Judicial
Habla sobreviviente de la masacre de nueve menores en el Cauca: revela cómo los asesinaron a sangre fría
El único menor que logró escapar de la barbarie relató a cómo los amarraron y luego les dispararon a sus compañeros. Él, herido, logró huir.
El único menor de edad sobreviviente de la masacre en el departamento del Cauca, que dejó 9 menores de edad asesinados a sangre fría, relató que durante 36 horas caminaron por las montañas huyendo de las disidencias de Iván Mordisco, que los reclutaron de manera forzada.
En su historia, que fue conocida en exclusiva por Semana, cuenta que cuando vieron una carretera, pensaron que estaban a salvo e incluso festejaron entre ellos. Los menores detuvieron un campero de servicio público que iba a Popayán. Se habían salvado, pensaron, pero unas cuadras más adelante se encontraron con un retén ilegal, donde sin compasión fueron asesinados.
El menor dice que recibió un tiro en el pecho, pero aun así corrió y se lanzó por un peñasco, lo que lo salvó. Sin embargo, sus otros compañeros no contaron con la misma suerte y los mataron.
Cuando se cumplen tres meses de este trágico suceso que conmocionó al país, el menor, el único sobreviviente, contó cómo habían sucedido los hechos y cómo esto marcó su vida para siempre.
El joven dijo al medio citado que hacia las 10:00 de la mañana llegaron a la carretera después de caminar durante tres días sin parar, sin comer y sin descansar.
“Entonces, cuando ya vimos la vía hacia Popayán, nos alegramos, pero fue en vano. Avanzamos pocos metros cuando ya esa gente nos estaba esperando; el conductor nos entregó. El retén estaba frente a una escuela de una vereda que se llama La Paz, allí mismo nos dispararon. Yo sentí el disparo en el pecho y salí a correr, pero a los otros les amarraron los pies, les dispararon y luego los montaron en una camioneta de platón para ir a enterrarlos (...) Todos eran muy niños, tenían entre 13 y 14 años”, contó el menor a Semana.
Dijo también que a los otros chicos los conoció dos meses antes, cuando los trajeron secuestrados de Argelia, en el sur del Cauca.
Él y su hermano fueron reclutados en mayo del año pasado y conducidos a un campo de entrenamiento donde solo había niños.
Una vez allí, los menores empezaron a planear como fugarse, pues nadie quería estar allí, dadas las difíciles condiciones y el entrenamiento tan duro, además todos eran unos niños.
Acordaron que lo harían el 24 de julio a las diez de la noche.
En el viaje compartió con sus compañeros, con Valentina, a Dana, a Miguel, y otra Valentina que iban en el grupo. Según dijo, eran tres niñas y siete niños.
Para el menor fue un verdadero milagro haber sobrevivido. “Así herido caminé por cuatro días más, lo hacía solo por el monte y no me dejaba ver de la gente, porque allá no se puede confiar en nadie, la mayoría pertenece a la guerrilla. Cuando ya perdía las esperanzas, llegué a un pueblo y de ahí me remitieron a Popayán”, cita Semana.
Y agrega: “Lo que más rabia me da es que yo estuve ahí, pero no pude hacer nada para defender a mi hermano. Me lo mataron”.
La masacre fue reportada en su momento por el general Federico Mejía, comandante de la Tercera División del Ejército Nacional, quien ayudó a Javier y a su familia y ahora trabaja para evitar más reclutamientos.
Las operaciones del Batallón de Fuerzas Especiales Urbanas n.° 3 en el casco urbano de El Plateado permitieron el reencuentro de una madre con sus dos hijos, tras ser obligados a integrar las filas de la disidencia Carlos Patiño.
Más casos
De igual forma, recientemente en este mismo departamento fue encontrada una fosa común con cinco cuerpos. El hallazgo se produjo en el municipio de Buenos Aires.
Hasta ahora solo ha logrado ser identificado el cadáver de Mauren Alejandra Ulchur, una adolescente de 14 años que vivía en La Plata, Huila, y fue reclutada por las disidencias mediante las redes sociales.
La madre de la menor, Nancy Milena Candela, dijo que la última vez que conversaron fue el 6 de noviembre a través de Messenger. Les confesó que estaba con “la guerrilla del Cauca”.
“Tenía 14 años, apenas 14 añitos. Creo que algún conocido de ella, o alguien con quien hablaba por Facebook, pudo haberla motivado. Ella decía que quería irse, pero no para allá, sino tal vez para donde las tías o algún familiar. Nunca mencionó que quería irse a ese lugar”, contó la madre a Semana.
La niña de espíritu alegre, inteligente y con buen desempeño académico soñaba con ser estilista.
Mauren, la segunda de seis hermanos, vivía en un humilde hogar y su muerte conmocionó a todos los habitantes de La Plata.
La madre indicó que se enteró de la muerte de su hija por un perfil de Messenger en el que le dieron un número para llamar a quienes la tenían.
La persona que los contactó les dijo que se desplazaran a Suárez, Cauca. Sin embargo, al llegar allá les informaron que ya el cuerpo había sido trasladado a la funeraria.
Nancy dice que los que la recibieron eran miembros de la disidencia Jaime Martínez, con injerencia en Cauca, Jamundí, Buenaventura y el Naya.
“Eran los guerrilleros, compañeros de mi hija, quienes entregaron el cuerpo. Dijeron que ella llevaba un mes en entrenamiento y que luego les tocó ir al Pacífico. Allí fue donde la asesinaron, al parecer otro grupo fue el que atentó contra ella”, sostuvo la madre.
Pero, según las autoridades, tanto Mauren como los otros asesinados habrían intentado fugarse y cuando fueron delatados por unos compañeros, los asesinaron con tiros de gracia y luego los enterraron en una fosa común.
La muerte de la menor se presentó el pasado 17 de noviembre, pero su familia solo se enteró tres días más tarde.
Ahora, la mujer confiesa que tiene mucho miedo por sus otros hijos menores.
“Mi mensaje para que esto no siga ocurriendo es estar más pendientes de los niños, darles más confianza, evitar que usen en exceso las redes sociales, porque influyen mucho en que hagan cosas que no deben. La tecnología puede ser muy mala para los adolescentes, especialmente en la etapa de la rebeldía. Hay que estar pendientes para que ellos no sigan el mismo camino”, dice.