El Observatorio de Equidad para las Mujeres, OEM, se estableció gracias a la alianza estratégica entre la Universidad Icesi y la Fundación WWB que se llevó a cabo en el año 2018 bajo el propósito de construir, consolidar y visibilizar proyectos que contribuyan a la equidad e inclusión de las mujeres.

Esta es la primera iniciativa que pretende realizar un análisis completo de la equidad de género en Colombia. Se establece como un órgano de medición, divulgación e incidencia institucional y en política pública, respecto a factores que afectan la igualdad y la autonomía de la mujer como lo son su libertad económica, el ingreso al mercado laboral, la autodeterminación sobre su cuerpo, su salud sexual y reproductiva, la manera en la que habita el espacio público, la forma en que ejerce su ciudadanía y sus derechos.

Desde su fundación, el observatorio se propuso la realización de una encuesta que midiera la autonomía personal, familiar y política de las mujeres en el Valle del Cauca. La encuesta fue pensada por docentes de la Facultad de Derecho de la Universidad Icesi, tuvo 165 preguntas y se realizó por primera vez en el año 2019 a mujeres de Cali, Buenaventura, Yumbo y Jamundí.

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Mediante tres bloques de preguntas realizados puerta a puerta, 1507 mujeres encuestadas lograron dibujar su realidad. Los datos obtenidos al indagar sobre cuatro dimensiones en la vida de estas mujeres: la violencia psicológica, económica, física y sexual y en el espacio público, no solo denotan inequidad, también reflejan que ser mujer en Colombia no es una tarea fácil, sin importar la edad, la etnia o la situación económica.

Por solo citar dos de esas dimensiones, en la violencia psicológica, según Heydi Lorena Acevedo Pulecio, coordinadora del OEM, pudo apreciarse con mayor ímpetu que los cónyuges de las mujeres tienen reacciones violentas cuando se sienten invisibilizados o sin el dominio absoluto sobre las decisiones que ellas deberían poder tomar sobre sus propias vidas, especialmente cuando estas se refieren a asuntos relacionados con el dinero o con la vida pública, como los espacios que se comparten con familiares y círculos de amistades.

En este sentido son las mujeres que se autorreconocen como afrodescencientes las más violentadas.

Y en cuanto a la edad, son las mujeres entre 35 a 54 años aquellas en mayor medida las que son víctimas de violencia psicológica por parte de sus parejas. Mientras que las mujeres entre los 18 y 34 años son las que reportan mayor autonomía en términos de este tipo de violencia.
La medición del OEM indica también, con relación a la violencia física que el 8,9 % de las encuestadas respondieron haber sido víctimas de esta clase de violencia.

Así las cosas, reza en un documento del OEM, hay varias acciones que perpetúan las parejas de las mujeres generando violencia física, siendo aquellas con mayor porcentaje: la ha empujado o zarandeado (17,4 %); la ha golpeado con la mano (16, 5%); la ha forzado físicamente a tener relaciones sexuales (8,9 %) y la ha pateado o arrastrado (6, 9 %).

Hay preocupación del OEM, además, por un porcentaje significativo de mujeres que son víctimas de acciones que van encaminadas posiblemente a acabar con su vida, esto por la lesividad de las agresiones que responden a: ha tratado de estrangularla o quemarla (3,8 %) y la ha atacado con un cuchillo, arma de fuego u otra arma (3,4 %).

Analizando la edad, las encuestadas que son más vulnerables a sufrir violencia física por parte de sus parejas son aquellas mayores de 64 años. Mientras que las más jóvenes muestran mayor nivel de autonomía en relación con este tipo de violencia.

Lina Buchely, docente de la Universidad Icesi y directora del Observatorio para la Equidad de las Mujeres asegura que “se espera que los datos producidos visibilicen las realidades de inequidad de las mujeres y favorezcan su comprensión y transformación”.

Educar para transformar

El observatorio, más que un instrumento de análisis se establece como una herramienta para generar acción en Colombia.

El OEM se establece entonces como una iniciativa que busca generar acción institucional y en política pública, por esto una de sus acciones fue también la creación del Diplomado de Participación Política, un espacio creado para que lideresas sociales y comunitarias logren reflexionar sobre el rol de la mujer en el espacio social de manera libre y gratuita. La principal coordinadora de este proyecto, Lina Buchely, asegura que “este diplomado le apuesta a la educación como una forma de transformar el mundo”.

Las clases son dictadas por docentes de la Facultad de Derecho - Ciencias Sociales y apoyadas por estudiantes. Hasta el momento este espacio ha finalizado con dos cohortes y espera seguir recibiendo una anualmente.

