Una de las mayores dificultades que presentan los estudiantes al entrar a la universidad es que no saben manejar los horarios.

Gladys Virginia Rebellón, jefe del Centro para la Excelencia Académica de la Universidad Autónoma de Occidente, explica que la importancia de saber administrar el tiempo consiste en un proceso de autoconocimiento que debe hacer cada persona, que le permita identificar sus prioridades.

“Desde la universidad se le brinda a los estudiantes un acompañamiento para superar dificultades de concentración, atención y memoria, talleres en grupos, como los de apoyo estudiantil, preparación de evaluaciones, entre otros, para así mejorar el rendimiento. Primero se inicia con la vida académica, más adelante la profesional, por ello analizar la manera en la que usamos frecuentemente nuestro tiempo para comprender la manera más adecuada de usarlo efectivamente es fundamental para no dejar de llevar a cabo ninguna responsabilidad”.

Roger Collazos Montoya, psicólogo del Centro de Bienestar de la Universidad Javeriana y Víctor Hugo Fernández, coordinador del proyecto social de bienestar universitario de la Universidad Icesi, ofrecen diez consejos para llevar a cabo las responsabilidades, sin dejar de atender alguna.

1. Enlistar todos los objetivos y las responsabilidades


No importa el orden en el que se haga por primera vez. Aquí solamente coloque en un listado todo lo que debe hacer en una semana. Incluya sus actividades en todos los ámbitos de su vida, lo familiar, lo personal, lo social, lo académico, el ocio y la diversión. Cada actividad requiere un espacio de tiempo en su agenda. Al hacer la lista puede escribir una breve descripción de lo que se va a hacer en cada actividad o de lo que se trata cada objetivo.

2. Organizar la lista por prioridades


Elija primero las actividades más importantes, luego escoja las de menor relevancia.
Hay actividades que debe fijar en su horario que serán inaplazables, tanto como las clases. Dedique al menos una hora de estudio para esa materia que más se le dificulta, cálculo por ejemplo. Sí o sí tiene que generar un tiempo para el estudio independiente de esa materia, que sea fijo, para no tener excusas para aplazarlo. Recuerde que no es cuando tenga tiempo que lo va a hacer. Que sea un hábito. Esto permite al estudiante que no se le pase una semana sin dedicarle tiempo a esa materia que le parece difícil.

3. Determinar los tiempos y hacer un horario

Haga un estimado del tiempo que se requiere para realizar una tarea de la lista. Trate que el horario académico concuerde con el horario de sus demás actividades. Por ejemplo, si un estudiante de segundo semestre para los días miércoles tiene el siguiente itinerario:

7:00 a.m. a 10: 00 Clase de cálculo.
10:00 a.m. a 12:00 Clase de física
12:30 a 1:30 p.m. Almuerzo.
2:00 p.m. a 4:00 p.m. Entreno de fútbol
5:00 p.m. Cita con su novia para ir a cine y para terminar, de 9:00 p.m. a 9:30 p.m. organizar todo para el otro día.

Como recomendación final, calcule el tiempo de desplazamiento en la ciudad y sea flexible, el horario no debe ser tan rígido, que permita realizar cambios fácilmente para poder resolver situaciones inesperadas.

4. Siéntase bien 

Constantemente debe estar pendiente si se siente cómodo y a gusto con lo planeado y con lo ejecutado, con el desenvolvimiento de las actividades. No hay nada mejor que sentirse orgulloso de estar ‘al día’ con todo. Es satisfactorio saber que después de cada clase se aprendió la lección, que se hizo la tarea que dejaron con anticipación, sin necesidad de estar corriendo a última hora para hacerla y entregarla, que terminó la lectura pendiente, que investigó, profundizó y no se conformó con lo aprendido en clase. Recuerde que el tiempo que pasa estudiando en un centro universitario debe ser un espacio de enriquecimiento y de crecimiento no solamente académico, sino también personal. Sentirse bien depende de cada uno.

