Por algunas calles del centro de la capital del Valle ya no se puede transitar. Esto por cuenta de la ola de vendedores ambulantes que empezaron a llegar a este lugar desde el mes octubre para la temporada de fin de año.

Según Jimmy Núñez, miembro del Sindicato de Vendedores Estacionarios y Ambulantes de Cali, Sintraviecali, la cifra de trabajadores informales que llegan al centro y a otros espacios públicos de la ciudad para estas fechas puede aumentar en cerca de un 30%.

“Provienen de varias partes del país, como el Eje Cafetero y los departamentos de Cauca y Nariño. El problema con Cali es que está al lado de los departamentos donde más conflicto armado hay, entonces las personas vienen aquí a rebuscarse el sustento”, comentó Núñez.

Agrega que a esta situación se le suma la llegada de cientos de venezolanos que vienen ocupando los diferentes espacios públicos de la ciudad de manera desorganizada.

“Es el problema más grande que tenemos. Actualmente hay más de 1.500 vendedores ambulantes venezolanos en el centro de Cali y el fenómeno viene en aumento. Todos los días salen mujeres y hombres a vender en carretas y no sabemos quien se las está proveyendo”, apuntó Núñez.

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Los puntos más apetecidos en el Centro para los nuevos vendedores ambulantes es el área comprendida entre las calles 12 y 15 y las carreras 5 y 9. De hecho, en un recorrido que realizó El País, se pudo evidenciar que en zonas como la Carrera 9, entre calles 14 y 13, la aglomeración de ventas ambulantes es tal, que por la vía los carros y motos ya no están circulando, y el tránsito peatonal cada vez es más complicado.

Javier López, vocero de la Asociación de Vendedores Ambulantes, Estacionarios y Semiestacionarios, Asovaes, reconoció que uno de los temas más críticos del fenómeno es la ocupación de las esquinas, que impide el flujo normal de los peatones.

“Hace cuatro meses enviamos un derecho de petición a la Administración para que mirara cómo se puede solucionar este tema, pero no nos contestaron nada. Entonces lo que hemos encontrado es una displicencia de los funcionarios de la Alcaldía con respecto a organizar el gremio”.

Lo mismo opina la concejal María Grace Figueroa, quien aseguró que uno de los grandes pendientes de esta Administración fue la regulación del espacio público.

“El Alcalde salió a decir en muchas partes que no recogía vendedores ambulantes ni hacía control de espacio público porque la gente había que dejarla trabajar para que no se muriera de hambre. Por eso, hoy tenemos una ciudad con el espacio público lleno, sin respeto en los separadores viales y el Centro es un claro ejemplo de esto, y se pone peor este mes”.

Entre tanto, el cabildante Carlos Pinilla señaló que si bien el Concejo de Cali aprobó la política para la organización y regulación de las ventas ambulantes en la ciudad, la cual “tenía como objetivo establecer los sitios en los que podía haber explotación del espacio público, así como los tamaños y las alturas de los puestos de las personas del gremio”, esto no se cumplió.

“Y por esta razón el espacio público es casi tierra de nadie. Cualquiera puede ir y meterse en cualquier separador o andén y, ante esta falta de regulación, es que vemos que en la época decembrina hay una situación de mayor conflicto”, dijo Pinilla.

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Organizarán vendedores

Darío Fernando Daza, subsecretario de Inspección y Vigilancia de Cali, informó que la Alcaldía empezó un proceso de organización “cuadra por cuadra” de los vendedores informales que trabajan en el centro, con el fin de garantizar que hayan mejores condiciones de movilidad en ese sector.

“No vamos a excluir a nadie del espacio público. También estamos contemplando darle un trato de peatonalización a algunas calles vehiculares, que por el alto flujo de transeúntes se vuelven peatonales. Esto lo queremos hacer con el apoyo de la Secretaría de Movilidad para que no vayamos a correr el riesgo de que un vehículo ingrese por estas vías y, de pronto, lesione a alguna persona que esté caminando por ellas”.

El funcionario también aseguró que se hará “un ejercicio muy fuerte con las personas que están explotando el espacio público en el Centro con los parqueaderos de motos irregulares y otros vehículos que hay en las calles.

“Estamos analizando la opción de ubicar unos lotes que están frente al Palacio de Justicia para que puedan ser utilizados como parqueaderos y en los que puedan trabajar los trapitos rojos con el apoyo de la Policía. Esto con el fin de que las personas que arriben al Centro tengan donde dejar sus vehículos y puedan subir a este lugar a hacer sus compras”.

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Política de regulación

Con respecto a política para la organización y regulación de las ventas ambulantes en la ciudad que debía implementar esta administración, Darío Daza, subsecretario de Inspección y Vigilancia de Cali, señaló que se ha avanzado en observación de vendedores, pero no en el censo ni caracterización de los mismos.

“Esto con el propósito de identificar dónde están los vendedores en la ciudad, en qué horarios trabajan, qué tipo de actividad económica están ejerciendo en el espacio público, entre otros datos”, dijo Daza.

Y agregó que este proceso se viene haciendo con base en unos estándares de calidad en materia de seguridad de la información, exigidos por la Ley 1988 del 2 de agosto, “que ordena a todos los alcaldes de Colombia prepararse para hacer una caracterización de todos los trabajadores informales de las principales ciudades del país”.

“En este sentido, debemos esperar 12 meses a partir de la fecha de expedición de la ley para que los ministerios de Trabajo y del Interior dicten los lineamientos sobre los cuáles se debe construir ese proceso de caracterización”, precisó.