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Población del Valle del Cauca sufre de envejecimiento prematuro

En un 29,1% crecerá el número de adultos mayores para el 2020. ¿Está la región preparada para su atención?

24 de junio de 2013 Por: Por Diana Carolina Ruiz Girón | Reportera de El País

En un 29,1% crecerá el número de adultos mayores para el 2020. ¿Está la región preparada para su atención?

El Valle del Cauca está envejeciendo. Hoy es uno de los cinco departamentos de Colombia con la tasa de crecimiento poblacional de adultos mayores (personas con 60 años y más) más alta del país. Es del 29,1 %. Esto significa que en el Valle, en un futuro no muy lejano, habrá más ancianos que jóvenes. Dicha población, que hoy es mayor a las 527.000 personas, llegará a 680.000 en el 2020, según el Dane. Algunos expertos, incluso, ya hicieron cálculos. Se dice, por ejemplo, que pasados los próximos ocho años por cada cuatro adultos mayores habrá un niño dentro de sus estimaciones demográficas.Que el Valle se esté volviendo viejo tiene sus explicaciones. La Fundación Saldarriaga Concha, entidad dedicada a estudiar las condiciones de vida de poblaciones vulnerables en Colombia, como el adulto mayor, explica en sus estudios recientes que se trata de un fenómeno generalizado en el país. Sin embargo, Lina González, consultora de Envejecimiento y Vejez de la Fundación dice que el Valle tiene factores especiales que hacen que la población envejezca más rápido. Asegura la experta que el hecho de que el Valle sea epicentro de poblaciones que se desplazan de otros territorios del suroccidente colombiano “hace que exista una mayor concentración poblacional y por tanto, el envejecimiento sea mayor”. También está relacionado con la tasa de fecundidad que va en descenso. En el Valle del Cauca, la tasa es de 1,8 hijos por cada mujer. En Cali, por ejemplo, la tasa de hijos por cada madre es de 1,5 cuando en los años 60 la tendencia de las mujeres era tener hasta seis hijos.La vejez del Valle del Cauca no es solo cuestión de estadísticas. Lina González advierte que la existencia de más adultos mayores cambiará las dinámicas económicas y sociales de la región. “Tener más viejos en la ciudad implica un incremento de costos para el departamento y sus municipios en seguridad social, salud, en la gente que necesita cobertura a nivel pensional o que requiere algún ingreso. Esta es una población con alta vulnerabilidad y fragilidad que necesita acompañamiento”, explica la señora González.El análisis de la Fundación Saldarriaga Concha advierte que para esta situación, tanto el departamento como sus 42 municipios deben prepararse con políticas públicas para atender a esta población. “Aunque el Valle del Cauca es uno de los departamentos del país que más ha tratado implementar estrategias para favorecer esta población, aún falta mucho por hacer”, advierte Lina González.Una deuda de vieja data Aunque desde el año 2008 en Colombia existe la Ley 1251 que protege los derechos de los adultos mayores, lo que ha sucedido en el Valle del Cauca, según las autoridades municipales y departamentales, es que los esfuerzos se concentraron en acciones asistencialistas y no en la creación programas integrales para este fin.Un ejemplo de ello es que solo hasta enero del 2013 entró en vigencia en el Departamento la Estampilla del Adulto Mayor, por medio de la cual se buscan aforar $100.000 millones en vigencias futuras a través de la Secretaría de Hacienda con el fin de construir y adecuar centros de atención al adulto mayor en toda la región. Actualmente, el Valle cuenta con 178 centros de bienestar del anciano (donde pasan la noche y reciben atención básica) y siete centros día (hogares de paso).La idea, según la Secretaría de Desarrollo Social del Valle es beneficiar a la población adulta mayor afiliada a los niveles de Sisbén I y II. Se estima que de las 527.000 personas mayores de 60 años por lo menos 345.000 están cubiertas por este sistema.Pero aún se sabe muy poco, por eso explica Diego Obando, titular de dicha dependencia, que en el mes de agosto terminará un diagnóstico sobre la población que realmente deberá recibir estos recursos y sobre el estado actual en el que se encuentran los centros de atención y hogares de bienestar del anciano. Dice el funcionario que hoy no se saben cuántas personas están ingresando a ellos “pero estamos haciendo