Laura Escamilla es una de las estudiantes que inició el acompañamiento en las reuniones del diplomado sin haber culminado su carrera como abogada. Ahora es estudiante de maestría en la Icesi y gracias a que su participación en el proceso ha sido constante asegura que “este es un espacio en el que no se deja de aprender, las mujeres que entran al diplomado salen convertidas en lideresas sociales y esto es maravilloso porque queda claro que el aprendizaje va más allá del aula”.

Nazly Duque Correa da muestra de la transformación que permite el Diplomado de Participación Política. Es una de las egresadas que compartió y empoderó su historia a través de las clases. Asegura que su proceso fue íntimo y de cambio debido a que cuando inició las clases del diplomado estaba viviendo un proceso de separación muy complejo: “mi pareja me violentaba, por esto cada que asistía al taller me llevaba una herramienta para poder liberarme, resignificarme y recuperar mi dignidad como mujer”.

Nazly también aseguró que “no importa que tan parecidas o diferentes sean las historias de violencia hacia las mujeres, todas podemos vernos reflejadas en el trato sin equidad de género”.

Este proceso de aprendizaje ha logrado tocar a cada una de las mujeres que lo componen. Lorena Acevedo es docente en la Universidad Icesi, coordinadora Académica del Observatorio y docente del Diplomado de Participación Política. Desde su rol ha conseguido verse reflejada en las vulnerabilidades de las lideresas a las cuales enseña, por lo que asegura “desde la experiencia de cada semana en el diplomado, las docentes y practicantes de la universidad pudimos entender las prácticas violentas y desiguales a las que se enfrentan las mujeres, además, pudimos sentirnos identificadas por lo que consideramos este proyecto una necesidad para empoderar a las mujeres”.

Otros datos de la encuesta del OEM

Las cifras recolectadas en la encuesta no solo han permitido confirmar las desigualdades por razones de género que enfrentan las mujeres en Colombia, sino que estos datos pretenden ser herramientas para crear proyectos de ley que favorezcan a las niñas y mujeres colombianas, asegura la directora del OEM, Lina Buchely.

El 5.8 % de las mujeres encuestadas terminan su pregrado y el 2.9 % estuvieron en educación formal, pero desertaron o no han terminado sus estudios.

El 3,4% considera que ha sido rechazada en una entrevista de trabajo por el hecho de ser mujer.

El 50 % han sido madres antes de los 19 años y son ellas las que cuentan con mayor número de hijos.

Esto tiene un efecto negativo en su educación y enganche al mercado laboral formal, lo que implica que las madres jóvenes son más vulnerables en nuestros contextos.

El 79 % de las mujeres dedican la mayor parte de su tiempo al trabajo de cuidado y al trabajo no remunerado. Eso implica que tienen menores ingresos y un desgaste físico superior, no compensado por el sistema económico.

Solamente el 2 % de las mujeres empleadas con remuneración tienen un cargo gerencial o directivo. Las mujeres ocupan menos posiciones gerenciales o de decisión, por ejemplo.

Al tener altos índices de informalidad laboral, las mujeres no cuentan con protección de seguridad social.

De las mujeres con un empleo remunerado el 56 % no tiene contrato o no sabe si lo tiene, lo que da cuenta de un notable desconocimiento acerca de los términos legales que amparan su contratación y el ejercicio de su labor como empleada remunerada.

El 57 % de las mujeres encuestadas se encuentran desempleadas.

La encuesta revela una sensación de inseguridad constante para las mujeres. De cada 100 mujeres encuestadas, 58 se sienten inseguras en las calles de barrios distintos al suyo; 42 sienten temor en el centro de la ciudad; 41 se sienten inseguras en el transporte público y 35, en las calles de su barrio.

Las principales acciones que realizan estas mujeres para resolver la sensación de inseguridad son: no sale de su casa (27,7%); solo sale cuando su pareja la acompaña (24,4%); sale en transporte privado, taxi o Uber (22,8%) y sale con personas distintas a su pareja (16,7 %).

'Entrelazadas'

Entrelazadas (relatos de historias compartidas) es el libro que hoy se expone como producto de la primera cohorte del Diplomado de Participación Política para Mujeres.

En las letras de las egresadas y docentes se encuentran historias y reflexiones escritas desde la experiencia de ser mujer.

Reconocer sus privilegios y luchas a través del aprendizaje fue la tarea
a la que se enfrentaron Lorena Acevedo, Inés Medina, Isabella Camacho, Laura Escamilla, Estefanía Buitrago, Salomé Arias, Neider Gustavo Alegría y Stephanía Sánchez, quienes como autores de la obra se permitieron navegar por las experiencias de las mujeres que empoderaron.

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