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ALCOHOL

Su propia casa, el lugar donde los menores se están iniciando en el alcohol, ¿qué está pasando?

Casi la mitad de los adolescentes ingieren bebidas alcohólicas en su casa, en compañía de padres y familiares. Tolerancia sobre el consumo de alcohol en ellos debe ser cero, dice experto.

23 de enero de 2022 Por: Paula Andrea Restrepo y Meryt Montiel Lugo, El País
Alcohol en meores de edad. Imagen de referencia. | Foto: Foto: Especial para El País

En 2021, los adolescentes colombianos disminuyeron el consumo de alcohol con respecto a años anteriores; sin embargo, para los especialistas, sigue siendo preocupante la relación que mantienen con esta sustancia, pues 40,3% de ellos han ingerido bebidas embriagantes al menos una vez en la vida y beben en sus hogares (el 46,5 %) en compañía de sus padres u otros familiares (el 53 %).

Estos son algunos de los resultados del estudio desarrollado por la Corporación Nuevos Rumbos, titulado ‘Consumo de alcohol en menores de 18 años en Colombia: 2021’, a través de encuestas realizadas a estudiantes de instituciones públicas y privadas de sexto a undécimo grado de Bogotá, Medellín, Barranquilla, Tunja, Villavicencio y Piedecuesta (Santander).

El fácil acceso a las bebidas alcohólicas y la permisividad por parte de los padres de familia están entre los factores por los que la ingesta de licor comienza a temprana edad: a los 13 años. Vale la pena resaltar que, según este estudio de 2021, se incrementó en un año la edad de inicio con respecto a lo que arrojaron las investigaciones de la Corporación Nuevos Rumbos en 2008 (11 años) y 2015 (12 años).

Preocupa sobremanera a los expertos que un 10 % de los adolescentes haya iniciado antes de cumplir los 10 años, ya que, de acuerdo con lo consignado en el estudio de Nuevos Rumbos, si los menores empiezan la ingesta de licor antes de los 14 años tienen cuatro veces más probabilidades de tener problemas con el alcohol a los 25 años y diez veces más probabilidades de involucrarse con sustancias ilícitas que una persona que empiece a consumir alcohol a los 18 años.

La encuesta revela, además, que a mayor grado escolar, mayor proporción de estudiantes consumen alcohol. También, que más de la mitad de los adolescentes (54,5 %) en Colombia opina que es fácil o muy fácil conseguir bebidas embriagantes y que las adquieren principalmente en tiendas (47%) y por internet o servicio a domicilio (el 16%). Y mientras Bogotá es la urbe menos permisiva para vender licor a los menores, Medellín, Cali y Piedecuesta son las ciudades con menos restricciones.

77% de los adolescentes caleños dice que el alcohol les gusta poco; el 89 %, que no es necesario para disfrutar una fiesta. El 40%, que sus amigos sí lo toman.

Marcela* es estudiante de una institución educativa de Cali. Ella asegura que no consume licor porque no le gusta (como el 16 % de los entrevistados), pero que sus amigos sí lo hacen con frecuencia en fiestas. Y como la mayoría son menores de edad, lo solicitan por internet, “porque no les piden cédula, pueden comprar lo que sea y el pedido llega rápido”.

Para iniciarse en el consumo de alcohol los muchachos prefieren la cerveza (40 %), seguido del vino (27 %) o el ron y el aguardiente (14%). Y en ese mismo orden, son esas bebidas las más apetecidas para consumir más adelante. Curiosamente, Tunja es la ciudad donde los adolescentes consumen más vino y en Piedecuesta, cerveza.
En casa y en familia

Casi la mitad de los adolescentes toma en su propia casa (46,5 %), en la casa de un amigo (25 %) o incluso, en la calle o el parque (9 %).

Aseguran que durante fiestas en sus propios hogares han ingerido alcohol (67%); que toman, en primer lugar, con sus amigos (39, 7%), pero también con padres y parientes el 53 %.

El 70 % además, sostiene que sí ha tomado en presencia de sus padres y en este sentido, las mujeres son las que más tienden a esta conducta, que dicho sea de paso, de acuerdo con el estudio, toman casi que a la par de los hombres.

Una de las razones por las que habría aumentado la ingesta de licor en casa por parte de los menores, de acuerdo con los especialistas, es debido a la pandemia por el Covid-19.

