Cali
“Vale más un milímetro de Ejecutivo que un kilómetro de concejal”: Fernando Tamayo
El ahora exconcejal conservador habla del reto que asumió como director de la Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero y su plan para llevar la entidad por cada rincón del Valle del Cauca.
Por: Hugo Mario Cárdenas López - Reportero de El País
Luego de 20 años en el Concejo de Cali, de hacer política electoral, Fernando Tamayo dio el paso al costado para hacer su debut en el Ejecutivo; una nueva etapa que inicia como director de la Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero.
Entre sus retos, asegura, está demostrar que la Biblioteca no es la cenicienta de las entidades en el Valle del Cauca y consolidarla como el mayor espacio de identidad, arte, cultura y tecnología de la región.
¿Cómo siente el cambio luego de tantos años en el Concejo de Cali?
Lo primero, es que vale más un milímetro de Ejecutivo, de ser director de despacho o en este caso de la Biblioteca Departamental, que un kilómetro de concejal. Y la explicación es clara: uno en el Concejo se desgasta, hace debates, pelea como lo hice yo con el tema de seguridad, pero la impronta no es tan evidente. En cambio en la Biblioteca usted tiene un presupuesto, tiene unas iniciativas, tiene una directriz y una jefa incansable como la gobernadora Dilian Francisca, que le marca pautas, que lo apoya, que es como la maestra, es la directora de la orquesta y hay que probarle. Aquí no hay excusa para no hacer, aquí no hay excusa para no dejar legado. Creo que es esa la mayor diferencia.
¿Tantos años de críticas al gasto de algunos gobiernos lo limitan de alguna forma a la hora de invertir los recursos con los que cuenta?
Creo que eso te da conocimiento. Yo soy operativo, busco soluciones rápidas a las cosas, pero también te da comprensión sobre lo Ejecutivo, y es que los directores de despacho y los alcaldes pasan gran parte de su tiempo apagando pequeños incendios; pequeños fuegos que de no ser apagados dan al traste con tu gestión. Creo que la experiencia que tuve en el Concejo me fortalece mucho en el conocimiento de ciudad, en el conocimiento del departamento y sobre todo, en entender que el tiempo es corto y se tienen que dejar hechos concretos para que sea buena la evaluación que se haga de tu gestión.
¿Cuáles son esos hechos concretos con los que espera dejar huella en la Biblioteca Departamental?
Cuando llegó a la Biblioteca, de la mano de la Gobernadora, ella me pone dos tareas concretas: la primera, volver a abrir los domingos porque hacía cuatro años que no se hacía. La segunda, ampliar el horario hasta las 7:00 de la noche porque trabajábamos hasta las 5:00 y eso limita mucho el acceso a las personas que trabajan. Entonces llego con esas dos premisas, hicimos un equilibrio en el balance presupuestal y lo estamos haciendo; además tengo un equipo maravilloso que se ha embarcado en el mismo sueño y que copió la idea que transmitimos de que la Biblioteca no es la Cenicienta; que las bibliotecas en las sociedades representan los puntos de encuentro de la cultura, del arte y la intelectualidad; y en Cali, en particular, esa es una inmensa posibilidad.
¿Pero no hay otros espacios en la ciudad que representan lo mismo?
Si uno analiza qué sitios hay donde las personas puedan acceder a arte, cultura y a puntos de encuentro social y comunitario, no hay. El Jorge Isaacs es pagando; La Tertulia es lo más similar a nosotros, pero su espacio es hasta cierto punto no tan amplio como el nuestro, y el Enrique Buenaventura también es pagando; entonces este sitio donde estamos ubicados posibilita que nosotros nos convirtamos en el epicentro del arte, de la cultura, e inclusive, el turismo.
¿Qué opciones ha encontrado en la Biblioteca Departamental para acercar más a la gente?
La Gobernadora nos colocó, y eso es importante resaltar, varios retos en los primeros 100 días. Nosotros tenemos bajo nuestra tutela 72 bibliotecas de la Red Pública de Bibliotecas del Valle y de las 72, le damos conectividad en este momento a 10 y la idea en estos 100 días es pasar a 20 bibliotecas, y en el cuatrienio llegar aunque sea a 60 bibliotecas con conectividad; tenemos un proyecto que es emblemático que es el Óiga, Mire, Lea, que es un proyecto de un Festival de Literatura que no está adoptado por ordenanza; eso quiere decir que llega otra administración y al no estar adoptado como ordenanza podría perecer, entonces ya tenemos la ordenanza y va a ser discutida por la Asamblea Departamental. La otra gran indicación de la Gobernadora es sacar la biblioteca a las comunas y a los municipios, entonces en estos dos meses vamos a hacer dos intervenciones grandes. La idea también, a futuro, es certificar los servicios de la biblioteca. Tenemos una sala emblemática que es la sala Hellen Keller que es para discapacidad, en particular para invidencia.
¿El cómic, tan de moda, tendrá también espacio en la Biblioteca?
