Para evitar la propagación del Covid-19, el científico colombiano Juan Carlos Borrero creó una cabina personal de esterilización de aerosolización para evitar que los pacientes contagiados con el virus infecten a quienes los cuidan.

Borrero es un especialista en energías alternativas, desarrollo sostenible y esterilización de fluidos, con estudios de base en ingeniería industrial, quien por iniciativa propia vio la necesidad de encontrar la manera de blindar los focos de infección del virus: la boca, la nariz y los ojos, pues, según estudios, se determinó que este virus podría circular por el aire y pasar de persona a persona a través de microgotículas.

Borrero explica que es muy diferente cuando “el virus cae en gotículas, puesto que este desciende al piso muy rápido, llega a una distancia de hasta metro y medio. Sin embargo, con el Covid-19 se da es la expectoración y la tos seca, entonces, el virus sale al aire simplemente por hablar, toser y respirar, el viento lo alcanza a alejar de 8 a 10 metros y dura suspendido en el aire hasta 4 horas, por eso es que, este virus es uno de los más contagiosos del mundo, por su permanencia en la atmósfera”.

La cabina tiene un diseño ergonómico, la caja de base está fabricada en acrílico transparente y tiene perforaciones laterales para la incorporación de filtros recogedores de partículas de alta eficiencia y ventilación, para que los pacientes que la utilicen no se sientan encerrados, además, cuenta con una alta tecnología, con sistemas de protección de luces ultravioleta (UV) de espesor negro transparente para evitar la radiación directa.

“La caja cuenta con unos tímpanos, para que el paciente puedan escuchar todo, pero que no transmita ningún virus al exterior. De esa manera, los médicos ya van a poder transitar con mayor facilidad, y así disminuir el riesgo de estar expuestos al virus. Esta cabina puede ser utilizada en todos los sitios de confinamiento”, afirmó.

La persona ingresa la cabeza en la cabina y de esa manera empieza la purificación del aire, mediante un proceso llamado ‘UV esterilización’, pues gracias a la luz de desinfección ultravioleta, que no tiene ninguna contraindicación para el paciente, inactiva las bacterias y los virus patógenos haciendo que el aire que expulsa la persona contagiada por la ventilación a través del túnel UV de la cabina, esté libre de virus y no contagie a las personas que se encuentran a su alrededor.

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Este invento es ideal para enfrentar la emergencia sanitaria que se está viviendo a nivel mundial, puede ayudar a la mitigación inteligente y el control del Covid-19.

“El objetivo de esta cabina es salvar la vida de miles de médicos y demás personal clínico que está más propensos al contagio por su actividad; así como permitir la utilización de este aparato en diferentes lugares para evitar más espacios contaminados, como hoteles y las clínicas, pues estos sitios no tienen desinfección de aire”, aseguró Botero.

Borrero asegura que la cabina cuenta con toda la tecnología aprobada por la Universidad de Columbia y fue presentada por su inventor al Instituto de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos de Colombia (Invima) para la fabricación, y la distribución en Colombia y el mundo.

Actualmente, está en trámite de la patente por parte de la Uspto que es la oficina de patentes y marcas de Estados Unidos y en aprobación de emergencia por la FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentación de EE.UU.).

“Ya la cabina puede ser utilizada, porque estos equipos nivel 1 no son invasivos y no es algo que necesite permiso, porque no son medicamentos, sin embargo, lo presenté a todas estas instituciones y va muy bien el proceso”, puntualizó Borrero.

La fabricación y comercialización de esta cabina en Colombia le pertenece a la empresa Dixplanet, que es representada por la empresa Hopecities, y distribuida en Estados Unidos por la FPC Global Corp, pues está siendo muy solicitada por empresas de todo el mundo, argumenta el científico.

Para Borrero, este aporte a la mitigación de los efectos que puede tener el Covid 19 en el mundo se convierte en un motivo de orgullo y satisfacción, de acuerdo con él, “Me gusta trabajar sobre las crisis porque así puedo generar soluciones, pero yo pienso que una idea de estas puede salvar la vida de miles de personas y de médicos, vamos a tener a todo el personal clínico sin temor a desarrollar su trabajo”.

Con este avance tecnológico, el vallecaucano, quien es premio mundial del agua, premio en el desafío ambiental europeo y postulado al premio príncipe de Asturias, asegura que está aportando a nivel mundial una solución a esta emergencia sanitaria.