AMÉRICA DE CALI
Iago Falque: "Quiero jugar la Copa Libertadores con América de Cali"
El volante español afirma que está viviendo su revancha luego de tantas penas en el fútbol colombiano y que la está disfrutando.
A Iago Falque se le ve feliz. Respira tranquilidad y en su semblante se dibuja la ilusión de un hombre que hasta hace poco solo sabía de amarguras por cuenta de las lesiones y hasta de una enfermedad de la glándula tiroides que sembró la incertidumbre en el departamento médico del América y el entorno del propio jugador.
Pero el fútbol, como se sabe, suele dar revanchas, y el volante creativo está aprovechando la suya. Acostumbrado a lidiar como un trotamundos con otras penas en las ligas de España, Italia e Inglaterra, el jugador de 33 años —nacido el 4 de enero de 1990 en Vigo, en la costa noroeste de España— ha sabido aguantar y reponerse física y emocionalmente para demostrar que no vino desde el Viejo Continente hasta estas tierras como un turista.
En su segunda temporada con los Diablos Rojos, Falque ha salido a la reconquista y lo está logrando, como lo demostró el domingo pasado, cuando le marcó un gol de gran factura al Deportivo Cali en el estadio azucarero. Hoy, frente a Jaguares, por la fecha 11 de la Liga en el Pascual Guerrero, puede ser otro gran día para el español.
El viernes, antes de ingresar al gimnasio en Cascajal —siempre es el primero que llega al entrenamiento y el último que se va—, Iago conversó con El País y dejó ver por qué anda tan motivado. Lucía una barba negra perfectamente cuidada y acababa de teñirse el cabello con un tono cenizo intenso. ¡Enhorabuena, Falque!
¿A que viene ese nuevo ‘look’?
Una vez al año, normalmente, me gusta cambiar de color. Se me antojó esta semana y lo hice. De vez en cuando es bueno cambiar.
¿Quién le tiñe el pelo?
Son dos chicos que vienen a las concentraciones a cortarnos el pelo, el ‘Zarco’ y Gustavo, quien es especialista en color.
Su esposa es la modelo venezolana Carolina Araque. ¿Ella lo asesora?
No, ella me anima. A ella le gusta y me apoya. Todo es cuestión de probar y si uno no está cómodo, pues se cambia y ya.
¿Alguna vez lo han invitado a usted a modelar?
No, para eso me falta estatura, pero sí la acompaño a ella a las pasarelas, en Milán, por ejemplo. Nos apoyamos mutuamente. Ella ha dejado su trabajo por estar conmigo, es mamá desde hace dos años y está en otras tareas ahora.
El Iago Falque de ahora se ve feliz...
La adaptación a una cultura nueva nunca es fácil, aunque debo decir que siempre me he sentido bien, cuando llegan los momentos malos hay que estar tranquilo.
Antes había algo de apatía de los hinchas con la llegada suya porque decían que se la pasaba lesionado. Ahora lo reclaman como titular...
Las etiquetas siempre son malas en la vida y en el fútbol abundan. Apenas he tenido una lesión muscular en un año y ‘pico’, me pierdo un partido y entonces aparece que “Iago se vuelve a lesionar”; es anecdótico, inclusive. He tenido otras circunstancias de salud que se escapan de las manos de uno y solo toca esperar.
Sobre eso, justamente, tuvo un problema de tiroides que generó mucha incertidumbre. ¿Qué pasó?
Tuve un percance con un dedo del pie que se me complicó mucho, me generó mucho dolor, estrés, no podía jugar y eso solo lo supo la gente de adentro. Eso llevó a que se afectara la tiroides, por el dolor intenso, el estrés, y estuve un mes sin salir de casa, con fiebres altas, perdí seis kilos. Me estoy recuperando poco a poco.
¿Qué tan importante ha sido el profesor Guimaraes en este proceso?
