Preocupación por aumento de homicidios de taxistas en Cartago

Entre julio y agosto han sido asesinados cinco taxistas en la ciudad. Aunque las autoridades investigan los casos, algunas versiones indican que los homicidios se deben al reacomodamiento de fuerzas tras la muerte de alias 31, jefe de una red de distribución de drogas en Cartago.

José Gregorio Marín Marín se convirtió en el quinto taxista asesinado en el último mes y medio en Cartago. El hombre, de 31 años de edad, fue atacado por sicarios que le propinaron tres tiros en la cabeza y el pecho cuando transitaba en su vehículo por el barrio La Arenera de esta localidad. La víctima conducía un taxi, cuando a las 9:55 p.m. de este jueves fue interceptado por los maleantes. Este nuevo hecho de sangre ya es investigado por la Policía y se presenta luego de que los gerentes de las empresas de taxis de la ciudad se reunieron con las autoridades para establecer algunas medidas de protección para este gremio. El teniente coronel Nestor Ospina, comandante del Distrito Especial Cartago de Policía, señaló que se diseñaron algunas estrategias para apoyar a los taxistas en la ciudad, y que luego de reunirse con los gerentes de las empresas se hará un encuentro con los conductores. Como se recordará, entre el 25 y 29 de julio fueron asesinados tres taxistas y en lo que va de agosto se han presentado dos asesinatos más. Según los mismos conductores, los maleantes ubican a sus víctimas “con foto y lista en mano”. Si bien las autoridades investigan los casos para establecer los responsables y los móviles, en la ciudad se habla de que estos asesinatos hacen parte de un reacomodamiento de fuerzas tras el asesinato en Antioquia de Oscar Pérez Cardona, conocido con el alias de 31, y quien estaría al frente de una red de distribución de alucinógenos que opera en Cartago y de la cual harían parte los taxistas asesinados. La muerte de alias 31 se dio el pasado 18 de junio en una vía que une a los municipios de La Ceja y La Unión, en Antioquia, en donde fue atacado con fusiles cuando se encontraba en compañía de sus escoltas Freddy Montes Serna, y Jorge Hernán Bedoya Martínez, quienes también resultaron muertos. De este presunto reacomodamiento, también harían parte otros asesinatos ocurridos en las últimas semanas en Cartago, especialmente de jóvenes entre 20 y 35 años de edad.