Luego de tres fines de semana en los que rigió en la ciudad el toque de queda continuo, los establecimientos nocturnos y restaurantes reportaron una leve mejoría en sus ingresos durante las primeras jornadas de flexibilibilización de las medidas restrictivas en Cali.
Y aunque los gremios relacionados con los alimentos y la diversión nocturna pudieron retomar sus servicios, los resultados en ventas y ocupación de sus negocios habrían sido “insignificantes”.
Brany Prado, director ejecutivo de Acodrés para la región Pacífico, señaló que “el sábado tuvimos un incremento apenas del 1,7 % en las ventas, que es ínfimo comparado con todo lo que veníamos logrando anteriormente. Esto hubiera sido mejor si el viernes el toque de queda no hubiera iniciado a las 8:00 p.m.”.
Prado conminó a una equidad y mayor control de las autoridades en la revisión y cumplimiento del toque de queda en la ciudad.
“Vimos que el toque de queda nos lo aplicaron a los establecimientos formales, porque en un recorrido que hicimos por la Comuna 10 nos encontramos con que en los barrios la gente estaba amontonada, sin tapabocas y enrrumbada en las calles después de las 10:00 p.m. No entendemos cómo se insiste en la medida si no se hace cumplir a todos”, dijo.
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Por su parte, Manuel Pineda, presidente de Asobares capítulo Valle, indicó que si bien este fin de semana los negocios nocturnos pudieron retomar su operación y servicio a la mesa, el horario de atención hasta las 10:00 p.m. no es productivo.
“No vemos una rentabilidad, ni siquiera una proximidad al punto de equilibrio. Aunque sea se pudo abrir y tener un poco de clientela, pero lo que vimos es que hubo una ocupación que osciló entre el 15 % y 20 % en los negocios y nosotros podemos funcionar con aforo del 30 %; esto muchas veces solo alcanza para cumplir con el pago de las nóminas”, dijo Pineda.
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El dirigente gremial señaló que los comerciantes están a la expectativa por la evolución de la ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos, al igual que los indicadores de la velocidad de reproducción de los contagios de Covid-19, que han sido factores determinantes a la hora de establecer medidas restrictivas en Cali.
“Esperamos que la situación de salud en la ciudad mejore y ojalá este fin de semana nos dejen abrir durante más tiempo, hasta la 1:00 a.m. o hasta las 12:00 a.m., al menos; el horario mínimo que necesitamos es hasta la 1:00 a.m., que es cuando podemos tener un punto de equilibrio”, aseguró Pineda.
Hasta el momento, según Asobares, en Cali han cerrado sus puertas 550 negocios relacionados con la diversión nocturna, mientras que en el sector se han perdido 35.000 plazas de empleo. Entre tanto, las cifras de Acodres señalan que en la capital del Valle han quebrado 2575 restaurantes y 5900 personas se han quedado sin trabajo.
Acodrés hizo una propuesta a la Alcaldía de generar un toque de queda los días lunes, martes y miércoles, y no los fines de semana para generar flexibilidad en la ciudad.
“Fue un fin de semana tranquilo”
De acuerdo con el secretario de Seguridad y Justicia, Carlos Rojas, en la ciudad se identificaron dos aglomeraciones que debieron ser intervenidas por las autoridades, las cuales tuvieron lugar en la colina de San Antonio y el bulevar del río Cali.
“Durante los recorridos que hicimos encontramos que la mayoría de la gente estuvo encerrada en sus casas; fue un fin de semana tranquilo”, esgrimió el funcionario.
Este lunes se realizará un consejo entre representantes de la Administración Municipal y autoridades de salud para evaluar el comportamiento de la enfermedad en Cali, en aras de definir cuál será el nuevo paquete de medidas que empezará a regir desde esta semana en la ciudad.
Hasta este domingo, la ocupación de UCI en Cali era del 95,3%.
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