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Conozca a Katherine Tapia, la 'policía' del arco del América de Cali
Katherine Tapia fue la gran figura del América al atajar dos penales que dieron la clasificación a la final de la Copa Libertadores femenina.
Cuando Luz Katherine Tapia Ramírez fue patrullera de la Policía, muchas veces estuvo cerca de la pelota desde otro ángulo. Más de una vez escoltó el bus del Atlético Nacional rumbo a un clásico. Más de una vez, también, hizo valer la fuerza de sus brazos y sus 1,78 metros de estatura en enfrentamientos con aquellos mal llamados hinchas que suelen hacer más complejo el trabajo de los Escuadrones Móviles Antidisturbios, conocidos como Esmad.
Fueron cinco años en la Policía. Cinco años como custodia de la seguridad de los ciudadanos. Acaso un designio de la vida que la hizo transitar por el mismo camino que un tío y tres primos que también supieron ponerse un uniforme al servicio de la patria.
Pero la vida misma, como la pelota, suelen ser caprichosas. Fatigada de que los altos mandos le coartaran cada vez más su pasión por el fútbol, Katherine colgó el uniforme de patrullera y se enfundó en otro que la hace igualmente feliz. En realidad, más feliz. El de arquera.
Y qué saltos los que ha dado la hija del corregimiento de Las Flores, en Lorica, Córdoba. En el 2018 debutó como guardavallas del Atlético Nacional y con los verdolagas se convirtió en la primera arquera del fútbol colombiano en marcar un gol. Y ahora, como custodia de los tres palos del América, equipo al que arribó como refuerzo esta temporada, ha llegado, a los 28 años, a su primera final de la Copa Libertadores femenina.
Desde Buenos Aires, Argentina, donde se encuentra jugando el torneo continental, Katherine atendió telefónicamente a El País. Diálogo con la ‘policía’ del arco rojo.
Contra Corinthians hubo parte de responsabilidad suya en el gol del rival, pero supo reivindicarse en los penales, atajando dos que dieron el paso a la final...
Supimos manejar el partido. Cuando llegó el gol de ellas, no nos desesperamos. Fue una pelota que solo vi cuando ya estaba cerca y no pude reaccionar como debía. Por fortuna empatamos en los segundos finales del partido y pudimos ir a los penales.
Usted se lanzó en los penales siempre adonde fue la pelota y atajó dos. ¿Tenía estudiados los cobros de ellas o es de las arqueras que se la juega con la intuición en estos cobros?
Me gusta siempre aguantar a las rivales en el cobro. Siento capacidad para llegar al balón y prefiero jugármela adonde vaya la pelota. Pude atajar dos.
¿Qué le dijeron sus compañeras?
Me felicitaron, estábamos felices todas, pero hay que actuar con mesura. Llegamos a la final y viene lo más importante que es alzar la Copa Libertadores. Estamos concentradas en ese objetivo.
Sigue haciendo usted historia. Ya se había inscrito en el fútbol colombiano como la primera arquera en marcar gol en un juego profesional...
Sí, tuve la fortuna de ser la primera arquera en marcar un gol en la Liga Profesional Femenina. Esos son pasitos que voy dando hasta donde quiero llegar, como este que acabamos de dar con mis compañeras para jugar la final de la Libertadores.
¿Cómo llega Katherine al fútbol?
Juego fútbol desde los 8 años. Comencé como defensa central, luego llegué a Bogotá, al club Gol Star, allí me vieron las condiciones como arquera y después me vinculé a la Policía, sin dejar la pelota. Seguí con la selección de la Policía, pero de los hombres, que me abrieron un campo, y se presentó finalmente la oportunidad de jugar y debutar con Atlético Nacional. Allí estuve tres años y fue ese proceso con el Nacional el que llevó al América a fijarse en mí y hoy estoy en Argentina representando a la institución roja y a mi país.
¿Por qué dejó la Policía?
Al principio recibí el apoyo de la institución, pero luego cambiaron de comandante y me pusieron a escoger, me pusieron literalmente contra la espada y la pared, al punto que una vez me iban a capturar porque andaba evadida del servicio por ir a entrenar. Entonces, decidí. No era fácil. El fútbol femenino apenas está en crecimiento, pero sé qué puedo dar, sé del talento que tengo y me incliné por la pelota.
¿Qué le enseñó la Policía que pueda aplicar en el fútbol?
La disciplina, la responsabilidad en todo lo que enfrento, el respecto por las demás personas y la tranquilidad que se necesita, como cuando estaba en el Esmad, no podía actuar violentamente contra el ciudadano, sino tener la calma para enfrentar cada circunstancia.
Como miembro del Esmad, ¿qué tipo de situaciones relacionadas con el fútbol debió enfrentar?
Me tocaron disturbios en los clásicos paisas. Muchas veces escolté a los jugadores en el bus del Atlético Nacional y pensaba que algún día podía ser yo la que escoltaran. Siempre les decía eso a mis compañeros de la Policía y no me creían, hasta que tuve la oportunidad de debutar con Nacional y ellos fueron los primeros en felicitarme.
Y ahora es la ‘policía’ que custodia el arco del América...
Así me siento, siempre quiero transmitirles seguridad a mis compañeras desde el arco, con un liderazgo positivo en beneficio del grupo, y tratando de dejar huella como mujer y como futbolista.
¿Volvería a la Policía?
No lo dudaría si me dejan seguir jugando fútbol profesional. Tengo muchos sueños que cumplir que tienen que ver con la pelota, entre ellos integrar la Selección Colombia y luego jugar en una liga internacional. Pero antes, por supuesto, alzar con América la Copa Libertadores.