Yo siempre valoro a las personas en los malos momentos. En los buenos, todo el mundo se sube al carro. Y el ‘profe’ me apoyó mucho, tuvo gestos de reconocimiento, como los tuvieron don Tulio (Gómez) y doña Miryam (esposa del máximo accionista rojo). Y bueno, ahora me siento satisfecho porque les estoy devolviendo la confianza en el campo con rendimiento, fue a eso que vine.
Y meter goles, como el que le marcó al Cali en el clásico...
Sí, sentí una emoción muy grande, porque el ambiente de los clásicos siempre es lindo y al final es de lo que vivimos nosotros, de esa sensación del gol, sobre todo a la edad que tengo yo, porque lo que le queda al jugador, más allá de lo económico, es esa felicidad que te da la cancha.
Habla como si pensara ya en el retiro a los 33 años. ¿Dónde quisiera cerrar su carrera, luego de haber jugado en 12 clubes de España, Italia, Inglaterra y Colombia?
No me pongo fecha de retiro, siempre dependerá de mis sensaciones, de lo que sienta en ese momento. Tampoco quiero que sea una carrera eterna, de arrastrarme. En el momento en que vea que no tengo nivel, daré un paso al lado. Creo que he hecho una gran carrera, he tenido temporadas de altísimo nivel. Me falta un trofeo y vine al América para seguir con esa sensación de estar en un equipo grande y ganar. Me gustaría jugar una Copa Libertadores con América. Debe ser una sensación increíble. ¿Y dónde cerrar mi carrera? Pues la vida da muchas vueltas, hace un año y ‘pico’ no tenía ni idea de que iba a estar en Colombia jugando para el América de Cali. Hoy disfruto estar aquí, en esta ciudad.
¿Cali es tan caótica como la vemos los propios caleños?
Lo más complicado de Cali es la inseguridad, hay siempre miedo de que pueda pasar algo, sobre todo en la noche, pero uno tiene que intentar cuidarse, quedarse por la zona donde vives, Ciudad Jardín, el sur.
¿Cuál es la liga en la que mejor se ha sentido?
Es en Italia donde mejor he rendido, porque estuve allí ocho años, marqué cincuenta y ‘pico’ goles, como 30 asistencias, en fin, fueron años de alto nivel. Inclusive, soy más reconocido en Italia que en mi propio país, porque al final en España solo jugué una temporada con el Rayo Vallecano.
Con América, a pesar de las ausencias, ya suma cuatro goles. ¿Cuál es el que más ha disfrutado?
El primero, que de los cuatro ha sido el menos lindo, pero me quedo con ese por lo que significó, porque fueron diez meses duros, sin jugar, se me criticó mucho, y bueno, las críticas las aceptas, ya estás acostumbrado a ellas, pero hubo falta de respeto con la persona y uno sufre, la familia sufre, y más con las redes sociales, porque todo te llega. Pero llegó la hora de mi revancha y la estoy disfrutando.
Eso, en lo personal, y ya en conjunto, ¿cómo se está sintiendo en este América de Guimaraes?
Bien, muy contento, como todo el mundo en América, ilusionado, lo sentimos en los jugadores, en la afición, han llegado futbolistas de nivel, muy comprometidos, y hemos conformado un equipo muy sólido; pero bueno, queda mucho camino todavía.
¿América va por el sendero del campeonato?
Los equipos grandes siempre tienen que buscar títulos, pero es paso a paso, partido a partido, esa es la única realidad, y equipo para pelear tenemos, sin duda.
Usted ha jugado en la Juventus, el Tottenham, la Roma... ¿Cómo se siente ser ‘Diablo’?
Esta es una experiencia increíble, la pasión que despierta América en la hinchada en todo el país es maravillosa. Por eso, siempre quieres dar más, porque para eso te pagan, este es tu trabajo. Y este equipo te ilusiona para ir al campo el domingo, me siento a los 33 años disfrutado como cuando tenía 15.
Se viene Jaguares este domingo...
Estamos listos.