Grave situación de orden público en el sur de Cali: indígenas atacaron a la comunidad

La Comuna 22, esa zona del sur de Cali que suele ser sinónimo de sosiego, se convirtió por una tarde en el escenario de una batalla campal entre residentes de la zona y población indígena.

El detonante de estos enfrentamientos se dio luego de doce días de bloqueos en los que los residentes de este sector del extremo sur de la ciudad dijeron verse “sitiados” y “secuestrados”, razones por las que en la tarde del domingo miembros de esta comunidad se opusieron al paso de la minga indígena que llegaba desde el departamento del Cauca para continuar con las manifestaciones que se realizan en el marco del Paro Nacional.

Testigos de los altercados aseguraron que los indígenas les están “vulnerando los derechos” a la movilidad con los bloqueos que vienen realizando. Al mismo tiempo señalaron que “ellos (los miembros de las comunidades indígenas) pueden moverse libremente y nosotros no, entonces también los vamos a bloquear”.

“Estamos bloqueando los carros de los indígenas. Les estamos haciendo entender que los bloqueos tienen que ceder, para que ellos sientan lo que nosotros sentimos: desabastecimiento, hambre, falta de agua y comida”, dijo otro testigo de las discusiones.

Aunque los primeros roces se vivieron sobre la vía Panamericana, a la altura de Ciudad Country, la tensión se desplazó hasta la Avenida Cañasgordas, que se convirtió en el epicentro de cruces de disparos entre residentes del sector y miembros de la comunidad indígena.

Durante los enfrentamientos se evidenció el uso de armas largas y cortas, al igual que machetes y armas blancas, por parte de civiles en sitios como La María, la Av. Cañasgordas y la Carrera 105.

En medio de los enfrentamientos, grupos de indígenas atacaron varias unidades residenciales de la zona, hechos que quedaron registrados en videos hechos con drones.

“En la unidad tuvimos que parquear carros en la portería para evitar que la gente entrara, pero de todas formas intimidaron al portero con armas y pudieron entrar a las zonas sociales. Quebraron los vidrios de varias camionetas y dañaron jardines”, aseguró la residente de uno de los conjuntos residenciales de Pance.

Asimismo, en los enfrentamientos fueron incineradas dos camionetas en vías secundarias del sector.

Unidades de la Policía Metropolitana y el Escuadrón Móvil Antidisturbios, Esmad, llegaron a la zona y posteriormente esa institución entregó un parte oficial sobre lo ocurrido.

“En videos allegados se logra observar a los indígenas que se dispersan por los conjuntos residenciales, generando disparos con armas de fuego e incitando al terrorismo; realizando de igual forma saqueos a casas y apartamentos del sector, lesionando a cuatro personas con arma cortopunzante y objetos contundentes”.

Pero en el cruce de disparos también salieron heridas varias personas de la delegación indígena, según reportes oficiales. Una de ellas revestía gravedad.

Aunque a través de redes sociales circularon versiones de una supuesta negación de la atención médica a los heridos en la Fundación Clínica Valle del Lili, desde dicha institución de salud se refutaron esas comunicaciones y se aseguró que a las 2:57 de la tarde se recibió a cuatro pacientes en el servicio de urgencias que tenían traumas.

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“Todas las instituciones prestadoras de salud y de servicios de urgencias han estado dispuestas para la atención en estas emergencias. Tuvimos ocho personas remitidas a las instituciones de salud: cuatro a la Fundación Valle del Lili, tres personas al Hospital Universitario del Valle y una persona en Imbanaco. De estas ocho personas, tres tenían lesiones graves y las demás tuvieron lesiones leves y les estamos haciendo seguimiento”, dijo la secretaria de Salud Municipal, Miyerlandi Torres.

Para el concejal Fernando Tamayo “hay inconformidad, hay crítica por la falta de decisiones a tiempo, hay indignación porque se perdió el control de la ciudad. Pero en este momento particular no debemos enviar mensajes incendiarios y que estimulen la violencia; ahora el único camino posible para Cali es el diálogo”.

Hasta el momento, el diálogo para desmontar las barricadas y bloqueos ha sido disperso, debido a que las demandas de las personas que se encuentran en los diferentes puntos de acceso varían.

Este domingo, el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, acordó con los líderes de las manifestaciones del Distrito de Aguablanca la liberación de los puntos que estaban bloqueados en la Avenida Ciudad de Cali y aquellos que impactan a las comunas 13, 14, 15, 16 y el corregimiento de Navarro.

“El acuerdo nos va a posibilitar desbloquear para que nuestra comunidad pueda ir a trabajar. No significa lo acordado que se va a quitar el movimiento, porque nos han señalado el interés de seguir diciéndole los temas a Colombia y al Presidente”, señaló Ospina.

Otro de los acuerdos para liberar las vías en las que se ha restringido la libre movilidad de los ciudadanos se logró el pasado sábado en la tarde, cuando habitantes del oeste de la ciudad y manifestantes, con mediación de la Personería Municipal, entablaron un pacto para habilitar el paso por horas a la altura del monumento de El Ancla.

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