Si queremos acercar a la ciudadanía a la biblioteca, debemos de tener una comiteca; actualmente en Cali solo funciona una comiteca que es privada y que la tiene Comfandi; la idea es que tengamos una comiteca pública; incluir a la biblioteca dentro de la Red de Turismo del Valle del Cauca. Tenemos un museo interactivo que la señora Gobernadora inició en su primer periodo y que en octubre del año pasado lo entregaron; es un tipo maloka. La gente no se imagina lo potente que es ese museo interactivo que tenemos. En estos dos meses debemos de inaugurarlo. También tenemos el observatorio astronómico más importante del suroccidente colombiano, entonces tenemos muchas herramientas que pueden ayudar al autosostenimiento. También debemos tener un segundo Bibliobus para que se fortalezcan los procesos de lectoescritura en nuestro Valle del cauca.
¿Qué cosas encontró a su llega la Biblioteca que le sorprendió que existieran y poco se conozcan?
Tenemos un espacio hermosísimo, maravilloso; el tema del Museo Interactivo, por Dios, es una gran herramienta. El tema del Observatorio también es increíble. Antes la Biblioteca era el punto del cine para una sociedad como la caleña donde tuvimos dos Caliwood. Si recordamos de dónde venimos vamos a saber para dónde vamos. Me asombra que una herramienta tan potente de cambio social, de intervención social, de cambio de realidades, de dignificación del ser humano haya estado como en el ostracismo, y me llama la atención que nada de lo que estoy proponiendo no ha existido ya en la biblioteca; vamos a tener, por ejemplo, teatro, vamos a tener títeres, vamos a tener una alianza para todo lo que tiene que ver con música clásica; la llegada nuestra ha generado que la Universidad del Valle quiera hacer un convenio con nosotros, que la Universidad Santiago de Cali quiera hacer convenio con nosotros.
¿Es complicado enamorar a la gente y sobre todo a los dirigentes de este tipo de proyectos?
Nosotros hicimos ya un trabajo con mujeres emprendedoras; esto está moviéndose y he logrado que la gente se meta en este sueño; y el discurso es sencillo, ‘yo soy pasajero; los directivos son pasajeros y las entidades quedan’. Estamos construyendo un legado para el departamento y estamos posicionando una entidad que tiene todas las herramientas para hacer una entidad líder en el Valle del Cauca. También quiero dejar como legado a los trabajadores que esto es de ellos; que esto es de los vallecaucanos y por eso estoy invitando también al alcalde Alejandro Eder a sumarse. En la medida en que pueda hacer convenios, puedo prestar más servicios; y la biblioteca es un legado de la familia Garcés y qué mejor que un alcalde, que también tiene toda la disposición de trabajar en conjunto por esta región, se vincule.
Si quienes van a la Biblioteca son personas mayores de 50 años, en su mayoría, ¿cómo hacerla atractiva para los jóvenes?
Lo que yo le he dicho al equipo es que quiero que la biblioteca se convierta en un punto de encuentro de la familia y ya con la oferta que tenemos los vamos vinculando a procesos de lectoescritura. Vamos a abrir la Biblioteca nuevamente para exposición de grandes pintores; en la biblioteca expuso Botero. Vamos a arrancar con una exposición grande del maestro Ómar Rayo, devolverle el realce que en algún momento tuvo el domo como espacio de exposición de grandes autores, pintores; parte vital de los procesos tiene que ver con estimular a los escritores vallecaucanos y vamos a tener un espacio en la Feria del Libro de Cali para promover nuestro escritores vallecaucanos. Queremos fomentar la lectura, pero cómo fomentar la lectura si no fomentamos y estimulamos y apoyamos a nuestros escritores.
¿Ve como ventaja que los eventos en la biblioteca sean gratuitos?
Siento que Cali urge un espacio donde el sector cultural de la ciudad se encuentre y es una ventaja que todo sea gratuito. Si logramos que las personas puedan disfrutar de otro tipo de manifestaciones artísticas que están fuera de su cotidianidad, yo creo que estamos haciendo ciudad, estamos cambiando vidas, estamos cambiando paradigmas, estamos ampliando horizontes y de eso se trata la función de la Biblioteca.
Finalmente, ¿cómo quisiera que fuera esta Biblioteca el día que se vaya Fernando Tamayo?
Quiero que sea el punto de referencia del arte y la cultura de nuestra región; que tenga una oferta de servicios variada y extensa, que tengamos horarios también ampliados, que toda la parte patrimonial que es tan importante este fortalecida, tenemos una falencia grande en la parte digitalización tecnológica y eso vale. Es la gran preocupación que tengo, pero uno llega a estos cargos no a mirar con retrovisor o a quejarse, uno llega es a hacer y a buscar cómo si hay limitaciones financieras, cómo se hace y cómo se desarrollan cosas, entonces el sueño es que la biblioteca vuelva a ser y a tener el realce y el brillo que en algún momento tuvo.
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