Con mensajes como: "ahora todo es bulliyng" o "que estupidez, esta nueva generación de muñequitos de papel" y “hembra y macho fueron creados, el resto son rarezas de la naturaleza”, varios caleños opinaron en el fan page de El País, luego de conocerse la noticia del fallo de la Corte Constitucional que prohíbe y cataloga como discriminatorio, el uso de lenguaje ofensivo, en público y de manera constante, contra personas de la comunidad Lgtbi.
Esta determinación se dio luego de que la Corte fallara una tutela a favor de un diseñador de modas en Barranquilla, quien constantemente era agredido verbalmente por once de sus vecinos con frases como “marica”, “mariquita” o “maricón”.
Sin embargo, estas representaciones de rechazo a los homosexuales no solo se ve en las redes sociales, a diario en Cali se evidencian diferentes formas discriminación para la personas que pertenecen a esta comunidad.
A pesar de que el 10% de los habitantes de la capital del Valle hacen parte de la población Lgtbi, que en los último años han visto avances a favor de sus derechos, aún hay mucha discriminación en la sociedad caleña, así lo afirma Scarlet Tacurí, antropóloga y magíster en Género y Desarrollo.
"Cali tiene dos cosas: ser una ciudad "gayfriendly" con la oferta que se ha ido implementando para la población Lgtbi, pero también es homofóbica. Lo segundo porque ha habido discriminación en centros comerciales, de los que han sacado parejas por darse un beso en público; los problemas que hay en la Loma de la Cruz, donde es un sitio en el que jóvenes de la comunidad se van a 'parchar' con sus amigas y amigos. Aunque hay sitios que no necesariamente son para Lgtbi y que tienen apertura grande al amor y al entretenimiento, siento que a la ciudad le falta mucho por explorar", resaltó Tacurí.
Simón, quien a sus 21 años acepta abiertamente su homosexualidad, recuerda que hace pocos días vivió un hecho de discriminación en las calles de Cali.
"Estaba en un estanco de Granada con unos amigos y había una chiva 'rumbera' parqueada en la parte de afuera. De repente varias de las personas que estaban ahí nos empezaron a gritar. Nos decían cosas como 'Ay Maricas'. Fue algo que me sorprendió mucho. Nunca había pasado por algo así".
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Casos como los de Simón se repiten a diario, según la psicóloga Mary Luz Torres quien señala que los "actos de intolerancia ante la población Lgtbi son constantes en Cali. Desde discriminarlos con una mirada, una actitud lasciva, con una palabra o no aceptarlos en un trabajo por sus conductas o expresión de amor por la persona del mismo sexo".
Enrique (*), de 16 años, está en décimo de bachillerato y hace pocos meses aceptó abiertamente, frente a sus compañeros y amigos, su homosexualidad.
"Desde hace un año todos mis compañeros me molestaban. Todos me decían 'mariquita'. Eso me ponía muy triste porque estaba tratando de luchar con lo que sentía, y además con lo que a diario me tocaba que vivir en el Colegio. Hace unos meses decidí aceptarlo y todo ha mejorado, ya no se meten tanto conmigo como lo hacía antes ", relató.
Por otro lado, Daniela, de 27 años y quien hace más de 10 años hizo pública su homosexualidad, asegura que muchas veces no expresa su orientación sexual por miedo a ser agredida verbal y físicamente.
"Yo caigo en la autodiscriminación porque sé que hay gente que me puede lastimar con palabras, actos o golpes. Simplemente evito porque casos se han dado de que uno está con alguien y llega un grupo de homofóbicos y lo levantan a 'pata', así que evito ponerme en riesgo".
Cerca 280.000
Personas pertenecen conforman la población Lgtbi en Cali, según datos de la Alcaldía.
Y no solo los gays y las lesbianas sufren marginación. Según Mauricio Garcés, enlace de género del Valle del Cauca, los transexuales y los travestis, viven a diario una fuerte discriminación en el ámbito laboral.
"Tal es la discriminación para los transexuales, en las empresas públicas y privadas, que en Cali solo tenemos una profesional universitaria que trabaja en la Secretaría de Salud y una docente en una entidad educativa en Cali".
