provocado por un grupo de jóvenes que bañaban en el río Pichindé.
Este tipo de situaciones hacen que sea fundamental trabajar en el turismo de naturaleza para crear consciencia de que la flora y la fauna son expresión de la biodiversidad.
Jorge Iván Salgado, más conocido como ‘El Gordo’, anfitrión del Hostal rural y campesino El Papiro, ubicado en la vereda Peñas Blancas, corregimiento de Pichindé, afirma que “el objetivo del ecoturismo es conservar el entorno y conocer la riqueza que hay en el Parque Nacional Natural Los Farallones de Cali”.
La experiencia en el hostal permite al visitante no solo experimentar un hospedaje en medio de la naturaleza, sino reconocer que se habita con ella al cruzar los senderos y jardines que poseen variedad de árboles frutales y plantas polinizadoras, albergue permanente de cerca de 38 aves que han sido registradas alrededor del hostal.
‘El Gordo’ menciona que entre las actividades para realizar en el área del Parque Natural se encuentran la subida a la peña, visita a las cascadas La Jimena, Los Olivos, La Diabla y a los charcos del río de Peñas Blancas, avistamiento de aves, caminatas nocturnas y senderismo.
Muy temprano, de mañana, alrededor de las 6 am, las guacharacas inician su actividad y en la tarde bichojues, pavas y canarios sonorizan el ambiente. En el camino hacia el hostal es posible ir reconociendo nacederos y ojos de agua, variedad de helechos y musgos que se convierten en elementos vitales para la generación del líquido vital. Un ecosistema que es frágil y que requiere de una consciencia sobre la biodiversidad para así conservarlo, protegerlo y reconocerlo.
Por eso es que es tan importante resaltar tanto la Red de Turismo de Naturaleza como propuestas como El Papiro en donde el visitante no solo conocer esa riqueza de flora y fauna, sino que también aprende de estrategias de conservación de esta, al poseer baño ecológico, aprovechamiento de residuos, plantación de especies vegetales que favorecen la fauna local, y hasta alimentación con productos locales que benefician las economías campesinas del sector.
El ecoturismo se posiciona entonces como una opción contraria al turismo de masas, y como una posibilidad para de una vez por todas reconocer que la naturaleza con sus ecosistemas y biodiversidad son parte vital de nuestra sobrevivencia y sustento como sociedad.
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