MOVILIDAD
Los daños que se comen la doble calzada a Buenaventura
Gobierno ratificó que los contratos para culminar la importante obra se adjudicarán a mitad del año 2020. Expectativas.
La construcción de la doble calzada entre Buga y Buenaventura es la historia de una vía que se realiza a retazos. Son 118 kilómetros, si se tiene en cuenta la ruta hasta el ingreso al puerto y 108 km si solo se mide hasta Citronela.
Según los cálculos de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, CCI, en el suroccidente, aún falta la construcción de la segunda calzada en 34 km de ese tramo, esto sin incluir los 10 km de la entrada a la zona portuaria.
Es decir que el corredor, que empezó a ejecutarse en el 2008, aún no está listo y posiblemente no lo esté sino hasta dentro de unos cuatro o cinco años. Esto a pesar que desde la región los gremios y las autoridades han pedido celeridad en la estructuración y contratación de las dos concesiones que adjudicará el Gobierno para culminar la obra.
Lea también: Sigue deterioro de la vía al mar, ¿qué se sabe de las soluciones?
Y este no es el único problema. En marzo pasado se desprendió la banca de la carretera, en el kilómetro 89 en la ruta Loboguerrrero- Lago Calima y hay un riesgo de que el problema toque la segunda vía por donde hoy se permite el tránsito de vehículos.
El pasado viernes la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, escuchó a los empresarios y líderes de la región que en conjunto le hicieron un llamado para que se agilicen los tiempos de adjudicación de los contratos para concluir la doble calzada de la vía al mar, pero parece que hay pocas probabilidades de que eso suceda.
“Ese proceso va en los tiempos que tienen que ser porque la estructuración se está puliendo, terminando y los contratos saldrían en el primer semestre del 2020”, dijo la Ministra.
Eso significa que posiblemente un año después se empezarían a ver de nuevo obras en esa carretera.
Juan Felipe Vallejo, director del Comité Empresarial e Intergremial del Valle, aseguró que el proyecto vial está en un momento crítico, pero dijo que se debe apoyar al Gobierno en la búsqueda de alternativas. “Lo que hemos insistido es que este es un corredor de importancia nacional, no solo un tema del departamento y hemos hecho el llamado a la celeridad y confiamos en eso”.
Destacó el ejecutivo, que en medio de los problemas financieros de la Nación, uno de los pocos proyectos que tendrá vigencias futuras para su desarrollo será la doble calzada a Buenaventura.
Aunque no es claro cuánto costará terminar esta obra. Según estimaciones de la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, serían $4,1 billones, incluyendo la ejecución, operación y mantenimiento, sin embargo, todo depende de la estructuración del proyecto y el trazado final.
Parte de los recursos los aportarán los vallecaucanos y visitantes de la región, a través del pago de los peajes, y el resto sería financiado por el Gobierno con vigencias futuras.
Reclamo general
Tanto la Gobernadora del Valle como los gremios le han pedido al Gobierno que la obra no se siga haciendo a retazos sino que se logre hacer un contrato que permita culminar los 44 kilómetros que faltan, incluyendo la entrada a Buenaventura.
“Lo que esperamos es que la solución sea completa y la Ministra de Transporte se comprometió con ese objetivo, de que no solo se haga la obra sino que se logre la mejor estructuración técnica para que mañana no tengamos una vía que se esté cayendo”, dijo María Isabel Ulloa, directora de Propacífico.
En ese sentido, se teme que los tiempos para la adjudicación de los dos contratos de concesión, con los que la Nación tiene pensado concluir la doble calzada a Buenaventura, no se puedan agilizar más, pues la idea es que la estructuración salga en fase tres.
“La experiencia nos muestra que si queremos proyectos viables y sostenibles necesitamos diseños en fase tres y este es el compromiso de este Gobierno”, recalcó María Isabel Alvarado, directora de la CCI.
Por su parte, la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, dijo que una alternativa que contempla el Gobierno Nacional, mientras se licitan y adjudican los contratos para concluir la vía al mar, es que algunos tramos se atiendan como obra pública.
Para ello se cuenta con $250.000 millones de excedentes de peajes de la región que Hacienda trasladaría al Invías.
Sin embargo, la prioridad de los recursos sería para atender la emergencia registrada en el kilómetro 89 de la vía Loboguerrero-Lago Calima, donde se desprendió la banca.
Por lo tanto “aún no se ha definido qué tramos se intervendrían” con ese dinero para avanzar en la terminación de la doble calzada, dijo la funcionaria.
Lo cierto es que hasta el momento no hay obras nuevas en la vía al mar, por donde diariamente transitan más de 2000 tractomulas que mueven el 50 % del comercio exterior del país, más allá de la intervención que se está haciendo en la zona de la caída de la banca.
Desde Buenaventura no solo reclaman celeridad en estas obras sino que en la estructuración de los nuevos contratos se incluya la segunda calzada al interior de la ciudad. “Todo lo que se gana en tiempo en la vía, tal como está, se pierde en la última milla, es decir en la llegada a Buenaventura”, aseguró Alexander Micolta, director de la Cámara de Comercio de Buenaventura.
Recalcó el directivo que hasta ahora los gremios y la comunidad de este municipio no conocen cuáles son los planes del Ministerio de Transporte para llevar la doble calzada hasta el interior de la Isla de Cascajal.
Y todo parece indicar, hasta el momento, que en los contratos que se están estructurando no estarían incluidos esos últimos 10 km de la doble calzada al mar.
Caída de la banca
El Invías declaró la urgencia manifiesta para atender la caída de la banca en la vía a Buenaventura (km 89 de Loboguerrero al Lago Calima.
La entidad informó que se encuentra estructurando un concurso para que se hagan estudios para el diagnóstico, evaluación y prediseño de las obras de estabilización del tramo en fase dos.
El Ministerio de Transporte anunció el viernes que esos estudios estarían en agosto, pero teniendo en cuenta los procesos que deben surtirse es posible que ese plazo se extienda.
“Como resultado de la consultoría, se espera que se presenten diferentes alternativas de solución”, dijo Invías. Mientras tanto, se están haciendo intervenciones para tratar de que el desprendimiento de la banca toque la segunda calzada.
Para el ingeniero y constructor Gilberto Saa la situación de la doble calzada a Buenaventura, en el punto donde se cayó la banca es muy compleja. “El problema de esa vía es que se construyó sobre una falla geológica que viene desde El Carmen y termina en Calima. Todo lo que hizo Solarte (el contratista) está en riesgo. Esa vía tenía que hacerse por el otro lado del río”, dijo.
Agregó que lo contradictorio del corredor es que los tramos ‘fáciles’ que son los accesos a Buenaventura y el sector de Buga-Mediacanoa que representan el 23 % de la longitud de todo el tramo, no están hechos. “Parece que para los bogotanos tiene más importancia la carretera Bogotá Girardot que la vía al mar”, dijo.
En la vía al mar está pendiente la construcción de la segunda calzada en los sectores Buga a Mediacanoa; algunos tramos de Loboguerrero – Citronela, el ingreso a Buenaventura y 17 kms entre Restrepo y Loboguerrero.
Otras alertas
La CCI advirtió que no solo el km. 89 tiene problemas sino que también se deben buscar soluciones a los deslizamientos en el km 94 + 600 y las fallas que se han presentado en el km 104. “Hay que revisar opciones que permitan atender la inestabilidad geológica del corredor con medidas sostenibles”.
Según Invías la banca se cayó en ese sector debido esencialmente al colapso del muro de contención localizado metros debajo de la vía, ocasionando el desplazamiento.