Para evitar este tipo de rechazo laboral, según Garcés, muchas de las personas que pertenecen a esta población prefieren, como le sucede a Daniela, mantener su orientación sexual en la clandestinidad.
"No todo el mundo se asume como homosexual abiertamente por el temor al rechazo. Un profesional puede sentir que si acepta públicamente su orientación sexual va a tener pérdida de espacios y oportunidades. El temor está ahí y eso se siente", ratificó Garcés.
Otro de los tipos de segregación que experimentan a diario los transexuales es el de la atención diferenciada.
"Una persona 'trans' necesita que la acompañen en su proceso de hormonización para asumir el género en el cual quiere vivir y esto no se presta, a pesar de que la Corte Constitucional les tiene garantizado este derecho", comenta el enlace de género del Valle del Cauca.
Otras formas de marginación, según Luis Felipe Rodríguez, asesor en temas de género de la Alcaldía de Cali, son generadas hasta por el mismo Estado.
"Por ejemplo, algunas veces la Fiscalía no recibe las denuncias contra población Lgtbi, ya que a veces nos encontramos con funcionarios que desconocen los fallos de la Corte Constitucional que cobijan a esta comunidad".
Según la psicóloga Torres, todos los casos anteriormente mencionados, y otros a los que no se hace alusión, afectan emocionalmente a las personas de esta comunidad y les crea barreras interiores para su desarrollo personal y profesional.
"El hecho de que los hagan sentir menos por su orientación sexual puede generar un daño psicológico, el cual no le permitirá actuar como podría hacerlo cualquier otra persona heterosexual".
Durante el 2016, se registraron 24 denuncias de personas de la comunidad lgtbi en Cali, las cuales fueron discriminadas en su trabajo o en instituciones educativas. Este año se han atendido siete casos.
Por esta razón, tanto la Gobernación como la Alcaldía de Cali, trabajan a diario para combatir estos actos de marginación y rechazo en la comunidad Lgtbi.
"El plan de desarrollo, El Valle está en Vos, ha contemplado el sector Lgtbi con un programa específico que se llama: Valle de Colores, con el cual se busca la conformación y articulación de espacios de esta comunidad en los 42 municipios del Valle. Actualmente tenemos 22 enlaces de género formalizados en la diferentes alcaldías", indicó Garcés.
Por otro la "en la Alcaldía de Cali hay una gran disposición. Hemos empezado a trabajar para evitar ese tipo de actos discriminatorios haciendo enlaces con la Policía, Personería de Santiago de Cali, con Defensoría y con la misma Fiscalía. También llegando a las instituciones educativas donde hemos hecho charlas informativas, donde se busca eliminar perjuicios sobre lo que es la identidad de género o la orientación sexual. Por fortuna hemos tenido una aceptación grande frente al tema", cuenta Rodríguez.
En este proceso, una de las instituciones educativas más articuladas con la iniciativa de generar más equidad e igualdad en los jóvenes de Cali es el Colegio Santa Librada.
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homicidios, a personas que pertenecen al colectivo Lgtbi, se presentaron en Colombia en los últimos cuatro años.
"Esta institución ha estado con la disposición de trabajar el tema y se interesan muchísimo porque tiene población Lgtbi y quieren ser un colegio pionero en buscar la inclusión y el respeto en la ciudad", destaca Rodríguez.
Esta política que ha adoptado Santa Librada es para la psicóloga Mary Luz Torres, una de las soluciones para combatir el rechazo a la comunidad Lgtbi, ya que los colegios deberían "formar alumnos que entiendan y acepten la diversidad de género".
"En Cali se debe dar información directa y que exprese que los seres humanos podemos amarnos entre nosotros y expresar nuestro amor hacia un hombre y hacia una mujer. Hay mucho temor de eso, la comunidad tiene miedo de que sus hijos se den cuenta desde muy pequeños de que un hombre o una mujer pueden amar a personas del mismo sexo y piensan que pueden influir en su orientación sexual y eso está alejando de la realidad. Esta iniciativa de la orientación en diversidad de género promueve más respeto hacia los demás y nos hace entender que no es algo que debería ser señalado", concluyó.
(*) cambió nombre.