Para Augusto Pérez Gómez, director de la Corporación Nuevos Rumbos, a raíz del aislamiento los progenitores permitieron esta conducta. “Es una especie de elasticidad y tolerancia de los padres hacia sus hijos. Les da pesar verlos encerrados. O si los adultos quieren tomarse una copa de vino, por ejemplo, lo hacen con sus hijos para así compartir espacios”.

Sobre la frecuencia con que toman, un cuarto de esta población (25%) asegura que “nunca” ha tomado, sin embargo, un 57,4 % manifiesta que lo hace menos de seis veces al año.

La primera borrachera la tienen a los 14 años y las situaciones de riesgos a las que se expusieron por beber es que el 10% se emborrachó, el 8% tuvo vómitos y el 6,1% se quedó dormido cuando bebía.

Stiven*, hoy adulto, recuerda que su primera borrachera fue a los 17 años, en su casa, con su hermana y unos amigos y lo afectó tanto que desde ese día no quiso emborracharse nunca más. “No consumo licor con frecuencia, de pronto de forma casual una cerveza en alguna situación social, pero hasta ahí”.

Los menores y el alcohol en Cali

Los indicadores sobre el consumo de alcohol entre los adolescentes caleños no dista mucho de la media nacional. Entre los hallazgos llama la atención que un 7 % asegure que bebe estando solo. Pero el 47 % sostiene que toma con sus amigos; el 60 % toma en fiestas en sus casas y el 64 % lo hace en presencia de sus padres.

La mitad de los estudiantes caleños dice que bebe, en primer lugar, para celebrar ocasiones especiales y un 15 % para divertirse, en tanto que un 14%, para estar con los amigos. Además, el 40 % de los hombres opina que es fácil o muy fácil conseguir alcohol, opinión que comparte el 36 % de las mujeres.

Como Angie*, quien asegura que nunca ha tenido restricciones para comprar bebidas alcohólicas y que estas las consumen más en fiestas.

Por otra parte, el Equipo de Salud Mental y Convivencia Social de la Secretaría de Salud de Cali en un estudio del año pasado encontró que el 31 % de los menores de edad tiene un uso nocivo del alcohol; el 23 % desarrolla síndrome de dependencia y el 13 %, intoxicación alcohólica aguda.

Miyerlandi Torres, secretaria de Salud de Cali, afirma que los niños y jóvenes que tienen problemas de conducta, académicos, de autocontrol o de baja autoestima tienen una probabilidad mayor de caer en el consumo de alcohol y otro factor de riesgo son las expectativas ligadas a creer que las bebidas alcohólicas mejoran el ánimo o eliminan las inhibiciones.

Para luchar contra esta problemática, la Secretaría de Salud Municipal, a través del programa ‘Tejiendo sueños’, desarrolla acciones para mitigar el consumo de alcohol en menores de edad y a través de la campaña ‘Me voy de rumba y no me derrumbo’, que va dirigida a adultos, promueve componentes de educación, prevención y comunicación para evitar que las personas que expenden alcohol no se lo vendan a los adolescentes.

Precisamente, el 73 % de los estudiantes caleños encuestados está de acuerdo con sancionar a quienes suministren alcohol a los menores.
El abogado Harold Valencia Torres pone de manifiesto que la Ley 1801 del 2016 prohibe el expendio de bebidas alcohólicas a menores de edad, pero, lamentablemente, esta disposición no se cumple en nuestro país.

Recomendaciones de expertos para prevenir
el consumo de alcohol en menores de edad

Desde la Secretaría de Salud de Cali se recomienda no normalizar el consumo de alcohol en menores de edad debido a que es una sustancia psicoactiva y que su uso debe ser responsable y exclusivo para los adultos. Además, se hace énfasis en que se debe brindar un acompañamiento y escucha, pues muchas veces los niños y jóvenes caen en el consumo de alcohol por temas de violencia intrafamiliar o problemas en el desarrollo social.

Augusto Pérez Gómez, director de la Corporación Nuevos Rumbos recomienda que la tolerancia ante el consumo de alcohol en menores debe ser cero, pero que no necesariamente sea con represión, sino con educación, pedagogía y prevención.

Tener charlas de comunicación asertiva con los menores de edad sobre esta temática. Que haya un espacio seguro para hablar de los pros, contras, causas y consecuencias de la ingesta de licor a temprana edad.