la tarea, algo que no se estaba haciendo antes”.El presidente de la Asamblea del Departamento, Mario Germán Fernández de Soto, asegura que la situación actual del adulto mayor en el Valle es crítica. “De los más de 500.000 ancianos que hay en el departamento solo el 19 % tiene una renta estable o están jubilados. Hoy los centros de atención del adulto mayor viven de la caridad pública y están totalmente desarticulados. Con el 30 % de la estampilla garantizaremos el subsidio para esos centros de atención”, dice.Con todo y el esfuerzo, solo 21 de los 42 municipios del Valle han implementado la Estampilla del Adulto Mayor. “Tener la estampilla es de carácter obligatorio porque de ahí es que salen todos los recursos para crear, a nivel local, centros de atención para que personas con mayores de niveles de pobreza y vulnerabilidad y programas de atención. Hay departamentos y municipios que piensan que crear la estampilla es un impuesto más”, dijo Amanda Valdés, coordinadora del Grupo Ciclo de Vida del Ministerio de Salud. Las tareas pendientes de CaliEntre los municipios que no tienen la estampilla está Cali, que de acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Social del Departamento, concentra el 50 % de la población adulta mayor del departamento.Y el panorama para la ciudad no es alentador. Según cifras de la Secretaría de Bienestar Social de Cali, solo 23.293 ancianos reciben un subsidio bimensual de $150.000 a través del programa ‘Colombia Mayor’ del Gobierno Nacional. Sin embargo hay 16.000 personas de avanzada edad que buscan ser aptos para recibir esa ayuda económica.Desde el año pasado, 6500 adultos mayores caleños, beneficiarios de mercados bajo el programa Juan Luis Londoño de la Cuesta, dejaron de recibir las ayudas alimentarias entregadas en asocio con el Icbf y el Gobierno Nacional. Solo la mitad de estas personas pudo acceder a un subsidio económico.A ello se suma que la ciudad solo tiene contratación con un centro de atención para el adulto mayor que es el ancianato San Miguel. Explica Jenny León, encargada de la Oficina del Adulto Mayor de Cali, que “tenemos un contrato por $234 millones para atender entre 70 y 80 ‘abuelitos’ que viven ahí, pero esto es insuficiente. Hoy tenemos cinco mil ‘viejitos’ sin atención”.Margarita Arango, directora de la Fundación Cottolengo, asegura que “todos los alcaldes de Cali se han hecho los ‘locos’ para aplicar la estampilla. Aquí, por ejemplo, de los 350 abuelos que atendemos, el 87 % son de Cali. Jamundí ya tiene estampilla y ellos sí están recogiendo recursos que nos entregan para atender su población mayor. Sin embargo, hoy estamos colapsados y vivimos de los benefactores y de las empresas privadas”.Jaime Quevedo, secretario de Bienestar de Cali, asegura que la preocupación para la implementación de la Estampilla del Adulto Mayor está relacionada con temas financieros. “La estampilla obliga a gravar todos los contratos del Municipio con un porcentaje y estos actualmente son altísimos en Cali. Es una preocupación que nos ha manifestado la Dirección de Hacienda”.No obstante, el funcionario indicó que el proyecto de estampilla para presentar al Concejo de Cali está listo en un 80 % y que se están haciendo los ajustes requeridos por el Ministerio de Salud. Ramón Delgado, director ejecutivo de la Corporación Vallecaucana para la Tercera Edad, dijo que “somos ricos en políticas y recursos no han faltado para hacer una y otra vez la política del adulto mayor. Lo que hay que garantizar es que lo que se haga se ponga en marcha y continúe en el tiempo. No importa que los recursos no sean demasiados, lo que importa es que estén y no se administren mal”.Responsabilidad por el futuroFueron 33 años los que trabajó Joaquín Mosquera en una empresa proveedora de materia prima para la elaboración de telas. Dice que durante ese tiempo, cuando era joven y hacía las veces de supervisor en la planta de producción, se puso como meta ahorrar para el futuro.En 1982 la compañía cerró y hasta allí llegó su vida productiva. Desde entonces hasta hoy, con sus 86 años, recibe mensualmente una pensión con la que vive dignamente. “Obvio a uno le gustaría que fuera más pero por lo menos algo llega y con eso nos podemos mantener mi esposa y yo”, dice. Ella tiene 76 años. Joaquín reflexiona. Dice que ahora, cuando los trabajos son tan temporales y las prioridades de los jóvenes son