5. Mejore sus hábitos 

Desarrolle y mejore sus hábitos de estudio. La principal ocupación que debe tener un estudiante es estudiar. Todo lo demás se debe subordinar a ese objetivo principal. El hábito de lectura es importante desarrollarlo independientemente si se estudia alguna carrera de ciencias sociales o no. La manera principal en la que desarrollará su aprendizaje será leyendo. También es útil poner atención en clase y la forma de tomar apuntes, esto le ayudará después a la hora de estudiar, pues tendrá muchos conceptos claros y no tendrá que estudiar más tiempo. Asimismo, trabaje en la forma de escribir y de hablar, debe hacerlo correctamente y con fluidez. Esto es indispensable para cuando se debe preparar un trabajo, una exposición
o cuando debe hablar en público.

6. Tenga ayudas tecnológicas 

Sí, hay muchas de ellas que le pueden ser muy útiles para recordarle sus diferentes actividades. Por ejemplo, Google Calendar, la Agenda o los Recordatorios en su celular, correo o tablet, que generan alertas con cada tarea. Este mecanismo de control le permitirá organizar su tiempo, sin que se le quede algo por fuera. También, identifique qué es lo que más lo distrae a la hora de estudiar, preparar una evaluación o una exposición. Si son las redes sociales, si es hablar con los compañeros, ver videos, entre otras, si usted gasta entre 30 minutos hasta 1 hora en eso, ahí está perdiendo tiempo. Una solución sensata es colocar el celular en modo avión, esto le permitirá concentrarse.

7. Identifique sus habilidades 

Es importante que cada estudiante identifique cuál es su habilidad mental predominante de entre los tipos de inteligencias múltiples con los que cuenta cada persona. Hay inteligencias lingüística, lógico-matemático, espacial, musical, corporal, intrapersonal, interpersonal y naturalista. La mejor manera en la que puede preparar sus responsabilidades es reconociendo que no todos aprendemos de igual manera y administramos el tiempo de forma distinta. Así que de nada sirve copiar lo del otro, es mejor descubrir lo que a cada uno le sirve. Para saber cómo aprende puede hacer un test o cuestionario y con la ayuda de una trabajadora social
o psicóloga de la universidad puede descubrir qué tipo de inteligencia tiene.

8. Recuerde que no está solo

En la universidad es posible conocer todo tipo de personas, con unas se tiene más afinidad que con otras. Se debe aprender a relacionarse, sin confundir que esto se haga con algún interés de por medio. Es decir, no me voy a hacer “amigo” del más estudioso para ganar la materia. Sí es recomendable rodearse de personas que contribuyan al desarrollo del plan de estudio. Es bueno tener a alguien que te alerte de que el plan no se está cumpliendo, compañeros de estudio con los que se haga un buen equipo
y todos aporten. También debe aprovechar las opciones de acompañamiento que brinda cada universidad. Pregunte por los grupos de apoyo estudiantil, por las asesorías que dan los docentes, entre otras.

9. Elimine los enemigos de su tiempo

Los principales problemas que presentan los estudiantes para controlar el tiempo suelen ser: que algunos sobrecargan su horario, ya que tratan de hacer más de lo que les resulta posible.

En ocasiones algunos suelen asumir tareas de otros, por ejemplo, cuando hay un trabajo en grupo de más de 3 personas, hay uno que lidera a los demás y hay otros subordinados que no hacen muy bien su trabajo, entonces el líder se recarga de responsabilidades en lugar de delegar para que todos sean un equipo y todos aporten. Evite en sus horas de estudio perdedores de tiempo (controlables) tales como llamadas, mensajes, visitas inesperadas, reuniones improvisadas, redes sociales y demás.

10. Evalúe 

Al final de cada periodo los estudiantes deben examinar si se lograron los objetivos planteados, si los espacios físicos fueron los adecuados para estudiar, si los compañeros con los que estudió lo ayudaron en su proceso formativo.

Es importante que se establezca una serie de indicadores para saber si el tiempo dedicado de estudio fue exitoso o no. Por ejemplo, pregúntese: ¿cuáles fueron los resultados y cómo se alcanzaron? ¿En clase me sentí perdido? ¿Perdí o gané el examen? ¿Son las horas adecuadas de estudio? ¿Desatendí algún ámbito de mi vida? ¿Dejé de hacer algunas cosas? ¿Estoy haciéndolo bien o mal? Así, al final, podrá ajustar cada detalle hasta llegar a que todo salga bien.