A pesar de los actos vandálicos registrados en los últimos días en Cali, son muchos quienes de forma pacífica han protestado por la reforma tributaria planteada por el Gobierno Nacional.

En la Loma de la Cruz y el barrio San Antonio, por ejemplo, las librerías independientes vendieron libros “a huevo”: $1.800. Una protesta simbólica en rechazo a las declaraciones del Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, quien en una entrevista manifestó que la media docena de huevos costaba. “$1.800”.

— Desde las librerías independientes de Cali promovemos la cultura pacifista y el primer mensaje que enviamos es que a través del vandalismo jamás nos pronunciaremos. Apelamos a las marchas y a los actos simbólicos para manifestar que la reforma tributaria, como está planteada, no es el camino para el país. Las librerías, además de que están muy afectadas por la crisis económica que ha traído la pandemia del coronavirus, con la reforma se agrava esa afectación. Contempla gravar productos de la industria de producción editorial, lo que incrementará los precios de los libros, por lo cual va a ser mucho más difícil venderlos. Hay varias librerías independientes en la ciudad que están contemplando cerrar – dijo el librero Jonathan Valencia Pineda, vocero del sector de literatura para el municipio y coordinador de la librería Expresión Viva.

En la Comuna 20, los integrantes del colectivo cultural Soñadores de Siloé salieron a las calles para cuidar las tiendas, las ferreterías, las panaderías, los supermercados, después de que se presentaran saqueos durante las manifestaciones.

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Steven Ospina, uno de los jóvenes del colectivo, explicó que apoyan las protestas contra la reforma tributaria - dijo que aumentar los precios de la gasolina sería un impacto muy fuerte para quienes viven en la ladera – pero no iban a permitir que los vándalos acabaran con los negocios.

— En Siloé la gente está indignada con lo que propone la reforma, como ponerle IVA a los servicios públicos. Por eso protestamos caminando con música, o programando plantones, pero le garantizamos al comercio que lo vamos a cuidar. Nos da mucho pesar que a los comerciantes del barrio los dejaron sin nada. Los que los robaron fueron personas que no tenían idea del motivo del paro nacional.

La cantora Nidia Góngora, con su grupo Canalón de Timbiquí, llegó hasta la Loma de la Cruz para protestar contra la reforma tributaria a través de la música y la danza del Pacífico, como evocando las mejores galas del Festival Petronio Álvarez. Además de rechazar la tributaria, dijo la maestra, su protesta se debe a que no ha habido igualdad de condiciones por parte del gobierno para los artistas de Colombia durante la pandemia.

— Llevamos más de un año sin poder trabajar y el gobierno no le ha ofrecido garantías al sector cultural.

El ingeniero mecánico Alfonso Escobar marchó junto a su familia desde el parque de Las Banderas hasta la Plaza de Cayzedo, por una reforma tributaria que en su concepto, va a afectar a la clase media, mientras que a otras esferas “no las toca”.

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— Marchar es una manera de incomodar la normalidad. De eso se trata el paro. Incomodar la normalidad de forma pacífica, sacudirla, para que el resto de la sociedad escuche y le dedique el tiempo a entender lo que está pasando. Por eso salí junto a mi hermano, dos primas, los novios de ellas, mi novia, mi papá, mi tío. Es la movilización más grande a la que he ido, y caminamos tranquilos, entre música, pitos, consignas. Pero como caleño y ciudadano que se está manifestando contra algo que no está bien por parte del gobierno, me parece que el vandalismo no ayuda. No se puede mezclar los robos, los saqueos, los destrozos, cuando la sociedad se unió para manifestarse. Eso desvirtúa la protesta. Y lo noté en la calle: hay una gran diferencia entre quien marcha de manera pacífica y los vándalos que simplemente aprovechan el papayazo de que la ciudad está enrarecida para saquear. En ellos no hay ningún argumento político.

Los manifestantes coinciden: es cierto que en Cali hubo vandalismo y no están de acuerdo con él, pero aquello no debe ocultar el descontento generalizado por las reformas que promueve el gobierno.