Mañana se conmemoran los 212 años del grito de Independencia de Cali del reinado español, un hecho histórico por el que ya muchos caleños no se interesan y que, incluso, algunos desconocen.
El historiador Guido Hurtado manifestó que, lamentablemente, hay un desinterés por la historia por parte de los ciudadanos, y además expresó que “si se hiciera una encuesta preguntando qué se conmemora este 3 de julio en Cali, yo estaría convencido que un porcentaje muy alto no sabría qué pasó en esa fecha”.
Por lo cual, para confirmar la hipótesis planteada por el experto, El País hizo un breve sondeo por sus redes sociales, en el cual muchos se rajaron.
Al preguntar cuál fue la fecha en la que se dio el grito de Independencia, el 56 % de las personas que participaron del sondeo dieron una respuesta errónea, mientras que el 44 % sí sabía la fecha correcta, el 3 de julio de 1810.
Cali fue la primera ciudad de Colombia en proclamar el grito de Independencia, pero los encuestados tampoco conocían esto. El 15 % contestó que fue el sexto territorio del país, el 45 % dijo que fue la tercera, mientras el 41 % acertaron diciendo que fue la precursora.
De hecho, se pudo observar incluso cómo algunos ciudadanos confunden la declaración de Independencia de Cali con el grito de Independencia. Cabe aclarar que la primera solo se obtuvo hasta 12 años después, es decir en 1822.
Por lo anterior, al haber preguntado cuándo se proclamó la Independencia de Cali, el 39 % de los encuestados dijo que se logró en 1810, el 29 % contestó que fue en 1536 y el 32 % acertó indicando que fue en 1822.
Teniendo en cuenta todos los resultados anteriormente expuestos, la historiadora Sonia Jaimes indicó que aún hace falta que la ciudadanía caleña ahonde en este hecho histórico, el cual fue liderado por Joaquín Cayzedo y Cuero.
“En gran parte hay un desconocimiento porque la historia de nuestro país ha caído en manos de cineastas y guionistas, que la usan como fuente de inspiración para crear sus obras de arte, y pues la gente no logra diferenciar la fantasía de la realidad”, explicó Jaimes.
Asimismo, la historiadora continuó diciendo que “desde el 2002 se ha tejido una narrativa que exalta la violencia y al crimen organizado como un nuevo valor. De modo, que la atención de la población colombiana se ha centrado en conocer más de los villanos de los últimos 20 años”.
En ese mismo sentido, el historiador Guido Hurtado retomó diciendo que la falta de conocimiento de la historia no solamente pasa en Cali, sino que también es un mal presente en todo el país.
“En general es en Colombia, pero lo que pasa con Cali es que se ha caracterizado por ser la capital mundial de la salsa y todo lo que tiene que ver con la alegría, pero lo preocupante es que la ciudad no tiene una política pública del desarrollo de la cultura, la cual es necesaria porque no solamente es recordar fechas sino que hay que entender lo que hay detrás de ellas”, agregó Hurtado.
Para Armando Barona, vicepresidente de la Academia de Historia del Valle del Cauca, es importante que los caleños tengan presente el grito de Independencia de la ciudad, para que así se conozca que Cali viene de estar bajo el régimen de esclavitud de la corona española.
“El desconocimiento de la historia se da porque hace más de 20 años un ‘hombre inteligente’, que fue ministro de educación, se le ocurrió eliminar la cátedra de historia de las escuelas y colegios, por lo que los muchachos, a partir de ahí, no conocen los elementos básicos para entender cómo se forjó la sociedad caleña”, comentó Barona.
Además, el historiador contó que el hecho de tener presentes estas fechas sirven como homenaje a las acciones de los mártires como Joaquín de Cayzedo y Cuero, del cual informó que era de la alta sociedad y no tenía la necesidad de liderar el grito de Independencia, pero que lo realizó por la lucha de los derechos de los caleños.
“Hay que hacer conocer la historia, pero no es fácil porque hubo otra ley de ‘un inteligente’ que prohibió que se dieran auxilios a las entidades sin ánimo de lucro como la Academia de Historia. Debemos hacer conocer más sobre la ciudad, pero para ello se necesita un esfuerzo de la academia y las autoridades para mantener vivo el espíritu de la tradición”, concluyó Barona.