La política

La política tiene como su principal objetivo, no solamente facilitar la tarea de gobierno, sino la de garantizar la paz y la convivencia entre los ciudadanos y con respecto a los países vecinos y el resto del planeta, todo ello como un prerrequisito de la necesidad de trabajar por el bienestar de todos sus ciudadanos. Implica corregir defectos estructurales, el más grave de ellos: la desigualdad entre regiones o entre grupos sociales. Una tarea titánica.

Una muy rápida mirada a lo que está ocurriendo nos revela un panorama que no siempre ofrece tantas situaciones que generan perplejidad, incertidumbre y pesimismo. Lo que está haciendo falta hoy es una alta dosis de optimismo bien cimentado. Su ausencia es contagiosa.

Estados Unidos, como la gran democracia y la primera potencia mundial, está viviendo al máximo estos sentimientos, si no es en toda la población, es por lo menos en la mitad de ella. ¿Trump sigue siendo el mismo Trump de la Presidencia del 2016 al 2020? Es una duda que permea cualquier conversación.

Francia, enredada en su gobernabilidad, a la espera de encontrar una salida que no es fácil y que podría no tener una vocación de sostenibilidad necesaria. Un voto de desconfianza o de censura, que no había sido eficaz durante más de medio siglo, colocó al presidente en una situación inesperada...

En Alemania existen dificultades que no se contemplaban hace algunos años, y el prestigio y la popularidad de la señora Angela Merkel, han sido puestos en tela de juicio, casi que la han convertido en un chivo expiatorio, y ella ha tenido que publicar un libro para defenderse de tantos ataques e interpretaciones que nadie habría imaginado cuando ella terminaba de ejercer más de 15 años en el gobierno.

México logró llevar al poder, otra vez, al partido Morena al elegir no solo a la sucesora del presidente López Obrador, sino al obtener un triunfo descomunal que le otorgó prácticamente los poderes de un régimen dictatorial, a tal punto, que el presidente saliente en sus últimas semanas de gobierno pudo tomar una decisión inusitada como fue la de plantear una reforma total del sistema judicial que incluye la elección popular de jueces y magistrados.

Venezuela, Cuba, Haití y Nicaragua, ofrecen perspectivas tan negativas a tal punto que parecería injusto tratar de describirlas. Y la supuesta posesión el 10 de enero de Nicolás Maduro coloca, a muchos gobiernos en una situación muy delicada. ¿Reconocer un gobierno que no ha podido defender la legitimidad de la elección presidencial? ¿Mantener relaciones diplomáticas con un gobierno que ha pasado una legislación feroz contra la oposición? ¿Y aceptar que el candidato presidencial que las actas electorales reconocen como presidente electo sea puesto preso el mismo 10 de enero, y que tal vez lo mismo ocurra con la que él considera que debe ser su vicepresidente, doña María Corina Machado?

Ecuador viviendo una situación de violencia que jamás había existido. Perú con una presidenta sin ninguna base política, que tiene que responder a escándalos inclusive ridículos como el de los relojes que le prestaron para que los exhibiera en alguna solemne actividad, o para defender familiares inescrupulosos, o para explicar cómo fue que durante trece días estuvo sometida a unos tratamientos de cirugía plástica que no se sabe si le impidieron ejercer la tarea de gobierno...

Y ni hablemos de lo que quiere decir o no quiere decir el derrocamiento del dictador en Siria... la enumeración puede seguir.