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Haciendas del Valle que son pura historia

Paredes hechas en adobe, pisos de ladrillo y muchos recuerdos colgados en la pared se conservan en las otras grandes casas que se construyeron en El Cerrito durante la época de La Colonia.

5 de ago de 2011, 12:00 a. m.

Actualizado el 19 de abr de 2023, 02:27 p. m.

Paredes hechas en adobe, pisos de ladrillo y muchos recuerdos colgados en la pared se conservan en las otras grandes casas que se construyeron en El Cerrito durante la época de La Colonia.

Las paredes de adobe, el piso elaborado con grandes ladrillos y el olor a humedad delatan algunos de los secretos se guardan en una decena de añejas haciendas que sobreviven en El Cerrito.Dos de ellas han marcado por siglos la historia de cientos de vallecaucanos que y se han constituido en verdaderos íconos culturales, históricos y turísticos: El Paraíso y Piedechinche. Sin embargo, en ese mismo municipio se conservan otros tesoros que son de carácter privado, pero bien vale la pena resaltar.La Merced, El Albión, Trejitos, La María, La Cruz, La Concepción, La Aurora, San Miguel, El Hatico, Milán, El Trejo Plata, Villa Mercedes y San Joaquín refieren la época de La Colonia e importantes familias que hacían parte de la élite del Valle del Cauca de entonces, tales como los Cabal y los Molina.Gran haciendaDe acuerdo con el historiador cerriteño Diego Carvajal, estas haciendas datan, en su mayoría, del Siglo XVIII.“La Merced fue la casa más imponente que hubo en aquella época, por eso anteriormente se le conocía como la gran hacienda de El Cerrito”, explicó. Añadió que tenía alrededor de 5.300 hectáreas y que fue más o menos en 1825 cuando se le hizo la primera fragmentación.Luego surgieron otras igualmente imponentes como La Lomita y Los Trejos, pero cuenta la historia que La Merced fue una de las haciendas que más esclavos tuvo, más de cien y que albergó el trapiche más grande de la región. No obstante, de él sólo quedan recuerdos y una que otra fotografía.“Por lo menos ocho generaciones han pasado por aquí. Hemos tratado de conservar la originalidad de la casa, obviamente se le ha hecho mantenimiento para no dejarla caer”, comentó Luis Alberto Chaya, actual propietario y descendiente de la familia Cabal.Superiores en bellezaPese al paso de las centurias, las haciendas Trejitos, Trejo Plata y La Concepción siguen siendo las más hermosas de los alrededores y las que mejor conservan su valor arquitectónico.“Estas dos haciendas también pertenecían a los Cabal. La Trejitos actualmente tiene un lago que la hace aún más bella, pero no es original de la casa, fue construido hace unos años”, explicó Carvajal.En cuanto a la Trejo Plata, su importancia radica en que incluye el conjunto arquitectónico completo, es decir, en ella todavía se puede observar la que fuera la habitación de los patrones, la de los esclavos y el trapiche.Tal vez por eso el olor a antigüedad y las fotografías de quienes antecedieron a los actuales dueños son los encargados de darle la bienvenida a los visitantes.Paredes en adobe que siguen firmes, planchas de carbón, pesas antiguas y muebles añejos también permanecen allí, intactos.Algo similar ocurre en la hacienda La Concepción, donde aún se mantiene en pie una capilla en la que muchas parejas de la región se han unido en matrimonio ante Dios.Aunque son escasas las misas que se ofician en este recodo de fe, su arquitectura conserva la estructura original con la que fue . Rondan las leyendasDe acuerdo con el historiador, se dice que debajo de la casa de La Lomita aún existe un túnel que les servía a los dueños para ocultarse de los enemigos y así proteger sus vidas.No obstante, una de las personas encargadas de cuidarla aseguró que éste fue sellado y que de él únicamente queda la prominencia que le da el nombre a la hacienda.“También se dice que en el cuarto de los esclavos por muchos años se pudo apreciar la marca de una mano que pertenecía a un esclavo que fue castigado, pero con las remodelaciones que se le hicieron a la casa fue tapada”, contó Carvajal.Por su parte, el historiador Guillermo Barney no duda en afirmar que “ellas son importantes por el valor arquitectónico que tienen, pues siendo españolas tienen raíces prehispánicas, y también por el papel político, económico, social y cultural que han tenido dentro de la historia vallecaucana”.Así, aunque El Paraíso y Piedechinche siguen siendo los mayores íconos en cuanto a haciendas cerriteñas se refiere, cada una de las restantes también encierra una historia, un tesoro cultural y una joya arquitectónica que vale la pena conocer.

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