Por: Maria Camila Orozco, reportera de El País.
Desde que el sistema de transporte MÍO inicio sus operaciones en el 2009, las quejas más frecuentes de sus usuarios se deben a las demoras de las rutas.
“25 de cada 100 caleños que usaron el MÍO gastan, en promedio, entre una hora y hora y media en el viaje de ida y regreso a sus lugares de trabajo o estudio, igualmente, 34 de cada 100 caleños gastan más de una hora y media”, detalla el informe.
Precisamente, por demoras en sus desplazamientos, 83 de cada 100 usuarios del MÍO, manifestaron que han tenido inconvenientes laborales, la mayoría son llamados de atención por llegar tarde, de acuerdo al estudio realizado por Cali Cómo Vamos en alianza con la Cámara de Comercio.
Daniela Rodríguez, una joven universitaria que se desplaza diariamente de norte a sur, relató que debe salir de su casa 2 horas antes para llegar a tiempo a la universidad, a pesar de que el trayecto en un vehículo particular es de alrededor 45 a 50 minutos.
“Yo tomo la E21 en Vipasa y voy hasta Universidades donde debo hacer transbordo en otra ruta. Hay días en que el bus se demora en pasar 20 o 30 minutos y aparte, pasa a reventar de personas y uno no alcanza a subirse, he perdido varias clases por eso y creo que salgo con suficiente tiempo de anticipación”, dijo.
Añadió que: “Es una situación que aburre, es desgastante tanto económicamente como emocionalmente. Uno madruga y dispone un tiempo para trasladarse, pero el sistema no mejora y, en cambio, si sube el valor del pasaje”.
Otro caso lo vive Alejandro Díaz, quien también vive en el norte y se desplaza todos los días a su trabajo en el centro de la ciudad. Toma un MÍO sobre la Avenida Sexta, el cual se demora en su trayecto en entre 15 a 20 minutos.
“El trayecto es corto y una vez uno se sube al bus, llega en el tiempo promedio, el problema es la demora en pasar. Yo tengo que salir una hora antes de mi casa porque así como hay días que pasa rápido, hay otros que te pone a esperar hasta 40 minutos. Incluso varias veces me ha pasado que el conductor no para por lo lleno que está el bus, en esos casos cuando se puede económicamente pago taxi, pero cuando no, toca esperar hasta que pase la siguiente ruta y llegar tarde”, manifestó el ciudadano.
Agregó que esto le ha traído problemas en su trabajo, debido a que “los jefes a veces no entienden esta situación y te regañan por llegar tarde o hasta te ponen una amonestación, dicen que madrugue más, pero no se trata de eso, el problema radica en la ineficiencia del servicio, es triste ver como cada vez empeora”.
El informe también indica que esta problemática ha impactado negativamente en la salud mental de quienes usan el MÍO diariamente. 72 de cada 100 usuario del MÍO, afirman que movilizarse en el sistema les genera estrés, angustia y agotamiento.
Este efecto negativo es mayor en las mujeres con 75 % que en los hombres con el 68 %, y en los estratos bajos (75 %) que en los estratos medios (69 %) y altos (67 %).