Para el abogado Harold Valencia Torres la clave está en fomentar las relaciones y diálogos entre los padres e hijos. “La influencia de un buen entorno familiar es crucial para que el menor siga hábitos saludables y evite el consumo de alcohol”.

En el estudio de Nuevos Rumbos se establece que para protegerlos contra el consumo de alcohol la comunidad debe adelantar políticas efectivas y procurar la aplicación de la ley con el fin de hacer que el alcohol sea menos accesible para los adolescentes. Asimismo que se les brinde participación en actividades extracurriculares en la escuela o en la iglesia.

Esta misma investigación señala que se promuevan desde la familia actividades de vinculación familiar, manteniendo valores y tradiciones culturales como el valor a la familia y el respeto a los mayores. Además, que en la familia se respeten las reglas, que se tengan conversaciones abiertas y que sean modelo de comportamientos responsables con respecto al riesgo del consumo de alcohol.

Se añade también que el menor tenga una relación fuerte con los padres y que estos tengan un mayor control sobre sus hijos. Que los adolescentes desarrollen habilidades para poder decir NO y conocer sobre los resultados adversos relacionados con el consumo de alcohol.

“Hay que establecer límites y normas”

Para Linda Teresa Orcasita, psicóloga, magíster en familia y profesora de la Universidad Javeriana en Cali, el consumo de alcohol en menores puede ser considerado un tema de salud pública especialmente porque requiere acciones preventivas y de promoción de la salud.

¿Por qué el consumo de alcohol en menores de edad debe ser visto como un problema de salud pública?
Puede ser considerado un problema de salud pública, especialmente porque requiere acciones preventivas y de promoción de la salud ya que es un factor que va a afectar a niveles de trastornos neuropsiquiátricos, enfermedades no transmisibles como afecciones cardiovasculares, cirrosis hepática y situaciones que afectan la salud mental. El alcohol es una droga que está socialmente aceptada y eso ha llevado a que sus efectos sean mayores. Consumir alcohol es puerta de entrada a otras sustancias ilícitas.

¿Por qué los menores de 18 años no deben consumir alcohol?
Por el impacto a nivel de la salud mental y emocional. Muchos estudios han revelado que entre más temprana edad se consuma, niño/as o adolescentes, va a desencadenar trastornos psicológicos, conductas desafiantes, agresividad, situaciones de depresión o riesgo de atentar contra su vida.

¿Cuáles pueden ser las consecuencias del consumo de alcohol en menores de edad?
Algunas consecuencias que pueden tener son los accidentes automovilísticos, caídas, situaciones de suicidio, situaciones de violencia, pueden ser víctimas de delitos, tener prácticas sexuales de riesgo, pueden aumentar las ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual), embarazos no deseados, agresión sexual, situaciones de violación. Sus impactos son clave poderlos abordar. Las consecuencias a largo plazo están relacionadas con afectaciones en la salud física y mental, pueden causar daños en células a nivel cerebral.

¿Cuáles pueden ser algunas medidas de prevención de la ingesta de alcohol en menores?
Algunas estrategias que se pueden utilizar para trabajar el tema en término de las familias es orientar a una comunicación asertiva, ya que eso facilita y favorece poder tocar el tema con los menores.

Además, el establecimiento de límites y normas es importante porque, si no se generan, se puede validar ese consumo social del alcohol que es muy frecuente en la sociedad colombiana. También es necesario hablar sobre las afectaciones que hay por consumir alcohol, pero, sobre todo, qué se busca detrás de la misma ingesta.

Para la psicóloga Orcasita, otra de las recomendaciones para los padres y menores en cuanto a consumo de alcohol es hablar de situaciones hipotéticas o casos de la vida real que pueden ocurrir como accidentes o embarazos no deseados. Además, agrega que cuando se presenta un consumo severo es importante buscar ayuda y trabajar con grupos de apoyo.

“Podemos disfrutar de las reuniones sin consumir alcohol”

José Fernando Arizabaleta Lenis es economista, director de Programas de Gestión Social de la Fundación Los del Camino, organización sin ánimo de lucro creada por un grupo de empresarios, profesionales y líderes psicosociales que decidieron aportar iniciativas que contribuyan a prevenir y mitigar problemas de conflictos en nuestra sociedad, mediante procesos pedagógicos de paz orientados a promover la convivencia, la resolución de conflictos y la reintegración social.

La misión de esta entidad es educar para prevenir el delito desde la niñez y desarrollar procesos de transformación y convivencia en espacios de alto riesgo social, por una paz sostenible.

