El barrio Manuela Beltrán, ubicado en la zona oriental de Cali, ha sido escenario nuevamente de episodios de violencia entre jóvenes, quienes se enfrentan a puñetazos, pedradas y hasta con machetes. Esta situación, que viene ocurriendo desde hace más de un año, ha generado preocupación y denuncias por parte de la comunidad local.
Los habitantes del barrio vienen alertando sobre la compleja situación de orden público que ha afectado la zona debido a los enfrentamientos entre grupos de jóvenes. La problemática ha sido recurrente y persistente, con episodios reportados en varias ocasiones a lo largo de los meses.
En estos incidentes, grupos de adolescentes y adultos jóvenes se congregan para enfrentarse físicamente. Las confrontaciones suelen tener lugar después de las 8 o 9 de la noche, lo que ha causado molestias en las viviendas circundantes, así como en los residentes y en los colegios de la zona. Los reportes de los choques incluyen el uso de puños, piedras y en ocasiones incluso armas como machetes.
Se dieron con lo que encontraron
El más reciente episodio de violencia ocurrió en la noche del lunes 14 de agosto, cuando varios videos comenzaron a circular en redes sociales, mostrando a jóvenes enfrascados en una confrontación en las calles de Manuela Beltrán. En las imágenes se podían observar a individuos lanzando piedras y golpes, mientras que otros sostenían machetes, lo que refleja un nivel alarmante de violencia en estos enfrentamientos.
La situación en Manuela Beltrán no es nueva. Desde el inicio del año anterior, el barrio ha sido testigo de varias situaciones similares, todas ellas relacionadas con choques y disputas entre jóvenes de la zona. En mayo, por ejemplo, después de un período de relativa calma, la violencia resurgió con enfrentamientos entre jóvenes de Manuela Beltrán e Invicali, lo que resultó en la lanzadera de piedras, palos e incluso disparos.
Los residentes del sector denuncian
A pesar de las denuncias y la preocupación de la comunidad, las riñas persisten en la zona, generando una sensación de inseguridad y malestar entre los habitantes del barrio. Si bien la Policía ha estado presente en el área, los residentes sostienen que la situación va más allá de la mera presencia policial y requiere medidas más amplias para abordar las causas subyacentes de estos enfrentamientos.
La preocupación se extiende más allá de los choques físicos, ya que estos eventos afectan la vida cotidiana de los residentes y crean un ambiente de temor e inseguridad en la comunidad. Los líderes comunitarios y las autoridades locales enfrentan el desafío de encontrar soluciones sostenibles para abordar este problema y trabajar hacia la construcción de un entorno más seguro y pacífico en el barrio Manuela Beltrán.
Fronteras invisibles en Cali
En la ciudad de Cali, la existencia de fronteras invisibles impuestas por pandillas en los barrios del oriente ha generado una creciente preocupación y temor entre los residentes locales. Estas fronteras, aunque no sean físicamente perceptibles, son establecidas por grupos delictivos en los barrios populares de la ciudad, a menudo como resultado de disputas por territorio de venta de drogas o incluso por diferencias sin un fundamento claro.
Esta triste realidad ha llevado a situaciones alarmantes en las que jóvenes de diferentes sectores de la ciudad se enfrentan entre sí para “defender” estas fronteras invisibles. Los enfrentamientos suelen involucrar el uso de piedras y, en ocasiones, incluso armas de balines, lo que intensifica el peligro y el riesgo para los residentes y transeúntes.
Un incidente reciente tuvo lugar en el barrio Petecuy, donde las cámaras de vecinos capturaron en video un enfrentamiento en el que varios hombres arrojaban piedras a otro grupo de personas. Los testigos, que observaban desde sus hogares con asombro y preocupación, también señalaron que se utilizaron armas de balines durante la confrontación, lo que resultó en una situación aún más peligrosa.