distintas, se ve difícil que en un futuro alguien pueda estar tranquilo como él. “Cada peso hay que ahorrarlo”, sentencia.Lo mismo opinan los expertos en envejecimiento y vejez. Frente a un panorama tan desalentador en políticas públicas, a las dificultades para adquirir una pensión, lo mejor, aseguran algunos, es ahorrar desde jóvenes para garantizar que el ocaso de la vida llegue en las mejores condiciones.De acuerdo con Ricardo Arias Mora, presidente del Fondo Nacional del Ahorro, “el ahorro ha sido una práctica escasa dentro de la sociedad colombiana, en nuestro país prevalece la cultura del consumo, del crédito y la deuda”. Por ello Augusto Cuéllar, vicepresidente de la Confederación Colombiana de Personas Mayores, Confecolpem, sugiere, por ejemplo, “usar diferentes mecanismos de ahorro como fondos de empleados y cooperativas, aunque también desde el Gobierno se deben adoptar medidas ante el nuevo modelo económico y laboral en el cual las personas ya no cuentan con trabajos estables”.La experta en Envejecimiento y Vejez de la Fundación Saldarriaga Concha, Lina González, explica que en una población que envejece rápido, como la del Valle del Cauca, se necesita educación a la población más joven para concientizar sobre ahorrar para el futuro. Según cifras de esta organización, el 79 % de los adultos mayores que trabajan en Colombia, lo hacen por necesidad.“En la vejez se recoge un trayecto de vida. Por eso hay que promover estilos de vida saludables en los jóvenes de ahora y aplicar desde ya una idea de envejecimiento activo, es decir, prever con un ahorro, formación educativa y con el cuidado de la salud para una mejor vejez”, agregó Amanda Valdés, coordinadora del Grupo Ciclo de Vida del Ministerio de Salud.Sabiendo que el Valle se hace más viejo y que desde temprana edad hay que asegurarse un futuro, a adultos mayores como Jesús les entra el remordimiento. Lo siente porque nunca cotizó una pensión y acepta que todo su dinero se le fue de las manos entre deudas y mujeres.Hoy Jesús está próximo a cumplir los 70 y trabaja manejando un carro pirata para sobrevivir.Programas sociales que están en marchaA través de la Gobernación, se gestionan varios proyectos productivos para población adulta mayor. En la mayoría de municipios del Valle, muchas de estas personas trabajan como productores de mecato típico, en plantaciones aromáticas, realización de artesanías, vocaciones agrícolas y servicios. El secretario de Desarrollo Social, Diego Obando, explicó que algunos proyectos de agricultura reciben, incluso, aportes de la Unión Europea para dicho fin. Se adelantan, además, programas de alfabetización en diez municipios del Valle que tienen como objetivo combatir el analfabetismo entre la población adulta mayor del Valle que ronda un 5 %.“Tenemos adultos mayores en Candelaria, por ejemplo, que gracias a un sistema de educación especial implementado por el Gobierno Nacional han logrado aprender a leer y escribir logrando graduarse en primaria y bachillerato después de los 85 años”, aseguró Lucía Fuenmayor, funcionaria de la Secretaría de Desarrollo Social del Valle del Cauca.En Cali, los programas de formación para el empleo este año se concentran en las comunas 13, 15 y 21 donde se capacitan a adultos mayores en artes y oficios, con el ánimo de mantener viva su capacidad productiva.“Sabemos que con estas actividades el adulto mayor puede dignificar y mejorar su calidad de vida”, aseguró Jenny León, encargada de la Oficina del Adulto Mayor de Cali.Las asociaciones de adultos mayores, como la Corporación Vallecaucana para la Tercera Edad, también adelantan programas de formación recreativa, laboral y cultural en diferentes municipios del departamento.Lo otro que comenzará a estimularse en Cali y Valle es la aplicación de la Ley 1171 de 2007, por medio de la cual se disponen descuentos para que los adultos mayores accedan a espectáculos públicos, servicios de educación y turismo, entre otros.“La ley dice que hay que dar un 50 % de descuento en este tipo de eventos y esto no se cumple. Comenzaremos a mandar circulares a todas las empresas de eventos para que cuando hayan conciertos en el Pascual Guerrero, Plaza de Toros u otros eventos se de la tarifa preferencial”, explicó Andrés Solarte, del área de proyectos sociales de la Secretaría de Desarrollo Social del Valle.

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