El Fondo Kminemos, conformado por empresarios caleños, gestiona recursos para donar prótesis a personas que no puedan pagar una. Van 174 beneficiarios.

La historia comenzó en 2012. En ese año nació el Fondo Kminemos. Lo conforman, básicamente, empresarios de Cali. Su tarea es buscar recursos para financiar prótesis de gente que no tiene cómo pagar una.

Campesinos que perdieron una pierna por la mordedura de una culebra, por ejemplo; vendedoras ambulantes que debido a la diabetes deben movilizarse en muletas;  jóvenes  que sufrieron accidentes de tránsito;  En fin: en los últimos cuatro años  Kminemos ha entregado 174 prótesis.

Hasta hace unos meses los voluntarios del Fondo, como la economista María Eugenia González, salían a la calle por su cuenta para ubicar  posibles beneficiarios. Observaba en los semáforos, en los andenes, en los parques.  

Era la manera de encontrar a las personas que necesitaban de una prótesis y que no tenían ni idea de la existencia de Kminemos. También funcionaba el voz a voz. Beneficiarios  que recomendaban a otros.  

Sin embargo, desde hace unos meses, y gracias a un acuerdo con la Secretaría de Salud de Cali, todo es un poco más sencillo.  A través del sistema de base de datos de la Secretaría se identifican a los posibles beneficiarios y a partir de ahí todo se da relativamente rápido. 

Una vez definida la persona apta para recibir una prótesis -  a veces hay condiciones médicas que  no lo permiten  - el Fondo Kminemos aporta un millón de pesos, y la Fundación Mahavir Kmina, de Medellín, el otro millón. Es el costo de la prótesis.

La persona beneficiada debe entregar, a cambio, lo que utilizaba para movilizarse: unas muletas, un palo, una prótesis artesanal, lo que sea que le permitiera caminar. Ese objeto es llevado al municipio de La Estrella, en Antioquia, donde la Fundación Mahavir Kmina  tiene especie de mueso de esas piernas ‘hechizas’ con el que se intenta dimensionar la problemática de las personas discapacitadas en Colombia. 

 Y, además de donar ese viejo objeto con el que se movilizaba, el beneficiario de Kminemos debe financiar un viaje de un día para otro a Medellín. Es allá, en la Fundación Mahavir Kmina, donde la persona aprende a manejar su nueva prótesis que, por cierto, se llama Pie de Jaipur. 

Jaipur es el nombre de la ciudad india donde fue inventada  la prótesis en 1969 por el doctor Pramod Karan Sethi y el artesano Ram Chander.

La leyenda dice que ambos trabajaban con personas con problemas ortopédicos y enfermos de lepra. Entonces se encontraron con una dificultad: las prótesis que existían en era de mala calidad. Así que decidieron inventar el Pie de Jaipur.

Está hecha de caucho y tiene la forma de un pie. Además, conserva la misma flexibilidad. Eso hace que quien utilice una  pueda caminar moderadamente rápido. Y encima es económica.   

En Jaipur  se encuentra incluso el hospital BMVSS, que se encarga de producir y distribuir, sin costo, prótesis para las personas de  escasos recursos. Y ese hospital tiene que ver mucho con Colombia y de alguna manera, con el Fondo Kminemos. 

Cuando unos empresarios  antioqueños que prefieren no revelar sus nombres conocieron la historia del hospital BMVSS, crearon  la Fundación Mahavir Kmina de Medellín. Era 2007, y todo se dio por lo que sucedía, sucede,  en Colombia.

En el país existen casi tres millones de personas con limitaciones físicas. El 30 % de los amputados se deben a los accidentes de tránsito; el 17%, a la diabetes. Le siguen los accidentes de trabajo, las minas antipersona, las heridas de bala, las picaduras de serpiente.

En el hospital Bmvss supieron todo ello   y decidieron entrenar gente de Medellín en la fabricación de la prótesis Jaipur con la condición de que las mismas deberían entregarse sin costo. Es lo que hace  la Fundación Mahavir Kmina. 

Cuando Samir Camilo Daccach, un empresario caleño, se enteró de esa labor, le  propuso a Mahavir Kmina   trabajar juntos. Finalmente, después de Antioquia, el Valle es el departamento con más amputados en Colombia.  

Cada año, además,  el número de discapacitados físicos en la región se incrementa en 1600; el 60% corresponde a personas que  no cuentan con los medios  para comprar una prótesis que les permita volver a caminar, trabajar, ser independientes, vivir.  Entonces nació Kminemos. 

El Fondo se financia a través del plan  ‘Kmino contigo’, con el que las personas que desean apoyar la iniciativa hace aportes económicos a la cuenta   # 28804839 – 0 (en el Banco de Occidente), a nombre de la Fundación Antonio Restrepo Barco, otra aliada de Kaminemos

También  el Fondo se financia con una actividad que han llamado ‘La fuente de los deseos’, un programa de donación que se realiza en el Centro Comercial Unicentro. La idea es ubicar  allí alcancías permanentes. Cada moneda   ayudará a que una nueva persona pueda volver a caminar.