La biodiversidad de Cali durante años ha sido custodiada por decenas de hombres y mujeres, quienes con su sensibilidad han promovido una serie de acciones por la conservación del ecosistema de la capital vallecaucana.
Uno de los llamados a cumplir con ese propósito ha sido Miguel Calero, mejor conocido como Miky. Él durante más de 15 años se dedicó a la fotografía publicitaria y hoy en día se ha dado a la tarea de apoyar diferentes causas a favor del medioambiente.
“Durante mi paso por el mundo comercial sentí que había que cambiar. Impulsaba a la gente de comprar cosas que no necesitaban y eso me hizo pensar que estaba en el mundo equivocado”, explicó.
En medio de los cuestionamientos salió a flote su determinación por la preservación de las especies naturales. ”Llegó un momento donde me saturó la parte comercial y busqué alternativas con lo que de verdad me apasionaba y eso era el cuidado del medioambiente”, dijo Calero.
Gracias a su cercanía con el campo de la comunicación social y periodismo se ha convertido en una de las voces de la ciudad que se eleva ante las injusticias cometidas en contra del ecosistema caleño.
”En un momento dado, el director de Opinión del diario El País se dio cuenta que era un apasionado de los indígenas y la tierra; después me preguntó si estaba interesado en escribir reseñas y ahí comencé”, argumentó.
Calero destacó que, en paralelo de su ejercicio como columnista en el periódico, también le habían ofrecido la posibilidad de ser panelista de un programa de radio con un segmento dedicado a informar sobre noticias ambientales.
”A raíz de todo esto la gente me ha buscado, me llegan correos y notas, de una u otra manera creen que yo puedo solucionar este tipo de cosas”, mencionó.
No obstante, reconoció que muchas veces se ha visto limitado para cumplir con varios de los casos que le llegan a sus diferentes redes sociales y medios de contacto.”Lo que hago es remitir, en mi conocimiento, a las personas que yo creo pueden ayudar”, aseguró Miky Calero.
Sin embargo, a su criterio, el rol de activista no debe ser algo contestario e irreverente, por el contrario, también debe ser un ejercicio propositivo para la articulación de iniciativas que permitan responder a las diferentes problemáticas registradas en los territorios.
”Intento hacer las denuncias como unas reflexiones. Que se hagan propuestas para contribuir a mejorar el medioambiente”, destacó.
Un compromiso que perdura
La educación es una de las herramientas más importantes al momento de realizar pedagogía sobre la importancia de cuidar los recursos naturales que se encuentran en la ciudad.
Así lo ha entendido Gonzalo Concha, director de la Fundación Nuevo Hemisferio que durante más de 15 años ha emprendido un trabajo articulado con diferentes escuelas de los departamentos de Cauca y Valle del Cauca.
”Arrancamos con un planteamiento que se ha conservado a través del tiempo y es el equilibrio ecológico. En nuestro caso, hacemos énfasis en el cuidado de los ríos, lagos y mares”, aseveró.
Concha indicó que antes de conservar un espacio, es prudente conocerlo primero. En su recorrido de sensibilización observaron que las comunidades aledañas a los afluentes, por desconocimiento, tenían prácticas que perjudicaban la vida en estos ecosistemas.”Estamos en una de las ciudades más ricas biológicamente, tenemos una gran responsabilidad, lo mejor es enviar esta información a través del desarrollo escolar de los niños”, manifestó.
Liliana Ossa es otra de las caleñas que ha dedicado gran parte de su vida a realizar acciones por el cuidado del medioambiente a través de su organización conocida como Paz Animal, Huella de Vida.
”Tenemos una reserva que está en el kilómetro 27 de la vía al Mar en un lote que nos donó la SAE, ahí protegemos 8 hectáreas de bosque”, expresó. Resaltó que este espacio también alberga diferentes perros, gatos y caballos víctimas de crueldad.
“Aquí viven de manera decente con sol, aire, alimentos y cuidado todos los animales que protegemos”, dijo Ossa.
A su vez, el lote donde se encuentra la fundación, también hace las veces de santuario para decenas de aves endémicas, conejos, zorrillos y demás que se han apropiado del bosque. “Es importante que la humanidad se dedique a respetar, que se eduque en el respeto por el entorno”, señaló Liliana Ossa.