Así se vivió el Retro Móvil Clásicos, un evento que rindió homenaje a BMW
El Retromóvil Clásicos de este año le rindió homenaje a la firma alemana. Unos 150 aficionados disfrutaron de una exhibición que mostró la evolución de la marca. El Club Clásicos, organizador del evento, premió a los mejores. Un día a toda máquina.
Sofisticados, deportivos y elegantes a la vez, con sus siluetas alargadas, su ‘mirada de 4 ojos’ y emitiendo un sonido que evocaba el pasado. Así, más ‘vivos’ que nunca, y con sus propietarios a bordo orgullosos de disfrutar “el placer de conducir”, llegaron uno a uno el pasado domingo los invitados de honor del Retromóvil Clásicos: los BMW con más de 35 años de historia y completamente originales.
Todo estaba dispuesto desde las 8:00 a.m. para el arranque de esta exhibición de antiguos y clásicos, que no se veía desde el 2003, y que tuvo como escenario al Club Shalom. Un espectáculo digno de admirar, en el que por primera vez las 42 reliquias participantes se estacionaron estratégicamente hasta formar el logo de la marca, imagen que quedó registrada desde el aire por los drones del Club Clásicos, organizador del evento.
Allí, alrededor de 150 personas compartieron un espacio lleno de anécdotas y aprendizaje, en un ambiente familiar unido por el amor por los motores.
Semejante espectáculo, en el que brillaban elementos de diseño como los faros delanteros dobles y redondos, la rejilla vertical en forma de riñón y la famosa curva de Hofmeister del pilar trasero, que han identificado a BMW, parecía no saciar la curiosidad de los asistentes, que no paraban de impresionarse con cada detalle.
Los amantes de la innovación también tuvieron un lugar en el stand de Auto Bonn, distribuidor de BMW, que lució los modelos más recientes ante los ojos de compradores potenciales.
En palabras de Juan Camilo Velásquez, presidente del Club Clásicos, organizador del evento, “este espacio no solo puso a rugir los motores de los BMW, sino a vibrar los corazones de quienes asistieron al evento con el propósito de recordar viejos momentos y pasar un rato agradable”. ‘’Este encuentro es una forma de mostrarle a Colombia y al mundo el potencial que tiene Cali en turismo. Por eso, es una alternativa diferente para mostrar la cultura automovilística que se vive en la ciudad y de paso posicionar más el evento’’, agregó.
Amante de los ‘chécheres’
Carlos Vanegas, socio del Club Clásicos, es un apasionado de los autos y más aún de BMW. De hecho, este caleño tiene en su haber dos automóviles de la serie E30, que lució orgulloso en el evento. Uno de ellos, con el que ha recorrido 136.000 kms, es nada menos que un descapotable 1987, con pintura Brillantrot y un estilo sofisticado que lo hace muy codiciado. No en vano, en el Retromóvil Clásicos, este ejemplar de 2.500 c.c., se llevó el premio como favorito del público, en una divertida dinámica, por lo que su dueño recibió un bono de descuento en Detailing para que su ‘chéchere’, como le dice cariñosamente, luzca todavía más espectacular.
El otro, un sedán E30 dorado, movido por un motor de 2500 c.c. y que fue galardonado como ‘El motor más limpio’ del evento, lo adquirió en 2017, luego de un año de búsqueda y pagó por él $45 millones. Una ‘joya’ automotriz que está próxima a cumplir el tiempo mínimo para aplicar a las placas azules que la avalan como un clásico.
El mantenimiento de sus dos reliquias no es algo que le preocupe demasiado a Vanegas, pues ‘’BMW es una marca tan fina, que las reparaciones son mínimas, pero eso no significa que haya que descuidar la máquina, al contrario, hay que consentirla más y darle el lugar que se merece’’, señala este gomoso de los autos.
Un tesoro de 4 ruedas
Amor a primera vista fue lo que sintió Felipe Ucros cuando su padre le inculcó la pasión por los vehículos clásicos desde sus primeros años de vida. Con el tiempo, este hobby heredado lo ha llevado a convertirse en un entusiasta empedernido por los modelos más exquisitos de carros, es por eso que cuenta con una invaluable colección de clásicos, que incluye por supuesto a un BMW.
Se trata de un 2002 convertible, modelo 73, edición limitada, del cual solo hay 2517 unidades en el mundo, 8 de ellos en Colombia y uno en el Valle del Cauca: el suyo, que fue seleccionado como imagen del evento.
Carrozado por Baur (empresa alemana que construye los descapotables de la marca desde 1930) tiene un motor de 2000 c.c., caja de 5 velocidades Getrag y 2 carburadores de la italiana Weber.
Este ‘beeme’ es su consentido, pues lo adquirió en 1998, mientras cursaba sus estudios de Administración de Empresas, por un valor de $13 millones de pesos, pues sabía que era una buena inversión. ‘’Pero más allá de su valor económico, para mí este carro guarda gratos recuerdos de mi vida y eso lo hace aún más valioso’’, comenta Ucros.
Precisamente, por ser uno de sus tesoros, las reparaciones y el mantenimiento prefiere hacerlos él mismo, pues aparte de coleccionista es restaurador y para cuidarlo solo usa productos alemanes.
Afición del aire a la tierra
Desde los aires donde transcurre la mayor parte de sus días, el piloto José Antonio Medina no deja de pensar en su hobby: los carros. Por eso, en el Retromóvil Clásicos, que según él revive la historia evolutiva de estos vehículos y despierta gran admiración entre quienes saben apreciarlos, exhibió un E10 2002 1975, con motor de 2 litros, caja manual de 4 velocidades y sincronizadores Borg & Warner (en la foto). También llevó un deportivo y a la vez familiar, que según Medina fue el músculo principal de BMW para consolidarse como la firma automotriz que es hoy: el E31 850i modelo 91. Un 5 litros, que se destaca por haber sido uno de los mejor posicionados de los años 90, gracias a su diseño y tecnología, ya que cuenta con climatizador automático, control de volante electrónico y una potencia máxima de 326 CV a 5.000 r.p.m., rasgos poco comunes en ese
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