El Dagma, en compañía de la Policía Nacional y la Secretaría de Seguridad, realizaron un operativo conjunto en la carrera 66, en el sur de Cali, para identificar si existían incumplimientos a los límites de ruido, por parte de los establecimientos nocturnos que ahí se encuentran.

Al respecto, el coordinador central de la entidad, Israel Corredor, explicó que, durante la noche del sábado 8 de febrero, se llevó a cabo una visita a los diferentes comercios que ahí se encuentran con el propósito de concientizar a los propietarios de la importancia de acatar las disposiciones vigentes en materia de ruido.

De esta manera, las autoridades cerraron dos locales que no tenían su documentación completa y cuatro más fueron advertidos y recibieron una serie de recomendaciones.

Los funcionarios del Dagma recorrieron los diferentes establecimientos ubicados en la Carrera 66 para concientizar a sus propietarios de la importancia de acatar los límites de ruido. | Foto: Alcaldía de Cali

“Le estamos diciendo a los comerciantes que deben cumplir con la normatividad ambiental vigente para manejar un sonido, un volumen moderado para que su establecimiento funcione acorde a la norma y eviten alteraciones a la comunidad que los rodea”, resaltó el funcionario.

Indicó que Cali cuenta con una serie de normas encaminadas a regular el ruido emitido en cada sector de la capital vallecaucana, por tal motivo se han impuesto una serie de límites según las características de la zona.

“Los decibeles van de acuerdo al sector donde se encuentre ubicado el establecimiento de comercio, hay sectores residenciales y hay sectores mixtos. En un sector residencial son 55 decibeles en horario nocturno y 65 en horario diurno, cuando es un sector mixto, los decibeles son 60 en el horario nocturno y 70 en el horario diurno”, explicó Corredor.

Manifestó que los operativos realizados consisten en una visita inicial a los comerciales donde se socializa la normatividad vigente, luego son citados a una capacitación en el Vivero Municipal. Luego, en otra inspección se revisa si hay algún tipo de incumplimiento a los límites mediante mediciones realizadas con equipos sofisticados.

“El comerciante recibe muy bien la visita inicial que ya es como una advertencia a lo que le pueda suceder más adelante y que pueda tomar medidas para evitar superar los decibeles, ya cuando nosotros vamos con el laboratorio, pues el comerciante lo toma bien, porque de alguna u otra forma, ya se le ha hecho una advertencia anteriormente”, destacó Israel Corredor.

La contaminación sónica se ha convertido en una preocupación para decenas de personas en Cali. | Foto: Getty Images

¿Cómo aplican las sanciones?

El coordinador operativo del Dagma aseveró que luego del proceso de visita inicial y socialización de las normas procede una medición de las emisiones de ruido, que, en caso de ser superadas, el establecimiento está sujeto a una sanción

“Cuando se pone una medida preventiva que verificamos que el establecimiento esté superando los decibeles permitidos para el sector. Se inicia un proceso sancionatorio donde se impone una medida preventiva, la cual consiste en la suspensión de equipos de amplificación”, dijo.

Israel Corredor apuntó que si el establecimiento incumple se da inicio a un proceso sancionatorio de carácter ambiental, que terminará en multa.