Valle
Una vallecaucana podría ser la persona más longeva del mundo; conozca de quién se trata
La vallecaucana cuenta con muy buen estado de salud y es capaz de hacer muchas tareas por si sola.
Con la muerte este año de la sudafricana Johanna Mazibuko, quien falleció a sus 128 años debido a un derrame cerebral, una vallecaucana podría ocupar su lugar en ser la persona más longeva del mundo.
Se trata de María Antonia Cuero, quien el 18 de octubre cumplió 122 años, lo que en teoría la convierte en la persona más longeva del mundo, pero oficialmente no cuenta con este reconocimiento.
Tras desconocer la historia de María Antonia, en Europa afirman que este reconocimiento se lo lleva la catalana Maria Branyas, de 115 años.
María Antonia Cuero es oriunda del río Mayorquín (nació en un caserío), Valle del Cauca, tuvo 16 hermanos y ocho hijos, y hasta hace unos años, afirma que podía subirse sin ayuda a las canoas para pescar.
Cuando la vallecaucana nació, apenas se estaba sacando al mercado el primer vehículo con motor, viajar entre naciones a bordo de una aeronave era algo impensable y Colombia tenía cinco millones de habitantes.
En una entrevista realizada por Coosalud, María Antonia asegura que: “allá en mi pueblo donde yo vivía, en una loma, la luna era grandísima y clarita y el cielo lleno de estrellas, y se veían los chigualos y matrimonios. Ahora apenitas se ve”.
Doña María Antonia asegura que que es devota a San Antonio y afirma que uno de sus gustos culposos es el viche, una bebida que aprendió a preparar cuando era joven.
Adicionalmente, asegura que uno de los secretos para mantenerse joven y con energía es comer dos bananos verdes cocidos a diario.
En una entrevista hecha por Los Informantes, María Antonia Cuero afirmó que no recuerda cuantos años tiene, porque el paso del tiempo la ha hecho olvidar esos detalles, y aseguró que no sabe como podrá amanecer al día siguiente, pero los halagos que recibe la hacen sonreír.
“La gente dice que me veo muy bien”, afirmó María Cuero.
De todos sus hermanos, solo dos mujeres siguen con vida, mientras que María Antonia se encuentra al cuidado de una de sus hijas.
Es precisamente ella quien se sorprende por su mamá, ya que afirma que está lejos de parecer de 122 años, puesto que se baña sola, lava su propia ropa y tiene intactos los recuerdos de toda su vida.
Curiosamente, Delsy, su hija menor, que es la persona encargada de su cuidado, fue a la única que no crío, debido a que tenía una enfermedad por la que pensaron moriría, motivo por el que la entregó a una profesora del pueblo, que hizo que María Antonia Cuero se reencontrara con su hija 15 años después.
Como cuidado a nivel profesional, María Antonia Cuero debe asistir cada tres meses a controles para la tensión y tomar medicamentos para este mal y algunas inyecciones para la osteoporosis; poco, en comparación con los tratamientos a los que se deben someter personas que no tienen la mitad de su edad.