CALI
¿Cómo se vive la violencia de género en las principales ciudades del Valle?
El Observatorio para la Equidad de las Mujeres encuestó a 1.593 mujeres en las ciudades de Cali, Buenaventura, Jamundí y Yumbo.
El Observatorio para la Equidad de las Mujeres (OEM) encuestó a 1.593 mujeres en las ciudades de Cali (490), Buenaventura (321), Jamundí (392) y Yumbo (390). La encuesta de 83 preguntas se enfocó en hacer una caracterización de la incidencia de violencias basadas en género (psicológica, patrimonial, sexual y física), los niveles de autonomía financiera, uso del tiempo, liderazgo y participación pública.
Violencia psicológica
El OEM clasifica como violencia psicológica de género: los comentarios para menospreciar o bajar la autoestima de la mujer, aquellos sobre el físico o la apariencia, las insinuaciones sexuales no consentidas, la vigilancia de la mujer dentro y fuera de la casa, el apartar, limitar o amenazar con alejar a una mujer de sus seres queridos. Cali es la ciudad que presenta mayor incidencia en violencia psicológica pues al menos 27,65% de las mujeres encuestadas identifica este tipo de conductas en su cotidiano, en el registro le sigue Jamundí con un 25,77%, Buenaventura con un 24,82% y Yumbo con un 23,06%.
Violencia física
En Buenaventura al menos el 23,72% de las mujeres encuestadas aseguró haber recibido golpes, patadas, empujones y maltrato físico, en el registro continúa Cali, siendo la segunda ciudad con mayor incidencia de violencia física con el 23,22% de las encuestadas, Yumbo registro el 22,09% y Jamundí el 18,15%. Los ataques con armas y sustancias químicas son menores a la agresión corporal, sin embargo, al menos el 9,21% de las encuestadas aseguró haber vivido un episodio relacionado con estos, Cali se registra como la ciudad con el mayor registro de estos casos.
Violencia sexual
La OEM detalla como violencia sexual los siguientes actos: manosear, tocar, besar sin consentimiento, que alguien muestre sus partes intimas sin consentimiento, que se proponga mantener relaciones sexuales a cambio de beneficios, se obligue a una mujer a mantener relaciones sexuales o a ver actos pornográficos, además del maltrato o castigo por negarse a tener relaciones. La ciudad con mayor incidencia en este tipo de violencia es Cali, pues al menos el 25,14% de las caleñas encuestadas ha vivido un episodio de violencia sexual, el 24,51% de las habitantes de Jamundí, el 17,43% de las encuestadas en Yumbo y el 12,83% de las mujeres en Buenaventura.
Violencia económica o patrimonial
Este tipo de violencia suele ser la menos reconocida, pues puede presentarse dentro del hogar con acciones como: quitarle a una mujer el dinero de su trabajo o de un subsidio que le pertenece, amenazar con echarla de la casa, prohibirle estudiar o trabajar, restringirle el acceso a la comida y el dinero o el esconderle documentos personales. El 23,01% de las mujeres aseguraron vivir o haber vivido este tipo de casos en Cali siendo esta la ciudad con mayor incidencia en este tipo de violencia, la sigue Buenaventura con el 21,95%, Yumbo con 21,03% y Jamundí con el 19,52% de las mujeres encuestadas.
Violencia en el trabajo
La desigualdad laboral es uno de los motivos por los que al menos el 35.7% de la muestra acusan devengar menos de un salario mínimo legal vigente, lo cual limita su autonomía económica. Los tipos de violencia laboral tipificados por el OEM son: un menor número de oportunidades para ascender, bajos en el salario por su orientación sexual o de género, tareas de cuidado no incluidas en el trabajo, negativas a la licencia de maternidad, despidos relacionados con el embarazo, además de la exigencia de trabajar un mayor número de horas, ser menos valorada, recibir un pago menor y no ser considerada buena en el trabajo por ser mujer. Este tipo de violencia es más común en Buenaventura, donde el 37,17% de las encuestadas denuncian violencia laboral, Cali se posiciona como la segunda ciudad más afectada con un 28,58%, Jamundí con un 28,1% y Yumbo con un 27,63%.
Violencia callejera
El piropo callejero se posicionó como la forma más común de violencia en el espacio público pues el 29,7% de las encuestadas manifestaron recibir comentarios cuando van por la calle. La encuesta también incluyo el robo, la exhibición sexual, los manoseos en contra de la voluntad, los robos, agresiones sexuales, verbales y los seguimientos en la calle. Cali encabezó la lista de ciudades con mayor número de casos en este tipo de violencia.
¿Cuáles son las alertas?
La consejería para la equidad de la mujer ha creado un ‘violentometro’ que mide la violencia de la mujer en tres etapas: alerta, reacción y atención urgente. Esta información pretende medir como un termómetro las señales de peligro de las cuales deben estar atentas las colombianas. Los primeros signos de alerta señalados por la consejería detallan cuando la pareja o familiar de la mujer hace bromas hirientes o piropos ofensivos, la amenaza, intimida, humilla o ridiculiza, descalifica sus opiniones, la cela, miente, destruye objetos, controla sus amistades o las relaciones con su familia, intenta anular sus decisiones y le indica cómo vestir o maquillarse. Frente a estos casos se recomienda tomar distancia pues la violencia tiende a aumentar. La entidad gubernamental denomina como ‘el momento de actuar’ cuando la pareja o familiar trata con desprecio a la mujer, la ofende verbalmente, la insulta, empuja, jalonea, pellizca, araña o golpea “jugando”, la acaricia agresivamente, la manosea, maneja y dispone de su dinero, sus bienes o sus documentos o le prohíbe usar métodos anticonceptivos. Los signos más graves del violentometro se registran cuando la pareja o familiar de la mujer la golpea o agrede físicamente, la obliga a tener relaciones sexuales, la amenaza de muerte, la amenaza con objetos o armas, la encierra o le aísla de tus seres queridos. Frente a estos casos la policía nacional dispone de la línea 155, la cual cuenta con atención las 24 horas del día, funciona de manera gratuita y atiende los casos de violencia de género a nivel nacional.