Colombia permanecía en vilo por la historia de la familia caleña Nieto Londoño, que viajó a India para el tratamiento de Daniel, un bebé de 17 meses que sufre parálisis cerebral. Aunque allí el pequeño recibió los cuidados médicos que necesitaba para esta fase, el verdadero drama empezó cuando se disponían a regresar a su lugar de origen.

Todo empezó porque la familia debía viajar con un concentrador de oxígeno, un aparato médico esencial para la mejoría de salud de Daniel. Sin embargo, la aerolínea, inicialmente, no permitió que realizaran el abordaje.

Según indicó Édgar Nieto, padre del bebé, a pesar de tener la documentación en regla para el uso de este concentrador de oxígeno, desde la aerolínea les negaron la posibilidad de viajar. En medio de esta odisea, la familia pedía ayuda para retornar al país y, precisamente por esta razón, trascendió la historia del pequeño Daniel.

“Tenemos el documento que dice la marca del concentrador, tipo de baterías que usa, la duración, nosotros sentimos que nos discriminaron”, dijo en su momento Édgar Nieto, el padre del bebé. “Es vital para el niño el concentrador de oxígeno porque sería, en caso de que el niño se descompense o llegue a tener cualquier novedad, lo que le salvaría la vida en el vuelo”, afirmó Mileidy Hurtado, la abuela del niño.

Según los padres de Daniel, tras su viaje a la India, el bebé sonrió por primera vez.

Pues bien, luego de la intensa travesía de 20 horas, finalmente, Édgar, Laura y el pequeño llegaron a su hogar en la capital vallecaucana. A pesar de que sortearon todas las dificultades para su regreso, de nuevo en Colombia, la familia tendrá que buscar la forma de velar por la salud del pequeño en un complicado panorama.

“Ahora necesitamos que la EPS reactive los servicios de Daniel. La última vez que volvimos tocó con abogada, esperamos esta vez no tener que llegar a ese punto”, aseguró el padre de Daniel en diálogo con Noticias Caracol.

No obstante, son más las esperanzas que el viaje les dejó por los notables avances en el proceso de desarrollo de su bebé. Sobre el estado de salud del niño, Édgar detalló que ”creció y aumentó de peso. Aquí siempre nos amenazaban con el bienestar, porque él estaba en estado de desnutrición, a pesar de que no es algo que podamos controlar por su enfermedad. La espasticidad mejoró, ya no está rígido como solía estar, está más flexible, lo hemos visto más atento, la parte cognitiva vemos que ha mejorado”.

Uno de los cambios que más alegra a los padres del pequeño Daniel es que, por fin, lograron conocer su sonrisa. “Antes del primer ciclo él no sonreía nada”, señaló el padre del niño, que atraviesa un largo tratamiento experimental contra la parálisis cerebral que padece.

El bebé sufre de parálisis cerebral, gastro y traqueostomía. (Imagen de referencia). | Foto: Getty Images/iStockphoto

Aunque fueron dos meses de una intensa odisea por la incertidumbre de no saber cuándo podrían regresar a casa, la familia hoy agradece por el progreso que notan en el niño. “De cierto modo, nos devolvió las esperanzas. Ver que Daniel de un momento a otro empezó a sonreír por todo, no tiene precio. No se rindan, confíen en Dios, a veces no entendemos por qué pasan las cosas, pero todo tiene un propósito, una razón de ser”, dijo la madre del bebé, Laura Londoño.

Tras el viaje, ahora la familia tendrá que lidiar con el sistema de salud colombiano para lograr cubrir las terapias y necesidades médicas de Daniel. Además, el próximo año nuevamente viajarán a la India para continuar el tratamiento experimental.