Sobre el consumo de alcohol en menores de edad, el director de Los del Camino habló con El País:

¿Cuáles son las razones frecuentes por las que los menores empiezan el consumo de alcohol a temprana edad?
Buscan afinidad, encajar en algún grupo, popularidad.
- Falta de cuidado y acompañamiento de los padres.
- Cuando alguno de los padres tiene problemas de consumo de alcohol o cualquier otra sustancia psicoactiva.

¿A qué cree que se debe que, en su mayoría, la ingesta temprana de alcohol comienza en casa?
- Algunos padres por creencias culturales lo ofrecen a sus hijos para que sean “machitos”.
- A veces por descuido de los padres o cuidadores, dejan las bebidas alcohólicas al alcance de los niños.
- Por ignorancia. Algunos padres piensan que esto no le va a ser daño a su hijo menor.

¿Cómo considera que debe ser el control de las autoridades para la venta del alcohol?
Debe haber leyes claras que impidan que se le venda licor a los menores de edad y sanciones drásticas para quienes lo comercializan. Aunque hay un decreto de ley (Decreto 120 de 2010 por el cual se adoptan medidas en relación con el consumo de alcohol) Se debe dar más educación en relación a este tema tanto a los niños como a los padres sobre los riesgos de su consumo y mayor sanción a quienes infrinjan la ley.

¿A qué cree que se debe la flexibilidad de los padres para permitir la ingesta temprana de alcohol en menores?
A ignorar o minimizar las consecuencias a nivel de salud y en el desarrollo integral de los niños.

¿Cuáles son las principales consecuencias del consumo de alcohol en menores?
Adicción, predisposición al consumo de drogas y problemas de salud (recordemos que sus órganos están en proceso de madurez). Se pueden presentar afectaciones a nivel emocional o psicológicas. Provoca muchas muertes y lesiones. Puede conducir a malas decisiones sobre comportamientos riesgosos, como beber y conducir o tener relaciones sexuales sin protección. Aumenta el riesgo de abuso físico y sexual.

Puede conducir a otros problemas, como dificultades en la escuela o bajo rendimiento académico Puede haber daño o deterioro en las funciones vitales. Se pueden desencadenar daños cerebrales. Puede interferir con el desarrollo del cerebro. Aumenta el riesgo de problemas como el alcoholismo más tarde en la vida y mayor propensión a dependencia de sustancias psicoactivas.

¿Desde la fundación cuáles son las medidas de ayuda o guía para los menores que consumen alcohol?
Hacemos un acompañamiento no solo al niño sino a la familia, donde se sientan inspirados a romper con ciclos de “autodestrucción”, que puedan ver perspectivas diferentes y no se queden viendo un “presente” sino planeando un “futuro” donde puedan cambiar ellos e influenciar su entorno de forma positiva.

¿Cómo cree que se puede prevenir que la ingesta de alcohol comience a tan temprana edad?
Generando conciencia en los hogares y de allí a la comunidad entera. En donde todos somos “responsables” por la niñez y que podemos disfrutar de las diferentes reuniones sin necesidad de consumir alcohol o por lo menos, no atribuirle al alcohol el “don de la felicidad” (mostrar la otra cara de la moneda con todo lo negativo que puede traer).

CONSECUENCIAS DEL ALCOHOL EN NIÑOS Y ADOLESCENTES

-Se involucran en otras conductas de riesgo como sexo sin protección, accidentes automovilísticos y uso de drogas como marihuana.

-Repercute en el sistema nervioso, digestivo y cardiovascular.

-Incide en el desarrollo cerebral: disminución de la materia gris que repercute en la función cognitiva y rendimiento académico.

-Problemas de retención de la memoria

-Toma de decisiones impulsivas.

-Puede haber trastornos del sueño, depresión, riesgo de Enfermedades de Transmisión Sexual, ETS; de enfermedades cardiovascualares. Pueden desarrollar más adelante enfermedad hepática.

-Rendimiento académico bajo. Hay posibilidad de abandonar la escuela secundaria.

-Entre las consecuencia sociales están: Conducir en estado de ebriedad, violencia comunitaria, delincuencia, intoxicación por alcohol, tratamientos costosos de salud mental, uso de sustancias psicoactivas, comportamiento antisocial, muerte.

Fuente: Estudio Consumo de Alcohol en Menores en Colombia 2021, de la Corporación Nuevos Rumbos.

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