En el año 2000 las Casas de Restauración Francisco Esperanza abrieron sus puertas.
Tras 18 años el programa es reconocido como el modelo pionero en Colombia en la implementación de la justicia restaurativa como herramienta para recuperar jóvenes que en principio no tenían nada más que hacer que permanecer en una esquina mientras maquinaban qué quitarle al vecino o amedrantaban a los que de otro barrio visitaban el suyo.