Mujeres en embarazo y recién nacidos serán los principales afectados tras el cese de operaciones de las unidades de obstetricia y neonatología de la Clínica Farallones de Cali. La falta de recursos por los millonarios atrasos en los pagos de las EPS intervenidas por el Gobierno Nacional llevó a esta determinación.
En la noche de este viernes, 28 de febrero, los especialistas que atendían esta unidad especializada hicieron una velatón para despedirse del lugar en el que nacieron 84.180 bebés y fueron atendidos 48.620 pacientes en el área neonatal.
Jorge Enrique Enciso, presidente de la Federación Colombiana de Sindicatos Médicos advirtió que obstetricia y neonatología eran dos de los principales servicios de la Clínica Farallones. “Hace 27 años, abrieron esta clínica como la clínica materno infantil, hoy no es materno ni infantil. Las tarifas que pagan las EPS son muy bajas y no las pagan a tiempo”, señaló el especialista.
Hay que mencionar que, además, son alrededor de 100 trabajadores del gremio de la salud, entre ellos 19 médicos obstetras y 14 pediatras neonatólogos, enfermeras, auxiliares, terapistas y camilleros que se despiden de su lugar de trabajo.
El cierre de esta unidad, confirmó otra de las profesionales, afecta las posibilidades que tienen mujeres embarazadas y recién nacidos de recibir atención de calidad y con alta tecnología.
“Como profesionales estamos muy tristes, teniendo en cuenta que nuestras embarazadas y nuestros neonatos cada vez tienen menos sitios donde ser atendidos porque se han venido cerrando muchas unidades y no podemos hacer nada al respecto”, manifestó por medio de redes sociales Andrea Gómez, especialista en ginecología y obstetricia.
La médico aseguró que más allá de la nostalgia que la invade por el cierre de esta unidad, siente preocupación ante el cierre progresivo de múltiples unidades de atención obstétrica y neonatal en el país, una situación que deja cada vez menos espacios para las mujeres gestantes y los recién nacidos.
“Urge que esta realidad sea visibilizada y que se tomen medidas para garantizar la atención materno-neonatal porque traer una vida al mundo no debería convertirse en una carrera contra la escasez de recursos y espacios adecuados”, advirtió Gómez.
Con este cierre, la atención médica a decenas de pacientes que requieren este tipo de especialistas en Cali estaría en riesgo. “Este es un cierre que nos genera mucha preocupación. Esta clínica ya había tenido un cierre en el área de pediatría, entonces el panorama cada vez se está viendo más ajustado para la atención en la ciudad”, aseguró semanas atrás el veedor de salud departamental, Luciano Calderón.