Exalcalde de Tuluá, vinculado con La Inmaculada, rompió el silencio tras estar ocho meses preso; esto dijo

Capturado hace más de un año por presuntos nexos con el grupo La Inmaculada, agrupación criminal dedicada al homicidio, extorsión y tráfico de estupefacientes, el exmandatario de los tulueños estuvo preso durante ocho meses.

Sin embargo, a poco de realizarse el juicio que decidirá su futuro, la Fiscalía lo acusa por delitos diferentes, ambos relacionados con irregularidades en dos contratos, lejos de los delitos de concierto para delinquir, el delito por el que fue acusado en una primera instancia.

Lejos del escándalo mediático que generó su captura, en la que lo relacionaban con una trama violenta y de alianzas con peligrosos delincuentes, Gómez habló con Semana a propósito de la situación que vive Tuluá en estos momentos como consecuencia del auge de esta banda criminal.

Según sostuvo para el medio citado, su proceso resultó en un complot orquestado por su sucesor en la alcaldía. Aseguró que su grupo político se encarga de generar temor entre los ciudadanos y los detractores.

“Esas grabaciones no son de funcionarios de mi administración, son de personas adscritas a la campaña de un candidato que en el pasado, al igual que otros dos candidatos, fueron miembros de mi gabinete. Ese es uno de ellos y funcionarios de su campaña hablaban”, dijo el exmandatario al medio.

A propósito de los ocho meses que estuvo privado de la libertad, comentó que aprovechó este tiempo para reflexionar sobre lo ocurrido, pero también para recabar pruebas que demostraran lo que consideró fue una estrategia de desprestigio en su contra.

Dichas evidencias las espera entregar como parte del proceso que está por llegar a juicio, y en el que espera echar para abajo la hipótesis que sostiene la Fiscalía, que viró de señalarlo de tener vínculos criminales a reducirlo todo a dos presuntos hechos de corrupción.

John Jairo Gómez añadió que “por cualquier cosa que uno haga en Tuluá, ese grupo del alcalde genera mucho temor en la gente, tanto como la propia banda La Inmaculada, porque en Tuluá nadie se atreve a decir nada, porque ahí mismo salen las bodegas a macartizar a todo aquel que piense diferente”.

Y, frente a lo que hizo su administración en relación con el grupo armado, señaló que se logró la encarcelación y el traslado de los líderes de las bandas, cuyas acciones tenían azotada a la comunidad: “en una semana logramos trasladar 197 a otras cárceles, toda una intervención desde las Instituciones en contra de la banda, y logramos la captura de 220 personas allegadas a esta organización criminal”, fueron sus palabras.