Tras 46 días de paro, los caleños nos hemos tenido que acostumbrar a retomar las labores diarias en medio de la zozobra debido a la crisis económica y la pandemia, el miedo por la creciente inseguridad y la tristeza ante la destrucción de infraestructura pública y comercios que se ve en toda la ciudad.
Porque, pese a todo, Cali se levanta. Y las soluciones para superar el estallido social que reventó el 28 de abril comienzan a tomar forma en los últimos días desde el gobierno local y el sector privado, pues, como lo aseguran expertos en gestión pública y voceros de las fuerzas vivas de la ciudad, la única forma de salir adelante es tomando acciones urgentes y articuladas.
En efecto, esta semana la Alcaldía de Cali anunció dos medidas que buscan superar la crisis: la primera fue la creación del Fondo Solidario y de Oportunidades, una “herramienta de inclusión financiera” que se planteó desde un principio en el plan de desarrollo 2020-2023, según la secretaria de Desarrollo Económico, María Fernanda Santa.
La estrategia tiene $50 mil millones para otorgar microcréditos que posibiliten la reapertura de negocios cerrados en tiempos de crisis y, según el alcalde Jorge Iván Ospina, tienen un interés especial en jóvenes de 18 a 28 años, las mujeres y el sector cultural. “La intención es no perder un empleo más en la ciudad”, aseguró.
La segunda fue el Plan de Inclusión Social de Emergencia que presentó Ospina a los jóvenes de los 26 ‘puntos de resistencia’, una alternativa de cinco ejes (asistencia alimentaria, salud, empleabilidad, fortalecimiento de procesos sociales y cultura) que, de acuerdo con el Mandatario, se construye desde hace tres semanas junto a representantes de la Iglesia Cristiana, el Ministerio Público, la Comisión de la Verdad, la Gobernación del Valle y representantes del sector privado.
“Hay que transformarse institucionalmente y canalizar una evolución de ese orden para tratar los temas de jóvenes en esta ciudad y el país”, manifestó el Alcalde, mientras que su equipo de gobierno informó que cuentan con $11 mil millones para financiar este plan.
Pero, ¿qué giros debería dar la Administración Municipal en el corto plazo? ¿Qué acciones concretas se deben adelantar ya para comenzar la reconstrucción de Cali y su tejido económico y social?
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1. Reorientar el plan de desarrollo
De acuerdo con el concejal Fernando Tamayo, lo primero que se debe hacer por parte del Municipio es presentar una reforma al plan de desarrollo que fue aprobado el año anterior, de manera que puedan reorientarse los recursos que estaban destinados a grandes obras de infraestructura en las demandas sociales que surgieron.
Como se recordará, el plan de desarrollo fue aprobado con un esquema financiero de inversiones que asciende a $18,1 billones, de los cuales $11,8 billones corresponden a ingresos de la Administración y $6,3 billones corresponden a recursos externos; $2,4 billones de recursos de empresas descentralizadas, $1,1 billones de la Nación, $445 mil millones a nuevos recursos de crédito y $2,4 billones serían recursos por gestión.
Al respecto, el concejal Roberto Ortiz sostiene que el plan de gobierno está desfinanciado desde 2020, pues “lo único seguro que había eran los $650 mil millones del empréstito”, y aseguró que “debido a la situación que está viviendo la ciudad, Cali no alcanzaría ni a recoger $10 billones” para su ejecución.
En respuesta, el Departamento de Hacienda de Cali indica que los valores del plan de desarrollo seguirán siendo los mismos, debido a que son los aprobados por el Concejo. Además, dice la entidad pública, este año el recaudo ha sido positivo: se han logrado captar a la fecha $420 mil millones por pago de Predial y $188 mil millones de Impuesto de Industria y Comercio, un 80 % y 89 % del recaudo total proyectado para el año, respectivamente.
Sin embargo, Tamayo recalca que ya antes era imposible conseguir los $18,1 billones, “y ahora es mucho más difícil. Si llegamos a la mitad, unos $9 billones, nos podemos dar por bien servidos”. A su turno, Ortiz calcula que para reconstruir Cali integralmente se podrían requerir unos $400 mil millones adicionales, es decir, que no estaban presupuestados en la hoja de ruta de inversiones del cuatrienio y que tendrían que sumarse.
En todo caso, el reto que surge es poder consolidar un presupuesto real ajustado a los recursos de la ciudad, para tener claro con qué dineros se cuenta para la reconstrucción y la atención e inversión social.
2. Reactivación y reapertura total
En opinión de Lina Martínez, directora del Observatorio de Políticas Públicas ‘Polis’, de la Universidad Icesi, ahora que va pasando el paro y se comienza a recobrar la normalidad lo prioritario es reactivar sectores vitales para la generación de puestos de trabajo: “Construcción, servicios, restaurantes, empresas pequeñas, que son las que más generan empleo en Cali; panaderías, peluquerías, restaurantes de barrios y empresas de menos de cinco empleados son las que producen el grueso de empleos”.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Cali, Esteban Piedrahita, agrega que otra medida inmediata para que la ciudad vuelva a su cauce es la reapertura de jardines, colegios y universidades. “Que no haya presencialidad mantiene a muchos muchachos en las calles, está perjudicando el desarrollo de los niños más vulnerables e inhibe la posibilidad de que muchas mujeres vuelvan a trabajar, trancando la economía”, anota.
Como consecuencia, ambos hacen énfasis en que urge que se acelere la aplicación de vacunas antivocid en la ciudad, un proceso que resultó afectado por los bloqueos y que hizo perder unas 120 mil dosis. “Con bloqueos no hay posibilidad de reactivar la economía, de conseguir mejores empleos y mejor educación para los jóvenes. Los bloqueos afectan los derechos de la mayoría de los ciudadanos, así que invitaría a convocar a todos los sectores de la ciudad a ver cómo se reforma su plan de gobierno para hacer unos cambios de fondo, ojalá de la mano con la comunidad”, recalcó Piedrahita.
3. Inversión social con seguridad
Para la representante a la Cámara Catalina Ortiz, el principal giro que debe dar la Administración es volcarse hacia una agenda social para los jóvenes: “Eso se traduce en oportunidades de formación en educación superior; técnica, tecnológica o profesional, y oportunidades de empleo”.
Pero Pablo Uribe, experto en seguridad y políticas públicas, puntualiza que mientras los diálogos de la Alcaldía con los manifestantes se mantienen, también se necesita que haya presencia de la autoridad para recuperar la sensación de orden: “Policía, pero también agentes de tránsito, el Dagma midiendo el sonido, Inspección, Vigilancia y Control revisando documentación o construcciones. Es volcar de nuevo la institucionalidad a las calles”.
Uribe recalca que es necesario recuperar los programas de prevención social de la violencia y prevención comunitaria y situacional del crimen de la Administración pasada, tales como Gestores de Paz y Cultura Ciudadana, Domingo Seguro, Tratamiento Integral de Pandillas y la estrategia de los Territorios de Inclusión y Oportunidades (TIO).
“Si la Alcaldía hubiese sostenido esos programas, no hubieran perdido el control de Cali de esta manera y los bloqueos no hubiesen tenido tantos ‘pelados’ sin nada qué perder”, asevera.
Por lo pronto, este “sueño atravesado por un río” que es Cali -como lo dijo el poeta Eduardo Carranza- se sacude el polvo que dejó el caos y comienza a andar lento el camino hacia la reconstrucción y la reconciliación. De cada uno depende aportar lo necesario. Porque, pese a todo, Cali se levanta.
4. Buena gestión pública
Según Alejandra Rodas, experta en administración pública, las decisiones que se tomen frente al plan de gobierno deben estar basadas en evidencias. “Se trata de hacer un proceso consciente de escucha con todos los sectores, que sí se puede tomar un par de meses, pero es mejor eso que tal vez en dos años estar diciendo que quedó peor que el inicial”, dice.
“El tinte que ha tenido esta Administración frente a los malos manejos presupuestales hace que tengan que ser mucho más cuidadosos en la forma de ejecutar el gasto”, agrega la directora de ‘Polis’, Lina Martínez.
“Tenemos tiempo para ejecutar, pero sería demoledor que la poca plata que haya entre en polémicas. Reconstrucción tiene que ser social y tiene que surgir de la confianza en instituciones”, añade el concejal Fernando Tamayo.
”Cali tiene poca deuda y hay un cupo de endeudamiento importante. Necesitamos que se invierta rápido y que se invierta bien”, recalca
Esteban Piedrahita.